Prensa UNT 03 de octubre de 2014
Para el diputado del partido Un Nuevo
Tiempo, Elías Matta, miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea
Nacional, la intervención del Estado en la empresa Venoco, que pretendería
resolver el tema de la escasez de lubricantes, evidencia que el gobierno ha
decidido “profundizar la línea errada de conducta que nos ha hundido en la
crisis productiva actual”.
“A cada alarma pública desatada por la
escasez y el desabastecimiento real el gobierno responde con más expropiaciones
y restricciones profundizando el problema en vez de caminar hacia su
resolución”, señala preocupado el diputado zuliano.
Para Elías Matta la política
arbitraria de “expropiaciones” desatada por el gobierno nacional, “es una de
las prácticas más perversas del modelo económico fracasado que le han querido
imponer al país”. Esta política se ha desarrollada violentando derechos
fundamentales de los propietarios, al no reconocerse el valor de los bienes
ocupados por el Estado, “sin que ni siquiera paguen el costo del bien a los
dueños”.
Las irregularidades de estas
ocupaciones son una señal terrible que inhibe cualquier tipo de inversión
productiva en Venezuela, considera Matta, ya que le muestra al mundo que “en
Venezuela no hay seguridad jurídica ni Estado de Derecho, no hay reglas claras
que le permitan a los inversores convertir los capitales en las empresas, la
producción y el empleo decente y productivo que tanto necesita el país”.
Con la intervención de Venoco se eleva
la participación de la estatal PDVSA en el mercado de lubricantes a 64%, pero
para Matta “esto no resolverá el problema real de la escasez de lubricantes
para vehículos” porque el gobierno ha demostrado que no tiene ni la capacidad
ni la vocación real para producir, “el pueblo sabe que cada empresa o tierra
que es expropiada por el Estado reduce su producción hasta detenerse por
completo”, señala el diputado zuliano que “lo que viene es más escasez y el
gobierno será el responsable”.
La política de expropiaciones
desarrollada por el Estado venezolano ha cambiado la estructura económica de
Venezuela. Solo en alimentos “el Estado se ha hecho dueño de la mayor parte de
las procesadoras de café, de los centrales azucareros, de los silos y
frigoríficos, de casi la mitad de las fábricas de harina de maíz y de las
arroceras, es dueño de plantas de producción de aceite comestible y de
productoras lácteas, pero la producción estatal no ha logrado resolver el
problema de la escasez de alimentos”.
Asimismo señala Matta que el gobierno
controla hoy la totalidad de la producción de cemento y de cabillas en
Venezuela, “y la escasez de estos materiales es pan de cada día de los
constructores en nuestro país”. Aparte de la evidente escasez y el
desabastecimiento, el aumento de las importaciones, la fuga de capitales y la
generalización de la corrupción son fenómenos cuyo incremento “está ligado a la
errada política de expropiaciones”.
Para Matta a esto debemos agregar que
el Estado ahora está sometido a diversos juicios internacionales debido a los
abusos cometidos durante las expropiaciones. En el Centro Internacional de
Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial,
Venezuela enfrenta cerca de treinta arbitrajes internacionales por violentar
contratos durante dichos procesos.
Agrega el diputado de UNT que hay que
enmendar toda la política para que el país vuelva a producir, única manera de
salir de la actual crisis, “las tierras que antes eran productivas y fueron
ocupadas por el Estado, las industrias que antes producían y luego de ser
tomadas por el gobierno prácticamente cesaron operaciones, deben ser devueltas
a los verdaderos productores, para poder reactivar el aparato económico
venezolano”.
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