Sofía Nederr 13 de junio de 2022
En el
Zulia y Cojedes, durante la gira de Juan Guaidó, se registraron agresiones en
lo que representa el más reciente incidente de la violencia política en el
país. El sociólogo Trino Márquez señala que el oficialismo despliega su esquema
de intolerancia, la persecución e intimidación. El jefe del despacho del
gobierno interino, Luis Somaza, asegura que el equipo de Guaidó prepara toda la
logística y blinda, en la medida de lo posible, la pregira. Este sábado se sumó
al expediente de violencia política reciente un segundo capítulo de violencia,
esta vez en Cojedes
Durante
la gira de Juan
Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN) de 2015 y reconocido como
presidente encargado por más de 50 países, al estado Zulia, el pasado 4 de
junio, se registró una agresión en lo que representa el más reciente incidente
de la violencia política en el país.
El hecho ocurrió en la cancha deportiva Hidalgo Herrera del populoso barrio Cuatricentenario de Maracaibo. En videos difundidos en las redes sociales por periodistas locales, se observa el momento cuando un grupo de personas, con sillas en manos, comienza a agredir a los asistentes al acto.
También
hubo disturbios en los alrededores del local donde se tenía programado el
encuentro de Guaidó con sus seguidores.
Este
sábado 11 de junio se produjo otro capítulo de violencia política durante una visita de Juan Guaidó al estado Cojedes. En
esta ocasión, el diputado y presidente interino fue agredido físicamente.
Guaidó señaló el domingo a dos diputados del Parlamento
administrado por el chavismo de organizar una «emboscada» que culminó en
agresión en su contra por parte de militantes del Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV) en Cojedes.
Según
su versión, los responsables directos de las agresiones que sufrieron tanto él
como sus acompañantes al cierre de un acto realizado en San Carlos, fueron los
diputados Nosliw Rodríguez y Marcos Antonio Mendoza.
La
comunidad internacional repudió la violencia contra Juan Guaidó. En ese
sentido, el secretario de Estado, Antony Blinken, insistió en la preocupación
del gobierno del presidente Joe Biden ante estos ataques que, para Estados
Unidos, denotan una escalada de violencia, acoso e intimidación contra quienes
ejercen la democracia en Venezuela.
«Por
segunda vez en dos semanas, el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó,
fue atacado. Estados Unidos está profundamente preocupada y condenamos esta
escalada de actos de violencia, acoso e intimidación contra el presidente
interino y todos aquellos que defienden la democracia», expresó Blinken en su
cuenta de Twitter.
Un
estilo que nació con el chavismo
El
sociólogo Trino
Márquez señala que el incidente de Maracaibo durante la gira de
Guaidó, evidencia que el oficialismo no ha abandonado el esquema que, en su
momento, se aplicó en la llamada «esquina caliente» y el desplegado por los
Círculos Bolivarianos, el cual se basa en la intolerancia, la
violencia, la persecución y la intimidación como si en el país, hubiese
territorios «liberados» en los que está vedado el paso de la oposición.
«Parece
que esa filosofía que nació con el chavismo —aquí en Venezuela no existía ese
grado de canibalismo y de rivalidad— sigue aplicándose, pero se administra de
otra manera, como ocurre con los cuerpos de seguridad, grupos paramilitares, el
Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), y las Fuerzas de
Acciones Especiales (FAES), que son grupos de choque, y también con civiles»,
expresa Trino Márquez.
Márquez
destaca que la agresión durante el acto de Guaidó ocurrió en Maracaibo, donde
el oficialismo perdió la alcaldía, que ganó Rafael Ramírez (Primero Justicia), y la gobernación del
Zulia a manos de Manuel Rosales (UNT).
El
sociólogo subraya que con el incidente en el Zulia se violó el derecho
constitucional de reunión pública. Añade que, hasta ahora, ninguna autoridad
del gobierno, ni de Nicolás Maduro ni de Diosdado Cabello ni del PSUV se han
referido al ataque denunciado por Guaidó, ni se conoce de ninguna acción por
parte del Ministerio Público o de la Defensoría del Pueblo.
«Esto
evidencia que en el país no existe justicia, pese a que el fiscal general Tarek William Saab,
quiera decir lo contrario ante la Corte Penal Internacional (CPI)», puntualiza
Trino Márquez.
Sobre
el ataque en el Zulia, Guaidó, a través de su cuenta en Twitter, dijo que «la
dictadura intentó como siempre, con violencia, frenar un encuentro de
venezolanos que no se rinden y luchan por el país. ¡Pero No lo lograron! Lo
importante es que estamos en la calle con nuestra gente, a pesar de las
amenazas y el saboteo del régimen».
Logística
y pregira de Guaidó
Freddy
Superlano, presidente Comisión de Revisión, Reorganización y Relegitimación
de Voluntad Popular (VP), cuenta que el acto en que se
hizo en el Zulia se planificó en un formato parecido al que se hizo
durante el reciente recorrido de Juan Guaidó por Yaracuy.
«Hubo
un recorrido en un sector, después se reunieron con la Plataforma Unitaria, con
las fuerzas vivas del estado y no hubo problemas. En el Zulia hubo ese esquema,
solo que había una asamblea, prevista para el viernes 3 de junio, en un sector
donde ellos, concejales y diputados del PSUV, se opusieron a que se hiciera»,
relata.
Superlano
añade que, para el sábado 4 de junio, había una asamblea de legitimación del
partido Voluntad Popular, en la que la dirigencia de los municipios del Zulia
se iba a legitimar, justamente en la cancha donde hubo el incidente en
Maracaibo.
«Yo
iba a juramentarlos y el presidente Guaidó iba a pasar a saludar porque el
punto de recorrido de la caminata era más adelante. Entonces, los mismos que
iban a sabotear el viernes, fueron a sabotear el sábado y pasó lo que pasó», relata.
Para
Superlano, hasta ahora, se trata de un incidente aislado.
Por su
parte, Luis
Somaza, jefe de despacho del gobierno interino, señala que el
incidente ocurrido en el estado Zulia es un caso muy notorio.
Sin
embargo, puntualiza que, en sus giras, Guaidó y su equipo se enfrentan
a situaciones como el seguimiento constante de las fuerzas policiales,
dependiendo del estado que visiten, «pero siempre manejado por el régimen», así
como las alcabalas en las carreteras, donde incluso, asegura, les mandan a
desvalijar el carro.
«Son
procesos tediosos donde, por ejemplo, una gira a Valencia nos puede llevar seis
horas. Y a cosas como esas nos estamos enfrentando», dice.
Somaza
asegura que el equipo de Guaidó prepara toda la logística posible,
lo cual incluye el surtimiento de gasolina, estar prevenidos a cualquier «plan
b» por si los detienen en distintos estados, según la ruta.
“Esto
son como señales de auxilio, no hay que olvidar que nos enfrentamos a los
cuerpos del Estado; entonces no es fácil cada gira que hacemos, pero tratamos
de ir los más organizados posibles”, afirma Somaza.
El
jefe de despacho del gobierno interino indica que el equipo encargado de hacer
la pregira es enviado al lugar unos días antes. Esta pregira incluye hasta la
revisión de la habitación donde se quedará Guaidó por parte del personal de
seguridad. De esta manera, fijan un plan alterno para cada actividad.
Añade
que cuando se hace la gira se trata de que sea de bajo perfil «porque cuando ya
está el ruido de que el presidente Guaidó va a estar en cualquier sitio, así
como le llega la información a los opositores que van a asistir al evento, se
mueven las estructuras políticas para prepararlas para la actividad, esa
información también le llega al régimen y, de una u otra manera, siempre nos la
ponen difícil para llegar o, a veces, esperan que lleguemos al estado, nos
instalemos y nos atacan».
Apunta
que les han robado carros y los amedrentan. «Vivimos con las
persecuciones, y las amenazas de meter preso a las personas que montan
las actividades, cada día nos buscan trancar”, indica.
Asimismo,
Luis Somaza dice que al gobierno de Guaidó le toca «hacer magia», dentro de sus
posibilidades, para la logística de los actos en las regiones.
La
coordinación con los equipos regionales, refiere, se hace a través de sus jefes
nacionales y luego se reúnen con el equipo de pregira, a partir de una agenda
establecida.
Por su
parte, el diputado Marco Aurelio Quiñones asevera que Juan Guaidó ha vivido,
junto a su equipo, varios incidentes como el de Zulia.
«Y
hasta disparos en plena caminata hubo, como lo hicieron en una actividad en el
estado Lara, donde grupos de los denominados colectivos arremetieron contra los
presentes en la actividad, incluyendo el presidente (Guaidó)».
Asegura
que Juan Guaidó está muy pendiente de la seguridad del equipo que lo acompaña y
«tiene toda la confianza en los equipos políticos que lo reciben en cada estado
y por eso no deja de girar y se afana siempre por llegar y llegar a tiempo, en
la medida de las posibilidades que esta dinámica lo permite».
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