Infobae 25 de enero de 2023
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El presidente paraguayo se despegó de su
par argentino, Alberto Fernández, quien en su discurso inaugural de la CELAC
defendió a Caracas, entre otros regímenes. “La democracia no culmina con las
elecciones”, sentenció el mandatario y pidió no desatender a la diáspora
venezolana
El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benitez, emplazó hoy a los mandatarios que asisten a la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) a abordar la situación que vive la diáspora venezolana, una realidad que “no puede ser obviada, sino que debe ser abordada” y para la que hay que “buscar una solución”, enfatizó. Se despegó de esa forma de las declaraciones que su par argentino, Alberto Fernández, había hecho al inaugurar el bloque regional en las cuales defendió a los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
En su
discurso ante el plenario de la CELAC este marte en Buenos
Aires, Abdo Benítez pidió un “diálogo sincero” y recordó que
“así como” preocupan los hechos de violencia ocurridos en Perú y en Brasil,
“también” inquieta el “éxodo masivo” de Venezuela.
En
referencia a las dictaduras regionales y haciendo referencia a Venezuela, Abdo fue
contundente y afirmó: “La democracia como sistema de gobierno si bien inicia
con eleccioones libres, periódicas y transparentes, no culmina allí. Las
elecciones nos dan legitimidad de origen, pero el verdadero desafío está en
ejercer el poder garantizando la pluralidad política, la dignidad humana, la
libertad de expresión, el respeto al estado de derecho, la separación y la
independencia de los poderes”.
“Así
como nos preocupan los hechos ocurridos en Perú, en Brasil, también nos
preocupan presidente el éxodo masivo que vemos” en Venezuela, dijo el
presidente paraguayo.
“No
podemos mirar a un lado, cuando más de siete millones de venezolanos han
abandonado sus hogares pidiendo refugio” en la región, recordó el
presidente paraguayo en la que fue su última intervención en este foro, ya que
este año termina su mandato. Además, Benítez recordó que, según ACNUR, la
migración venezolana es la segunda crisis de desplazamiento externo de mayor
magnitud en el mundo, después de la siria.
La
alocución del mandatario fue difundida por las redes sociales del Ministerio de
Relaciones Exteriores de Paraguay, ya que las sesiones se celebran a puerta
cerrada.
Los
preparativos de esta cumbre han estado marcados por la polémica en Argentina,
ya que la oposición al Gobierno de Alberto Fernández denunció
las violaciones a los derechos humanos del presidente venezolano Nicolás
Maduro, el cubano Miguel Díaz-Canel y el
nicaragüense Daniel Ortega. Finalmente, de los tres líderes
solo Díaz-Canel asiste al foro, que se desarrolla entre
fuertes medidas de seguridad debido a las protestas de manifestantes, mientras
que Maduro canceló su viaje a última hora.
Tanto
el presidente argentino como su par brasileño, Lula da Silva abogaron
por el fortalecimiento de la integración regional en un ambiente de diversidad
y diálogo.
Por
último, Abdo Benítez pidió que se constituya en un “espacio
sincero de integración y no de intromisión”, porque Paraguay, dijo, cree, en
una “integración en la que se respete la democracia y se respeten los derechos
humanos”.
Defensa
de dictaduras
La
inauguración de la Cumbre de la CELAC volvió a dejar en
evidencia la afinidad que existe entre el gobierno argentino,
hoy encabezado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner, con las
dictaduras que lideran el nicaragüense Daniel Ortega, el
cubano Miguel Díaz Canel y el venezolano Nicolás
Maduro.
En el
discurso de apertura del evento que se realizó en Buenos Aires, el jefe de
Estado anfitrión primero invitó a sus pares a luchar contra “los bloqueos”
que sufren algunos países de la región: “Son un método muy perverso de
sanción, no a los gobiernos sino a los pueblos. Por lo tanto, no podemos seguir
permitiéndolo”.
El
presidente argentino siguió su alocución, pero ya de forma más explícita: “Cuba lleva
un bloqueo de más de seis décadas y eso es imperdonable. Venezuela padece
otro tanto y nosotros tenemos que levantar nuestra voz... Creemos en la
democracia, que está definitivamente en riesgo. Después de la pandemia,
la ultraderecha se ha puesto de pie y amenaza a cada uno de
nuestros pueblos. Nosotros no debemos permitir que esa derecha
recalcitrante y fascista ponga en riesgo la institucionalidad de
nuestros pueblos”.
El
posicionamiento ideológico de Alberto Fernández se profundizó instantes después
en su discurso: “Todos los que están aquí han sido elegidos por sus pueblos y
sus pueblos los legitiman como gobernantes. Y por lo tanto, más allá de cómo
cada pueblo decida, en la diversidad debemos respetarnos y en la diversidad
debemos crecer juntos”. Una frase por demás llamativa si se
repara en las características de los gobiernos de Nicaragua, Cuba y
Venezuela.
En
representación de Nicaragua estuvo el canciller Denis Moncada;
por Cuba participó el jefe del régimen Miguel Díaz
Canel; y Venezuela envió como referente a su ministro de
Relaciones Exteriores, Yván Gil.
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