Rafael Veloz García 26 de enero de 2023
@Rafaelvelozg
Me
preguntaron si las multitudinarias marchas que han llenado calles y avenidas de
todo el país pueden en realidad representar una gran preocupación para la
estabilidad del régimen de Nicolás Maduro. La respuesta, sin titubeo alguno, no
puede ser otro que un categórico SÍ, en supremas mayúsculas. A mi no me queda
duda que a los usurpadores de Miraflores desde el pasado 9 de enero, cuando se
inició este nuevo ciclo de protestas, el insomnio se ha agudizado por la
sobrecarga de nerviosismo.
Existen categóricas señales que no podemos ignorar. Maduro y sus funcionarios pensaron que podrían apaciguar las protestas con sus acostumbrados bonos de hambre y se equivocaron. A cambio recibieron un chaparrón de rechazo de la mayoría de los educadores, integrantes del gremio de la salud, pensionados y jubilados, entre otros, que le expresaron a viva voz a Maduro que no dejarían la calle ni las movilizaciones hasta que sean respetados sus derechos laborales, se les cancele un salario digno, se discutan y firmen los contratos colectivos y tengan calidad de vida.
Por otro lado, dentro de esas mismas señales, la tiranía se vio obligada a recurrir a su vieja práctica del terrorismo de Estado para infundir miedo y nada logró con eso. En esa puesta en escena en las dos últimas semanas, se presentó el caso de “los siete sindicalistas de Sidor detenidos y la persecución a otros en el estado Bolívar. El de Monseñor de Barquisimeto Víctor Hugo Basabe, quien solo por decir la verdad de lo que viven los venezolanos fue insultado por jerarcas de la dictadura en clara instigación al odio; el asedio del Sebin contra el sindicalista Starling Bracho (Corpoelec-Falcón); de Camilo Torres, vicepresidente del Colegio de Enfermería del estado Bolívar; la persecución e intimidación sufrida contra el doctor Julio García, presidente del Colegio de Enfermería del estado Carabobo;
el ataque perpetrado por motorizados encapuchados del régimen a periodistas de Palpitar Trujillano, así como el cobarde amedrentamiento y acoso de funcionarios del Sebin contra una hija en edad preescolar y la esposa del diputado a la Asamblea Nacional electa en 2015 por Barinas y Coordinador Político Nacional de Voluntad Popular, Freddy Superlano”, como apuntó el Frente Amplio Profesional en su reporte semanal informativo. Pero también Maduro soltó a las calles a sus colectivos tarifados para amenazar y sembrar miedo y ya vimos a través de las redes sociales como en Valera, estado Trujillo el pueblo los puso a correr. No hay miedo, lo que hay es una inmensa determinación de los trabajadores de llevar la lucha pacífica hasta el final.
De esa
determinación de seguir adelante fui testigo. El 23 de enero me correspondía
desde la plaza rectoral de la Universidad Central de Venezuela (UCV) acompañar
a lo que ha sido la mayor expresión de organización desde las aulas
universitarias, desde las aulas de los colegios privados, de los colegios
públicos, de la reuniones y asambleas realizadas de los sectores educación y
salud, de los trabajadores de los tribunales de justicia, etc., lo que nos dice
que hay una organización social, con unificación de criterios, por una justa
reivindicación económica con base en el artículo 91 constitucional y más aún,
una reivindicación existencial.
Todo
lo anterior por cuanto Venezuela sigue padeciendo una crisis humanitaria
compleja y la política de dominación y de esclavitud que utiliza este sistema
para acallar la protesta. Pero, por el contrario, se observó la valentía y el oxígeno
de sectores de los trabajadores que no le faltan. Acompañé esta marcha desde la
UCV, pasando por Plaza Venezuela hasta concluir en la sede del Ministerio
Público donde se realizó una concentración.
Estas
movilizaciones, que se vienen realizando en más de 60 ciudades del país, según
reporte de la Confederación de Profesionales Universitarios y Técnicos de
Venezuela (Confepuv), son producto de la existencia de una unificación de
unidad, de criterios y propósitos, factores que van a servir de manera determinante
a la organización social que le corresponde este año concretar la ejecutoria
ciudadana para emponderar al candidato presidencial, que será el líder de la
reconstrucción de nuestra nación. Esta agenda común de acción, además de que en
las asambleas de trabajadores se trata lo relativo a las contrataciones
colectivas, las denuncias que de manera permanente hacen los sectores
sindicales y gremiales, deja latente también la conclusión en todos los
sentidos de que es necesario el cambio político, el cual debe llegar por la vía
electoral.
De ahí
que la elección primaria de la oposición es el instrumento apropiado para
confrontarlo a la antipolítica de una imposición de una candidatura de
consenso, que es lo que busca el régimen, porque sabe que no puede actuar en
las calles del país, el régimen no puede operar en la conciencia de los
venezolanos. El régimen puede actuar en pequeños escenarios bajo un sistema de
controles, de sumisiones y de compra de conciencia para aquellos pocos que hoy
la venden y es por eso que quiere el consenso, por ser la mejor vía de
imposición contra la soberanía popular. Esto se trata de la antipolítica, de la
antidemocracia.
Los
esfuerzos que se hacen por nuestros objetivos tienen que venir acompañados de
la definición de un liderazgo de acuerdo a los tiempos. Si tenemos la
caracterización de un sistema que ha controlado los Poderes Públicos y lo único
que existe es la organización ciudadana, debemos determinar que el perfil y la
naturaleza de ese líder debe ser de amplitud, para que acompañado de la
soberanía ciudadana, con propuestas para las grandes soluciones que requiere
nuestro país, permitan que tenga en su poder un acuerdo mínimo común de
gobernabilidad. Por lo tanto, resulta imperativo que surja de la primaria ese
tipo de liderazgo, con una visión estratégica más allá de una mera elección de
candidato presidencial.
Hemos
observado que se ha bajado el volumen del inefable medio de consenso porque la
Comisión Nacional de Primaria, de manera valiente y a pesar de no contar con
los recursos indispensables, como no cuentan la mayoría de los venezolanos con
los de la dieta diaria o para la defensa de la democracia, ha dado pasos
importantes. Ya ha anunciado que en las próximas semanas se constituyen las
juntas electorales regionales, que es donde propiamente va a descansar el
trabajo y la ejecución en las regiones y los municipios.
A la
Comisión Nacional de Primaria varias organizaciones le han manifestado un
irrestricto apoyo, como por ejemplo la de una plataforma conformada por trece
organizaciones políticas, como lo es Todos Somos Unidad, así como también el
movimiento Venezuela Democracia Unida, donde están líderes que acompañaron al
PSUV y líderes social cristianos y social demócratas. Y también han hecho lo
mismo organizaciones de corte social, lo que indica que ya existe una unificación
de las distintas organizaciones más allá de los distintos G que puedan surgir
por ahí, porque esto no puede ser una discusión de los G con un número al lado,
esto tiene que ser una discusión de los ciudadanos.
Y la Confederación de Profesionales Universitarios y Técnicos de Venezuela
(Confepuv), por otro lado, estará con sus mejores especialistas en asambleas
ciudadanas que se van a comenzar a realizar en los próximos días, para llevar a
la consideración un cuestionario sobre los temas más importantes para ir a una
consulta ciudadana. Sobre ese cuestionario podemos ahondar en detalles en el
próximo artículo y que por la vía web, pero sobre todo por la vía ciudadana
directa, podamos tener la opinión de la gente, porque está movilización de
votos de la primaria va más allá de una acción meramente electoral, es en
realidad una acción de la conciencia del cambio político y un móvil que
considero le da mucha fortaleza, en la cual las organizaciones antes citadas
anunciaron en una reunión en que tuve la fortuna de acompañar, que trabajarán
en pro del fortalecimiento de la familia, de la reconstrucción de la familia
venezolana, base de toda sociedad y que tenemos el deber de recuperar y
defender por el futuro de Venezuela y sus ciudadanos.
El
país está en movimiento por la libertad, la democracia y la vida. Eso vemos en
sus calles con las protestas y en la forma como se unifican las más variadas
organizaciones en torno a una causa común, que es el cambio del rumbo político
de la nación.
Rafael
Veloz García
@Rafaelvelozg
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