JAVIER CONDE 21 de marzo de 2024
@jconde64
La
lucha política en Venezuela es una lucha global. Nicolás Maduro cuenta con la
internacional autocrática y no está aislado. La comunidad internacional
democrática tiene que llamar a las cosas por lo que son: “Aquí no hay un
proceso normal de elecciones”. Leopoldo López está resteado con la candidatura
de María Corina Machado sin pizca de duda. “Ella ha combinado serenidad,
amplitud, liderazgo y activismo en la calle”.
Leopoldo
López no para. Es un rasgo de su personalidad y de su compromiso político. Con
avances y retrocesos. Con calle, cárcel y exilio acumulados durante 20 años de
trajinar en la arena movediza del conflicto venezolano. Cuando hablamos -el
miércoles a principios de la tarde, antes de la penúltima arremetida de Maduro-
estaba en Sudáfrica, dos días antes en Madrid, donde reside y adonde había
retornado tras otra gestión por el mundo. Participa en los últimos años en
el World Liberty Congress, una iniciativa mundial de líderes que viven, y
pelean, bajo regímenes autocráticos. Las autocracias, dice, van ganando: en lo
que va de siglo XXI no se ha producido una transición a la democracia.
Aún
cuando la convocatoria electoral no es ni libre ni justa, López llama a
aprovechar cada ventana para impulsar la transición. Cuestiona a
colaboracionistas, opinadores y analistas que ponen la carga de la culpa en la
oposición democrática y destaca, por encima de todo, la claridad de la gente
que sorprendió con la masiva participación en las primarias y tiene una
“vocación profunda” de cambio político.
¿Qué le pareció el mensaje de María Corina Machado del domingo 17 de marzo?
María
Corina está en una circunstancia en la que tiene que mantener con todos los
obstáculos la ruta electoral, que es a lo que ella se ha comprometido y es lo
que está haciendo. Mantener la ruta electoral en este momento significa sortear
obstáculos y esta es una semana clave con el gran desafío de la inscripción.
María Corina ha venido haciendo las cosas con una combinación de serenidad,
amplitud, liderazgo y activismo en la calle.
¿Esperaba
el mensaje antes?
Ese
era el momento oportuno. Las reacciones han sido muy positivas dentro de
Voluntad Popular y también con los que he hablado de otros partidos. Muy bien
dentro de las dificultades que se está enfrentado.
¿Se
está jugando en el tablero o la cancha que diseñó el régimen de Nicolás Maduro?
Yo
estoy ahora en Sudáfrica y (Nelson) Mandela decía que es que el opresor quien
plantea el terreno de lucha y no el oprimido. Maduro es un opresor, es un
dictador, aquí nadie se puede llamar a engaño. Maduro no está planteando una
elección libre ni justa. Ha mentido una y otra vez y a los últimos que engañó
fue a los norteamericanos. Se sentó, negoció y obtuvo lo que estaba esperando y
no entregó nada de lo que se comprometió. No deberíamos sorprendernos de
lo que haga Maduro.
¿Qué
es de lo que más le preocupa del cronograma anunciado por el Consejo Nacional
Electoral?
Es un
cronograma electoral que tiene, primero, incertidumbres; y, segundo,
manipulaciones. Todo el proceso de registro no queda claro, todavía no se ha
publicado cómo van a ser los mecanismos de sustitución, la dictadura ha
actuado en contra de las tarjetas de los partidos, ya había ilegalizado algunos
partidos como Voluntad Popular hace unos años y ha terminado de anular
las tarjetas de un montón de partidos. Hay un desafío no solo de nombres, sino
de las tarjetas disponibles para apoyar el camino de la mayoría democrática
Solo tenemos disponibles dos tarjetas y eso evidentemente supone nuevos retos.
¿Aun
así el 28J es la fecha para el cambio político?
Le
estamos apostando todos a eso porque si algo hemos aprendido a lo largo de
todos estos años es que tenemos que aprovechar cada ventana y seguir adelante
independientemente de lo que suceda. El 28J hay un evento que está convocado
que yo no lo llamaría una elección libre ni justa. Creo que es muy importante
que quienes interpretan lo que está ocurriendo en Venezuela y desde afuera no
caigamos en el error y en la narrativa de llamar al 28J una elección libre. No
lo es. Ni siquiera es una elección, por la manipulación que está haciendo
Maduro. Lo que percibo es que hay un mar de fondo gigantesco, muy muy poderoso
de vocación de cambio de los venezolanos. Y eso tiene que ver con la
desesperación de la gente con lo que está pasando en el país y con algo muy
concreto que alguna gente trata de evadir y los colaboradores de Maduro solo
buscan excusas. La gente está muy clara que el problema de la tragedia de
Venezuela tiene nombre y apellido, Nicolás Maduro. No son ni las sanciones, ni
otros países, ni es la oposición. El 28J va a ser una oportunidad para que los
venezolanos se puedan expresar. La dictadura va a seguir poniendo obstáculos y
seguiremos sorteando esos obstáculos. Hay que fijarse dónde estamos. Se han
hecho predicciones de que se iba a llamar a la abstención, no ha ocurrido; de
que se iba a dividir la oposición, no ha ocurrido; de que María Corina se iba a
apartar del camino electoral, no ha ocurrido. Hay un proceso que ha incorporado
las lecciones aprendidas de todos estos largos años de lucha. Hay nuevos
elementos, claro, porque existe ahora un elenco de colaboracionistas en todos
los ámbitos. Muy evidente en lo político, pero me llama mucho la atención
también en el sector gremial, en algunos sectores opináticos y en algunos
sectores de analistas que buscan empujar una tesis favorable a Maduro.
“Hay
diferencias pero estamos unidos”
¿Se
puede derrotar a una dictadura con el voto?
Se
puede derrotar con el pueblo en la calle y con el pueblo expresándose. Los
sectores democráticos no tenemos el poder del Estado, no tenemos recursos, no
tenemos las armas. Lo que tenemos es a la gente y ¿cómo se expresa la gente
masivamente? De dos formas, votando y protestando. Así ha sido y eso sigue
estando planteado. Si en el 2014 había un descontento con Maduro, en este
momento es muy superior. Entonces, Maduro mostró su cara violenta y represora y
eso lo llevó a la Corte Penal Internacional. Los venezolanos están claros en
que Maduro es un asesino, un represor y puede meter preso por un tuit, por una
opinión o por convocar a la gente. Estamos en un escenario de una dictadura
incluso más represiva y más cerrada que Cuba. Pero el mar de fondo del descontento
sigue allí. Tanto es así que Maduro tiene que salir a montar teatros con
Inteligencia Artificial para mostrar que tiene gente. La inmensa mayoría de los
venezolanos lo que quiere es tener la oportunidad de salir a votar y votar en
contra de Maduro.
¿Es
esta una oportunidad que nunca ha habido para producir el cambio político?
Ha
habido oportunidades. Esta es una tremenda oportunidad y siempre se seguirá en
pie de lucha. Creo que plantear las cosas de que es la última oportunidad ya lo
hemos visto en el pasado y aquí seguimos. Por supuesto que es una gran
oportunidad, porque los venezolanos están deseosos de salir a votar. Incluso
con la inhabilitación de María Corina también se pueden sortear los obstáculos.
Creo que María Corina ha logrado unificar el país, que es algo muy importante;
que ha logrado unificar a los sectores políticos, que también es muy
importante, y que hay también una interlocución legitimada y clara ante la
comunidad internacional. Ha habido otros momentos donde eso ha existido, pero
sin duda alguna, hay una gran oportunidad porque hay una convocatoria a los
venezolanos para que salgan a expresarse y lo que tenemos que buscar es que esa
oportunidad se pueda materializar.
¿Es
sólida la unidad de la oposición o que le falta para consolidarse?
Voy a
contextualizar primero. Me he dedicado los últimos años a acumular una alianza
de movimientos y lideres en países bajo regímenes autocráticos. No he conocido
el primero de los países donde no hay diferencias entre los sectores
democráticos. Ninguno. En Rusia, en Bielorrusia, en Nicaragua, en Cuba, en
Zimbabue, en Chad, en Hong Kong, en China. Y cuando comparo el desempeño de los
sectores democráticos en Venezuela con el resto de los países, nosotros estamos
promediando muy por encima. Cuando ha habido la necesidad de estar unidos,
hemos estado unidos. Hay diferencias, por supuesto que las hay, pero en los
momentos críticos hemos estado unidos. Y en este momento hay una unidad
detrás de nuestra candidata que fue electa en primarias. El que se salga de eso
en estos momentos, está con Maduro. Y eso es muy claro, no es plantear las
cosas de manera maniquea sino que Maduro busca dividir pero hasta ahora la
Plataforma se mantiene unida y consciente, respaldando el liderazgo de María
Corina Machado.
¿ A
qué atribuye esa extraordinaria recuperación de las fuerzas democráticas en un
lapso relativamente corto
Por
encima de todas las cosas, al inmenso deseo de los venezolanos de salir
de Maduro. El pueblo se ha unido en distintos momentos, en convocatorias
de elecciones que hemos ganado y perdido , ha habido protestas prolongadas no
de un día o una semana sino por meses, ha habido momentos de tremendo respaldo
internacional, ha habido ciclos, pero creo que el común denominador ha sido que
el pueblo ha dado el respaldo. Con las primarias había unos profetas del
desastre con respecto a lo que iba a suceder. Y lo que pasó es que el pueblo
sorprendió, porque eso fue lo que pasó el 22 de octubre. Nadie planteaba que
iban a salir más de dos millones de personas pero la gente sorprendió. El
optimismo de esta lucha me lo da el hecho de saber que la vocación profunda de
cambio de los venezolanos sigue en pie. Por supuesto, en un contexto más
represivo, más violento, con mucha más censura, con mayores restricciones de
movilidad. Es una voluntad de cambio creciente. Muy superior a lo que
hemos visto en años recientes porque la situación del país se ha deteriorado
aun más y porque la gente no es tonta; sabe a pesar de las mentiras y las
manipulaciones, de las amenazas, que aquí el culpable del desastre es Nicolas
Maduro.
Respaldo
total a María Corina
En las
próximas horas debe decidirse la candidatura que represente a María Corina
Machado, ¿es así?
A ella
le corresponde hacer el anuncio y por supuesto yo respeto el momento, la
circunstancia y el fondo del anuncio que ella vaya a hacer.
¿Haría
lo mismo si estuviera en su lugar?
He
respaldo totalmente lo que ella está planteando. Apoyamos a María Corina en las
primarias, a nivel de equipos, estados, municipios. Estoy en contacto
permanente.
En las
circunstancias actuales el peso de la comunidad internacional resulta vital
Primero
que hay que llamar las cosas como son. En Venezuela no hay un proceso normal de
elecciones, lo digo porque me han sorprendido algunos titulares y opiniones que
he leído…
…¿de
Lula, de Pedro Sánchez?
De
(Gustavo) Petro también y algunos otros y me ha sorprendido como algunos
medios, al igual que lo he visto con el caso de Rusia, hablan de la elección de
Venezuela como si fuera una elección normal. No se pueden llamar las cosas como
lo que no son. No es una elección ni justa ni libre, es un proceso totalmente
manipulado. La comunidad internacional es sumamente importante. Hay gente
que se equivoca cuando dice que Maduro está aislado de la comunidad
internacional. Es mentira. Maduro no está aislado de la comunidad
internacional, más bien está mucho más engranado en una comunidad internacional
de lo que estaba antes y me refiero a la comunidad internacional autocrática.
La principal razón por la que Maduro sigue aferrado al poder en Venezuela es
por el apoyo que le ha dado China, que le ha dado Rusia, que le ha dado Irán,
apoyos que se traducen en distintos ámbitos, apoyo diplomático, apoyo
financiero, apoyo militar, apoyo para la manipulación de las redes sociales.
Hay un engranaje de apoyo entre las autocracias y creo que no existe el mismo
nivel de engranaje en la comunidad democrática. A eso hay que estar muy atento
no solo con respecto a Venezuela, sino con del estado de la democracia en el
mundo.
¿Cree
que ha fallado el flujo de información desde la oposición hacia las naciones
democráticas?
Todos
esos países tienen sus representantes en Venezuela. Hay una realidad y es que
esos países están poniendo por encima sus intereses económicos y estratégicos
antes que la democracia. Eso lo vinos en el proceso de negociación entre Maduro
y Estados Unidos, donde los temas de agenda eran primero, el tema migratorio,
equivocado al pensar que estabilizando la dictadura se iban a contener los
flujos migratorios; el segundo punto era el tema energético; el tercer punto el
intercambio de rehenes y el cuarto punto el tema de democracia. Al final,
Maduro se sentó, negoció, obtuvo todo y no entregó nada. Estados Unidos tiene
toda la información pero por la manera como abordaron la negociación los
resultados están a la vista.
De
esas negociaciones salió la primaria…
Se
puede decir que eso fue parte de esa negociación. Lo que estaba planteado era
mucho más que eso, era un cronograma electoral transparente y la habilitación
de María Corina. Eso estuvo sobre la mesa en todo momento, y cuando se
fue a la firma de Barbados, el tema de la habilitación de María Corina, por
supuesto, que era la principal preocupación. Pero la dictadura de Maduro no le
permitió a Voluntad Popular firmar ese acuerdo. Sacaron a nuestro representante
porque nosotros estábamos insistiendo en que había que poner tanto la fecha de
elección como la habilitación con nombre y apellido de María Corina Machado. No
se firmó así y estamos viendo las consecuencias.
¿Había
fuerza para lograr eso?
Creo
que si hubiera habido determinación, la importancia de plantear las cosas con
nombre y apellido, yo creo que se pudo haber logrado. Pero eso es agua pasada y
yo no hago del ejercicio de la política una guerra de culpas. Hay que mirar
hacia adelante. Necesitamos el acompañamiento de los países democráticos, por
supuesto, porque esta es una pela global. Venezuela no está aislada, ni Maduro
está aislado.
La
correlación de fuerzas entre comunidad democrática y autocrática, ¿a cuál es
favorable?
El
cuadro mundial dice que en los últimos 18 años hemos visto una recesión
democrática. En lo que va de siglo XXI no hemos visto ni una sola transición a
la democracia y siete de cada diez personas en el mundo están viviendo hoy bajo
regímenes autocráticos. Es más que evidente que las autocracias trabajan en una
colaboración en muchas dimensiones. Y creo que el mundo democrático tiene el
desafío de reconocer el problema, de trabajar juntos y de asumir como
compromiso empujar las transiciones a la democracia donde existan autocracia. El
estado del mundo está favoreciendo a las autocracias y por eso hay que alertar
e izar una bandera sobre la necesidad de cada vez lograr mayor articulación
entre gobiernos movimientos, sector privado, oenegés y organizaciones
multilaterales en lo que significa la defensa de la democracia.
Una
estructura criminal
¿Es
mucho más difícil negociar con Maduro de lo que fue con Augusto Pinochet?
Por
supuesto. Aquí en Sudáfrica la negociación para salir del sistema
del Apartheid tuvo muchas fases. Las primeras fueron las acciones que
comenzaron con un boicot y luego se impusieron sanciones lo que obligó a que la
transición se acordara entre (Frederik) De Klerk y (Nelson) Mandela. La verdad
que es que a Sudáfrica siempre se le pone como un ejemplo, por que lo es, pero
fue una transición que se impulsó desde quienes estaban en el poder. Quien
abrió la compuerta fue De Klerk y el que la articuló fue Mandela y por eso les
dieron a ambos el Premio Nobel de la Paz (1993). En el caso de
Chile, (Augusto) Pinochet tuvo que reconocer los resultados del
Plebiscito (1988) y pudieron construir su transición con un sistema híbrido, en
donde Pinochet se mantuvo como jefe del Ejército. La otra transición de la que
se habla mucho es la de España, que ocurrió tras la muerte del dictador
Francisco Franco y con el entendimiento de quienes estaban en ese momento en el
poder de construir una transición. Partiendo de esos ejemplos, que son los
clásicos que se estudian con respecto a transiciones, en todos ellos hay
puertas que van abriendo quienes están en el poder. En este momento, pareciera
que Maduro está buscando cerrar todas las puertas. Hay otra dimensión que no
estaba presente ni en España, ni en Chile, ni en Sudáfrica que es la estructura
cleptocrática del poder en Venezuela . Hoy Venezuela dejó de ser una economía
petrolera y se convirtió en una economía criminal que está en el contrabando,
en la extracción de oro de manera indiscriminada, en el manejo totalmente opaco
y corrupto del petróleo y en el tráfico de cocaína. Esos son los pilares de la
economía de Venezuela y por supuesto el Estado venezolano se ha convertido en
una estructura criminal. Nosotros lo henos venido alertando desde hace
muchos años, pero hoy los que certifican son la Corte Penal Internacional,
que acaba de designar a los tres jueces que se van a encargar de atender el
caso de Nicolás Maduro, y los organismos internacionales que están presentando
los hechos y la realidad de Maduro como responsable de promover y cometer
crímenes de lesa humanidad. Además de la corrupción masiva y estructural
en que se ha convertido el Estado venezolano.
¿Cree
que ha faltado mayor explicación de las garantías políticas y jurídicas
implícitas en un proceso de transición?
Eso es
el corazón de la transición. Ha habido muchas propuestas en las conversaciones
en México, Noruega, Barbados, llevamos 20 años hablando. Siempre ha sido
intención de los demócratas construir un camino de garantías y de eso puede dar
fe con detalles nuestro responsable de ese proceso que es Gerardo Blyde.
Donde no ha habido voluntad es del lado de la dictadura. Me sorprende
cuando escucho a algunas analistas o comentaristas que ponen la carga de la
culpa en los sectores democráticos. Es como decir que a una mujer la violaron
porque tiene la falda corta. Violador es violador. La culpa es del violador y
aquí quien tiene la responsabilidad de haber evitado que se dé un proceso de
transición a la democracia, que se den garantías para un proceso electoral, que
se dé una convivencia nacional, que se recupere la economía, que atienda la
tragedia humanitaria, que regresen los venezolanos, tiene nombre y apellido,
Nicolás Maduro y su estructura de poder.
JAVIER
CONDE
@jconde64
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