San Josemaría 15 de octubre de 2022
@sJosemaria
¡Que el otro está lleno de defectos!
Bien... Pero, además de que sólo en el Cielo están los perfectos, tú también
arrastras los tuyos y, sin embargo, te soportan y, más aun, te estiman: porque
te quieren con el amor que Jesucristo daba a los suyos, ¡que bien cargados de
miserias andaban! –¡Aprende! (Surco, 758)
Te
quejas de que no es comprensivo... –Yo tengo la certeza de que hace lo posible
por entenderte. Pero tú, ¿cuándo te esforzarás un poquito por
comprenderle? (Surco, 759)
¡De acuerdo!, lo admito: esa persona se ha portado mal; su conducta es reprobable e indigna; no demuestra categoría ninguna.
–¡Merece
humanamente todo el desprecio!, has añadido.
–Insisto,
te comprendo, pero no comparto tu última afirmación; esa vida mezquina es
sagrada: ¡Cristo ha muerto para redimirla! Si Él no la despreció, ¿cómo puedes
atreverte tú? (Surco, 760)
Verdaderamente
la vida, de por sí estrecha e insegura, a veces se vuelve difícil. –Pero eso
contribuirá a hacerte más sobrenatural, a que veas la mano de Dios: y así serás
más humano y comprensivo con los que te rodean. (Surco, 762)
Tomado
de: https://opusdei.org/es-ve/dailytext/
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