El parte de guerra de Caracas de este fin de semana reporta extraoficialmente 40 muertes violentas, 40 familias enlutadas por enfrentamientos o ajusticiamientos, la mayoría de ellos jóvenes de sexo masculino de edades entre los 18 y los 30 años, según datos estadísticos.
Decimos datos extraoficiales porque el Min PoPo de Interior y Justicia no reporta la verdad, la verdad sale a relucir a través de periodistas aguerridos y de trabajadores y empleados de la morgue de Bello Monte que pasan la información ocultando la su identidad.
Al gobierno rojo no le interesa dar a conocer este horrible parte de guerra, pues pone al descubierto su fracasado plan “Caracas segura”, puntos de control regados por toda la ciudad, no precisamente dentro de las barriadas, sino en su periferia, que se han convertido en centro de matraca, de bajar de la mula a los conductores que pasan por allí. Mientras la corrupción de funcionarios deshonestos campea libremente en contra de la ciudadanía, los malandros y las bandas armadas hacen de las suyas en nuestras barriadas populares.
Hasta cuándo Ministro Tarek El Aissami, hasta cuando su incompetencia, su falta de voluntad de acometer el problema con verdadero ímpetu, es necesario imponer el imperio de la justicia, de lo contrario las cifras continuarán creciendo y la guerra de baja intensidad que nos atemoriza a todos seguirá cobrando víctimas fatales, y ni hablar de la cantidad desconocida de heridos por armas de fuego y armas blancas, las estadísticas nos hablan que por cada fallecido se deben contabilizar entre 4 ó 5 heridos.
¿Será que acaso la permisividad de la violencia es parte de la política del estado revolucionario para amedrentar y atemorizar a los ciudadanos de este país?. Esperamos que esta pregunta tenga una respuesta negativa, hasta ahora los hechos han demostrado lo contrario.
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