Quiero un país…

Por: María Esperanza Farías San Vicente

Hace algunos días, cuando comentábamos cual debería ser el hashtag que definiría nuestra planificación del país, le comentaba a @darria que no me parecía hablar de la “Venezuela del Futuro”.

Puede que se escuche raro no querer hablar de un país de futuro, pero tengo casi 30 años escuchando durante todas las campañas electorales “esta vez vamos a construir la Venezuela del futuro” o “ahora si tendremos la Venezuela que queremos” y me pregunto yo ¿la Venezuela de ahora es la del futuro o la que queríamos en las campañas electorales pasadas? Entenderán que al hacer esta reflexión me pregunto entonces ¿cuál Venezuela queremos?

Mi respuesta es simple, quiero una Venezuela de presente; en esa Venezuela quiero a un Ciudadano que sea formado para conocer toda la historia, todas las teorías políticas, que conozca la ciencia, la cultura… que conozca todo lo que pueda y quiera, porque eso lo hace libre. El conocimiento permite al ser humano ser libre, autónomo y coherente en su pensamiento y acción y evita que se le catalogue como un objeto de vitrina.

Quiero un país de aceptación, en donde se quiera y se respete a quien piensa diferente, se pueda conversar sobre las opiniones y las diferencias permitan acuerdos.

Quiero un país que no me haga vivir en incertidumbre, así como también un país en donde el Héroe nacional no se convierta en victimario del ciudadano, porque la memoria de Bolívar, a lo largo de la historia contemporánea, ha sido usado en beneficio de unos pocos, y en contra de la mayoría.

Quiero un país que deje de ser una aristocracia disfrazada de democracia, si como dice Aristóteles la democracia es el gobierno de muchos ¿por qué aquí son solo unos pocos los que deciden?

Quiero un país en donde los ciudadanos no evadan la responsabilidad de participar y dejen de ser abstencionistas, porque solo en nuestras manos esta el beneficio o destrucción del país.

Quiero un país donde la economía no dependa del color del partido de gobierno, sino que sea una continuidad en el tiempo que nos deje crecer y vivir cada vez mejor. Una economía que permita la libertad empresarial, la generación de empleos, garantista de la propiedad privada.

Quiero un país en donde los profesionales universitarios el día de la graduación no piensen “¿ahora que hago con esto?” y planifiquen un futuro fuera de nuestras fronteras. Por lo tanto quiero un país que exporte bienes de servicio y petróleo, no cerebros.

Quiero un país en donde la política no determine la vida del ciudadano, sino el ciudadano la política del país. Así que quiero un país donde los único que se pronuncien no sean los representantes de los partidos políticos, lo necesario es que ellos nos escuchen para saber que queremos, que necesitamos y en función de eso actúen; no en vano son nuestro rostro.

Pero para lograr el país que quiero debemos dialogar, acordar, educar, diseñar, progresar y participar, para poder construir una Venezuela de PRESENTE y no sigamos con las ofertas de una Venezuela de futuro que nunca llega.

Publicado por:

Cumbre Ciudadana