Mientras nuestro Presidente viajaba a Cochabamba para la cumbre del Alba, mientras prometía que Venezuela se convertirá en una potencia energética, mientras se firma la creación del Sucre como moneda de los países aliados del imperialismo Bolivariano, en Caracas mueren víctimas de la violencia hamponil 57 caraqueños, un baño de sangre, una guerra civil de baja intensidad.
El gobierno parece incapaz de detener la ola de violencia, de sicariato, de secuestros que azotan la nación. Otros piensan que esta permisividad de la violencia es parte de la política de estado impuesta por el gobierno rojo, para provocar miedo, desesperanza, desolación y emigración de aquellos compatriotas que lo pueden hacer.
Sin embargo la mayoría de los ciudadanos de este país, sea porque no pueden o porque no quieren, nos quedaremos en la patria y veremos el final de esta historia, de nosotros dependerá minimizar el baño de sangre, de nosotros dependerá minimizar las pérdidas económicas, de nosotros en fin dependerá la reconstrucción de la nación, para ello apoyamos con todas nuestras fuerzas la campaña que hoy emprenden un grupo de estudiantes “A VENCER EL MIEDO”.
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