domingo, 4 de octubre de 2009
Gano el Lider…
Este jueves 1° de octubre, los trabajadores de PDVSA celebraron al fin sus elecciones sindicales en un clima de fuerte tensión, monitoreadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y luego de haber sido postergadas en unas ocho oportunidades.
Hoy es claro que la billetera de PDVSA, con la cual se dice se habría subvencionado la meteórica campaña electoral de la Plancha N°7; el peso del poder patronal para “convencer” al trabajador de la dirección del voto; la determinante participación de las fuerzas policiales y la Guardia Nacional; más la “ayudita” de la experiencia del CNE en direccionar comicios, dio sus frutos, como cabía esperar.
Así, para sorpresa de pocos, las “elecciones” las ganó la Plancha N°7, que encabezaba Will Rangel, la cual estaba respaldada no sólo por el PSUV (el partido del Presidente) sino desde las altas esferas directivas de PDVSA. Con una participación de 70% de los más de 33.600 trabajadores con derecho a voto de la industria, la Plancha N°7 obtuvo 15.000 votos, que representan el 54,27% de los sufragios, y se alzó con siete de los 12 puestos de la Directiva de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (FUTPV).
La segunda Plancha favorecida por los trabajadores de PDVSA, fue la N°1, liderada por José Bodas, quien venía manteniendo una posición opositora a las políticas de la Junta Directiva de PDVSA en defensa de los intereses de los trabajadores. La N°1, con 7.557 votos (27,32% del sufragio) captó 4 puestos de la nueva directiva de FUTPV, entre ellos la Secretaría General, el segundo cargo en importancia de esta federación. Cabe acotar que los resultados reflejaron que unos 10.000 trabajadores no siguieron la línea que les dio la directiva de PDVSA.
La importancia de estas elecciones viene dada, porque de su realización dependía, por exigencias tanto de PDVSA como del Ministerio del Trabajo, la discusión o no de la contratación colectiva 2008-2010.
Al respecto cabe recordar que en julio de este año, el ministro de Energía y Minas y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, advirtió a sus trabajadores que PDVSA no sólo está resteada con Chávez sino que no discutiría el contrato colectivo del sector hidrocarburos con ningún sindicato opuesto a la ideología del mandatario, y que trabajador que se negara a inscribirse en un comité socialista sería considerado un conspirador.
Hoy, Hugo Chávez y Rafael Ramírez podrán descansar en sus laureles, no en vano el nuevo presidente de la FUTPV, Will Rangel, en una de sus primeras declaraciones como vencedor de la contienda proclamó que “el único líder que existe, el único líder que ganó en este proceso fue el presidente Chávez”. Más claro no canta un gallo.
En opinión de algunos analistas, incluso con todo ese amañamiento electoral, lo relevante de estos comicios es que por primera vez en años los trabajadores de PDVSA tendrán un organismo representativo para discutir su convención colectiva.
Otros opinan que lo que no dijo Wills es que el verdadero perdedor podría ser el trabajador, quien tendrá en adelante un sindicato en su mayoría servil al patrono.
Lo cierto es que ahora los representantes sindicales electos se enfrentarán al reto de hacer cumplir las exigencias laborales de todos los trabajadores así como bregar por mejores condiciones en el deteriorado ambiente de trabajo de la industria. Esto podría poner a calentar una olla de presión en la masa laboral.
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