sábado, 10 de octubre de 2009
Edit. Washington Post, Premio Nobel de la Paz
Nuestra candidata: NEDA de IRAN.
El Presidente Obama ha ganado el Premio Nobel de la Paz. Pero no fue su culpa.
Sábado 10 de Octubre.
Es raro que un Premio Nobel de la Paz, le haga sentir a uno pena ajena por el galardonado. Al bendecir al Presidente Obama, el Comité del Nobel intentó estimular lo que ellos llaman “sus extraordinarios esfuerzos para el fortalecimiento de la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos”. Un momento más oportuno para premiarlo hubiera sido esperar a que esos esfuerzos hubieran dado algunos frutos.
No es una crítica al Sr. Obama que apenas a nueve meses de su toma de posesión, sus objetivos son sólo eso, objetivos. Su Premio de la Paz viene en la misma semana en que Washington se consume en la discordia de un debate sobre cómo ganar la guerra en Afganistán; la administración Obama anuncia un posible retraso en su plan para cerrar la Prisión en la bahía de Guantánamo, en Cuba; el Ministro israelí de relaciones exteriores le dice al mundo que el acuerdo de paz para el medio oriente promovido por el Sr. Obama no ocurrirá pronto. El Comité del Nobel anuncia que el Sr. Obama ha “creado un nuevo clima en la política internacional” esta afirmación es tan realista como la parodia de la semana pasada del “Saturday Night Live” donde se ríen del Presidente por no haber cumplido, hasta ahora, una serie de promesas de campaña.
Nosotros entendemos cuánto los escandinavos y otros países europeos celebran el final de la administración Bush; en ese sentido, el Premio al Sr. Obama confirma que su ascenso a la presidencia ha mejorado sustancialmente la imagen de los Estados Unidos de América en el mundo, ó al menos parte de ella. Pero en la oferta de esta última Euro-celebración de las elecciones de 2008, el comité noruego también ha demostrado una cierta desubicación sobre los Estados Unidos. Si hay algo que anima a los críticos de Obama en este país, es la impresión de que él es el centro de un culto mundial a la personalidad. Este premio, en este momento, sólo alimenta esa impresión, y por lo tanto no le hace ningún favor político.
La decisión del Comité Nobel, es especialmente sorprendente dado que una mejor alternativa era evidente. Este año, cientos de miles de ciudadanos en Irán desafiaron a la feroz violencia oficial para exigir su derecho a votar y hablar libremente. Docenas de personas murieron, miles fueron encarcelados. Uno de los muertos era una joven de nombre Neda Agha-Soltan, Su asesinato por los matones que trabajan para la teocracia islamista, capturado en video, conmovió al mundo. Un premio póstumo para Neda, como el icono de un movimiento democrático en Irán, reconocería los sacrificios que el movimiento hizo y alentaría su lucha en una hora oscura. La democracia en Irán no sólo es para liberar a su pueblo, también mejoraría drásticamente las posibilidades de paz en el mundo, pues el régimen que la asesinó, persigue la creación de armas nucleares en abierto desafío a la comunidad internacional.
Anunciando el Viernes, que aceptaría el Premio Nobel de La Paz, el Sr. Obama muy cortésmente ofreció compartirlo con “la joven mujer que marcha en silencio por las calles promoviendo su derecho a ser escuchada aún en contra de golpes y balas”. Pero el hecho de que omitió decir el nombre de Neda ó el de su país, quizás por consideración al régimen iraní con el que está intentando negociar, muestra las diferencias que existen entre la “diplomacia y la cooperación entre los pueblos” por una parte y el apoyo a los derechos humanos por la otra parte. El Comité del Nobel le habría podido ahorrar al Sr. Obama este dilema si le hubiera otorgado el Nobel de la Paz a Neda en vez de al él.
Traducción libre del equipo productor.
Texto original en Ingles:
Washington Post
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