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martes, 1 de marzo de 2016

El rumbo económico, por @OmarBarbozaDip



Omar Barboza Gutiérrez 29 de febrero de 2016
@OmarBarbozaDip

Según cifras oficiales del Banco Central de Venezuela, la inflación en los últimos tres años ha sido de: 52,2% en 2013, 68,5% en 2014 y 180,9% en 2015; con la particularidad de que en el último de los citados años, la inflación en el precio de los alimentos fue de 315% con las consecuencias que esta dramática cifra tiene para las familias más pobres, que utilizan la mayor parte de sus ingresos en tratar de alimentarse. En resumen, el BCV concluye afirmando que la economía venezolana se contrajo en un 5,7% durante ese año 2015.


La tendencia que se inició en el año 2013, indica que las consecuencias que estamos viviendo no son un producto aislado de la caída de los precios petroleros, así vemos, que todos los países dependientes de manera importante del ingreso petrolero tomaron previsiones lógicas porque saben que históricamente los precios del petróleo están sometidos a los ciclos de precios altos y bajos, y ahorraron suficientemente en la larga temporada de precios altos nunca vistos; y sin embargo, el gobierno de Venezuela, a pesar del mandato contenido en el Artículo 321 de la Constitución de establecer un Fondo de Estabilización Macroeconómica, y que por ley ya estaba creado, lo que nos obligaba a ahorrar en épocas de precios altos, lo cual no fue respetado, y por eso hoy apenas tenemos la cantidad de 3 millones de dólares en el mencionado Fondo.

En cambio, crearon otros Fondos, no controlados constitucionalmente, como el FONDEN donde se manejaron más de 140.000 millones de dólares, y hace tres años que no publica sus balances para que todos los venezolanos conozcamos qué se hizo con nuestros dólares en la época de los inmensos ingresos petroleros. Y la deuda externa venezolana que para el año 1998 estaba en 32.000 millones de dólares, a la fecha actual está por el orden de los 225.000 millones de dólares. Todo esto nos da una idea del saqueo al cual hemos sido sometidos.

Queda claro que quienes han dirigido la guerra económica y han inducido la inflación galopante están en Miraflores. Comparemos las cifras que siguen: Para enero de 2011 la liquidez monetaria estaba por el orden de los 300.000 millones de bolívares, y las reservas internacionales en 29.000 millones de dólares; en cambio, para enero de este año 2016, las reservas internacionales bajaron a 15.500 millones de dólares, y el dinero en circulación pasó de 4 billones (un 4 y 12 ceros) de bolívares. Y todavía, creyendo ignorantes a los venezolanos, mienten afirmando que la guerra económica y la inflación inducida fueron dirigidas por la oposición y el imperio.

En el fondo del asunto lo que pasa es que mientras la Unidad Democrática propone un modelo donde se equilibren el progreso económico con la justicia social para todos los venezolanos, fortaleciendo la producción nacional; el modelo que impulsa el actual gobierno de la nación, es el modelo populista irresponsable de distribuir todo sin producir nada y sin dejar producir, y por eso, están terminando en distribuir la pobreza que representan la escasez, las colas y la inflación galopante, en medio de un ambiente de corrupción generalizada y de una creciente inseguridad personal.

Ante ese cuadro tan lamentable, el Presidente Maduro al anunciar las recientes medidas económicas, sin ofrecer soluciones aunque sea a mediano plazo a los problemas de la escasez y del alto costo de la vida, toma decisiones que van dirigidas más a resolver el déficit en bolívares que tiene el gobierno, es decir, devaluación, impuestos, mayor precio de la gasolina, y más controles para cualquier actividad económica. En su exposición, al plantear que ante la corrupción en la distribución de alimentos, va a crear un mega organismo que centralice y controle más, demuestra que está totalmente equivocado en relación a cuál es el problema de fondo que se debe resolver para combatir la escasez y la inflación. No entiende que no se trata de que el Estado controle la distribución, sino que se trata de apoyar sin hipocresías a la producción nacional, empezando por eliminar las trabas y las matracas, para impulsar lo hecho en Venezuela, en vez de privilegiar las importaciones para enriquecer a los testaferros o a los intermediarios.

Ante la incertidumbre que en el país crean los anuncios del Presidente Maduro, la Asamblea Nacional acordó encargar a la Comisión Permanente de Finanzas y Desarrollo Económico, para que en consenso con los sectores productivos, comerciales, trabajadores, e incluso, con la participación del gobierno, elabore una propuesta de Programa Económico para superar la crisis, que contenga medidas a corto, mediano y largo plazo, que conlleven a un Acuerdo Nacional para enfrentar la actual situación económica. Pondremos nuestro empeño para lograrlo.

Omar Barboza Gutiérrez
@OmarBarbozaDip

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