Omar Barboza Gutiérrez 29 de febrero de 2016
@OmarBarbozaDip
Según
cifras oficiales del Banco Central de Venezuela, la inflación en los últimos
tres años ha sido de: 52,2% en 2013, 68,5% en 2014 y 180,9% en 2015; con la
particularidad de que en el último de los citados años, la inflación en el
precio de los alimentos fue de 315% con las consecuencias que esta dramática
cifra tiene para las familias más pobres, que utilizan la mayor parte de sus
ingresos en tratar de alimentarse. En resumen, el BCV concluye afirmando que la
economía venezolana se contrajo en un 5,7% durante ese año 2015.
La
tendencia que se inició en el año 2013, indica que las consecuencias que
estamos viviendo no son un producto aislado de la caída de los precios
petroleros, así vemos, que todos los países dependientes de manera importante
del ingreso petrolero tomaron previsiones lógicas porque saben que
históricamente los precios del petróleo están sometidos a los ciclos de precios
altos y bajos, y ahorraron suficientemente en la larga temporada de precios
altos nunca vistos; y sin embargo, el gobierno de Venezuela, a pesar del
mandato contenido en el Artículo 321 de la Constitución de establecer un Fondo
de Estabilización Macroeconómica, y que por ley ya estaba creado, lo que nos
obligaba a ahorrar en épocas de precios altos, lo cual no fue respetado, y por
eso hoy apenas tenemos la cantidad de 3 millones de dólares en el mencionado
Fondo.
En
cambio, crearon otros Fondos, no controlados constitucionalmente, como el
FONDEN donde se manejaron más de 140.000 millones de dólares, y hace tres años
que no publica sus balances para que todos los venezolanos conozcamos qué se
hizo con nuestros dólares en la época de los inmensos ingresos petroleros. Y la
deuda externa venezolana que para el año 1998 estaba en 32.000 millones de
dólares, a la fecha actual está por el orden de los 225.000 millones de
dólares. Todo esto nos da una idea del saqueo al cual hemos sido sometidos.
Queda
claro que quienes han dirigido la guerra económica y han inducido la inflación
galopante están en Miraflores. Comparemos las cifras que siguen: Para enero de
2011 la liquidez monetaria estaba por el orden de los 300.000 millones de
bolívares, y las reservas internacionales en 29.000 millones de dólares; en
cambio, para enero de este año 2016, las reservas internacionales bajaron a
15.500 millones de dólares, y el dinero en circulación pasó de 4 billones (un 4
y 12 ceros) de bolívares. Y todavía, creyendo ignorantes a los venezolanos,
mienten afirmando que la guerra económica y la inflación inducida fueron
dirigidas por la oposición y el imperio.
En el
fondo del asunto lo que pasa es que mientras la Unidad Democrática propone un
modelo donde se equilibren el progreso económico con la justicia social para
todos los venezolanos, fortaleciendo la producción nacional; el modelo que
impulsa el actual gobierno de la nación, es el modelo populista irresponsable
de distribuir todo sin producir nada y sin dejar producir, y por eso, están
terminando en distribuir la pobreza que representan la escasez, las colas y la
inflación galopante, en medio de un ambiente de corrupción generalizada y de
una creciente inseguridad personal.
Ante
ese cuadro tan lamentable, el Presidente Maduro al anunciar las recientes
medidas económicas, sin ofrecer soluciones aunque sea a mediano plazo a los
problemas de la escasez y del alto costo de la vida, toma decisiones que van
dirigidas más a resolver el déficit en bolívares que tiene el gobierno, es
decir, devaluación, impuestos, mayor precio de la gasolina, y más controles
para cualquier actividad económica. En su exposición, al plantear que ante la
corrupción en la distribución de alimentos, va a crear un mega organismo que
centralice y controle más, demuestra que está totalmente equivocado en relación
a cuál es el problema de fondo que se debe resolver para combatir la escasez y
la inflación. No entiende que no se trata de que el Estado controle la
distribución, sino que se trata de apoyar sin hipocresías a la producción
nacional, empezando por eliminar las trabas y las matracas, para impulsar lo
hecho en Venezuela, en vez de privilegiar las importaciones para enriquecer a
los testaferros o a los intermediarios.
Ante
la incertidumbre que en el país crean los anuncios del Presidente Maduro, la
Asamblea Nacional acordó encargar a la Comisión Permanente de Finanzas y
Desarrollo Económico, para que en consenso con los sectores productivos,
comerciales, trabajadores, e incluso, con la participación del gobierno,
elabore una propuesta de Programa Económico para superar la crisis, que
contenga medidas a corto, mediano y largo plazo, que conlleven a un Acuerdo
Nacional para enfrentar la actual situación económica. Pondremos nuestro empeño
para lograrlo.
@OmarBarbozaDip
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