Por Arnaldo Esté
La crisis general se
profundiza y precipita, y hace que tome vigencia la necesidad de negociar, de
entenderse. He estado insistiendo en esto con muchos otros que crecen en
número, para abordar e iniciar la solución a los más graves problemas del país.
Problemas que por su complejidad, historia y perspectivas requieren la
participación concertada de todos los sectores y actores.
Con esa intención recurro a un
instrumento habitual en los estudios sociales: los escenarios.
Para montar un posible
escenario de negociación haré una suerte de inventario, sin intenciones de ser
exhaustivo, de las fuerzas y componentes de los dos grandes conjuntos que se
confrontan políticamente en el país.
Recursos del gobierno:
-
El Poder Ejecutivo que incluye personas e instituciones. Personas en diferentes
grados de compromiso con la argumentación y proyecto aún vigente. Diferente
grado porque supone el compromiso por fidelidad a un liderazgo actual o
anterior, la identificación ideológica en los diferentes niveles de su
comprensión o la defensa de beneficios y riquezas logradas desde el poder.
-
Los otros poderes nacionales ya previamente designados por el Ejecutivo con la
intención de garantizar su fidelidad o sumisión.
-
Una minuciosamente elaborada suma de organismos, comunas, comunidades,
brigadas, unidades de combate dispuestas a participar, defender y a disfrutar,
eventualmente y de ser posible, de ventajas y prebendas políticas y/o
económicas.
-
La Fuerza Armada profesional en la que habría que discriminar horizontal y
verticalmente:
Oficiales de carrera. Personas
que optaron por seguir la carrera militar, como opción de vida, apegados a su
ética, propósitos constitucionales, leyes y reglamentos.
Oficiales y personal corrupto
que han visto en la carrera militar una oportunidad para acceder a instancias
de poder o enriquecimiento.
Oficiales y personal apresados
por intimidaciones que los obligan a aparecer o figurar como fieles a un
proyecto político.
-
Partidos y organizaciones agrupadas en el Bloque de la Patria con variados
matices, compromisos y diferencias.
-
Apoyo internacional previamente acopiado o negociado, y ahora muy matizado, de
algunos gobiernos y organizaciones.
-
Fidelidades logradas gracias el ejercicio de una considerable inversión social:
misiones, bonos, acceso a insumos y recursos, ahora crecientemente disminuidas
por el agotamiento de los recursos fiscales que acompaña al precio del
petróleo.
-
Hegemonía comunicativa muy menguada en la medida en la que diversos medios de
comunicación, sobre todo televisoras, han decidido cambiar su línea electoral.
Recursos de la oposición:
-
La crisis general que ya ha saltado de los diferentes renglones: alimentación,
medicinas, agua, energía, divisas muy menguadas, deudas y compromisos vencidos,
al campo de una crisis ética que desintegra la nación, penetra toda la
población y crea ámbito a la anomia, disfunción de las relaciones y servicios,
violencia y emergencias anarquizadas.
-
La Asamblea Nacional con una mayoría calificada, empeñada en producir un conjunto
de leyes, reglamentos y decisiones que habían sido ya planteadas como proyectos
de la campaña electoral: amnistía, propiedad de las viviendas otorgadas,
producción, comunicación, recomposición de los poderes públicos, revocatorio,
enmienda, etc. Además de ejercer el control del ejercicio de los diferentes
ministros y funcionarios.
-
Partidos y organizaciones políticas con cierta heterogeneidad y rivalidad, pero
ahora unificada en la intención de procurar un reemplazo al presidente de la
república.
-
Recursos que le permiten buscar la salida legal del presidente por revocatorio,
reforma constitucional u otra vía pacífica.
-
Apoyo internacional que acompaña los cambios políticos en países antes aliados
del gobierno en América y que exigen la vigencia plena de un régimen
democrático. Cambios en las relaciones de Cuba con Estados Unidos.
Estos recursos o herramientas
listan, de manera muy incompleta, lo que podría colocarse en un espacio de
discusión para llegar a una negociación y acuerdos para la constitución de un
gobierno de transición que ahorre posible costos mayores a los ya sufridos e
iniciar la recuperación del país.
12-03-16

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