Casto Ocando 13 de abril de 2020
@cocando
Agencias federales en Estados Unidos han recibido
llamadas que han sido rastreadas a zonas militares en Venezuela, ofreciendo
negociar la entrega de Nicolás Maduro y el resto de los fugitivos del régimen,
interesados en las recompensas.
«¿Cuáles son las condiciones para la entrega? ¿Puede
ser recogido en territorio venezolano? ¿En cuál lugar de la frontera es más
conveniente? ¿Podríamos ofrecer logística para la operación de extracción?
¿Cómo se hace el reclamo para el pago de la recompensa?»
Estas son apenas algunas de las preguntas que se
formulan a través de las líneas confidenciales de varias agencias federales en
Estados Unidos, principalmente en Miami, que manejan el gran volumen de
llamadas que se comenzaron a recibir desde que el Departamento de Estado
norteamericano ofreció una recompensa de $15 millones por la captura de Nicolás
Maduro, considerado un fugitivo de la justicia por una corte federal de Nueva
York.
Las llamadas más significativas han sido realizadas desde
zonas militares en Venezuela, de acuerdo al rastreo de las llamadas realizadas
por las agencias, dijo a Primer Informe
una fuente que pidió la reserva. Una de estas llamadas fue realizada por un
alto oficial que no dio su nombre, pero que reveló detalles sobre la ubicación de
varios de los fugitivos, que posteriormente fueron confirmados.
La fuente dijo que desde el momento en que se anunció
la acusación federal contra el llamado Cartel Maduro-FARC, y particularmente
desde que se ofrecieron las recompensas, los «solicitados»
incrementaron los niveles de seguridad, e incluso se movieron de lugar.
«Vladimir Padrino se encerró en Fuerte Tiuna, mientras
que Nicolás Maduro duplicó el número de anillos de seguridad, de 3 a 6.
Diosdado Cabello dividió a la familia para ubicarla no en un solo sitio sino en
varias residencias, mientras que el general Motta Domínguez se estableció en un
lugar del estado Falcón», dijo la fuente.
Otros, como Tareck El Aissami, incrementaron el número
de guardaespaldas no venezolanos. En el caso de El Aissami, sólo lo protegen
efectivos de seguridad traídos desde el Medio Oriente, indicó la fuente.
El sábado, el embajador en Washington Carlos
Vecchio, declaró que
muchos en el régimen están ya trabajando para obtener la recompensa por la
captura de Nicolás Maduro.
«Estoy convencido de que está hoy en plena discusión
en Miraflores la cabeza de Maduro, y está también en todo el círculo íntimo, en
otros actores civiles, y también en algunos actores militares«.
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