Rafael Veloz García 08 de junio de 2022
@Rafaelvelozg
En el momento político actual la responsabilidad de restituir el hilo constitucional y, por ende, la democracia venezolana, es una tarea que nos compete a todos. No puede ser un objetivo reservado en su acción solo para los actores político-partidistas de la Plataforma Unitaria Democrática. Si hablamos de Venezuela, del país en general, es menester unir los esfuerzos de esas organizaciones con los de aquellos ciudadanos que también enarbolan las banderas del cambio con espíritu democrático, para poder dar auténticas soluciones al problema político que termina por afectar a todo el pueblo. Para que esto último sea posible, debemos actuar unidos de manera organizada. La historia en el mundo ha demostrado que luchas separadas contra una dictadura no funcionan. aunque sean por el mismo objetivo y causa. Lo son aquellas unificadas y debidamente articuladas.
En
nuestro espacio de opinión anterior hablamos de la importancia que reviste para
las distintas toldas políticas de oposición la conexión con los ciudadanos. En
ese sentido resaltamos, por un lado, el proceso de legitimación de Voluntad
Popular, que responde no solo a lo que contempla su letra estatutaria, sino
también a las exigencias ciudadanas. Citamos de igual manera lo pautado por la
Plataforma Unitaria Democrática y al Movimiento Salvemos Venezuela, que lidera
el presidente encargado Juan Guaidó, que es una convocatoria a la acción y la
unión dejando de lado cualquier diferencia, para alcanzar la libertad y recuperar
la democracia. En ese llamado para el rescate del país todos somos necesarios.
Se trata nada menos y nada más que una convocatoria dirigida a la inmensa
mayoría de los ciudadanos del país, algo que es una verdad imposible de
esconder. Y esa mayoría hay que ejercerla con eficacia por medio de la acción,
lo cual trasciende a la simple retórica. Una cosa es hacer y otra decir. Hay
que ir a lo primero.
El
aspecto clave en este proceso se puede resumir en dos palabras: unión y
organización. A los partidos políticos les corresponde ejercer la política, es
decir, actuar como tales en la construcción de esa unión y en la toma de
decisiones de cara al país. En ese fundamento, además, están obligados a
promover la participación ciudadana, que es lo que estamos haciendo en la
actualidad, como expusimos antes. En este punto, ¿qué esperamos? Solo la
efectiva respuesta de la sociedad civil organizada a los llamados que se le han
hecho a la participación, que también deben ser atendidos por un importante
voluntariado político, representado en aquellas personas con deseos de
intervenir por voluntad propia. De esta manera, se articularán todas las
fuerzas vivas del país, con la participación de partidos políticos, gremios
profesionales, sindicatos, sectores estudiantiles, universidades, grupos
religiosos y hasta amas de casas. En otras palabras, ¡Todos!
La
conformación de esa unión debe forjarse con una férrea organización. En función
de ese sólido engranaje, de esa articulación, es que resulta importante el
trabajo de fusión con las organizaciones políticas de la Plataforma Unitaria
Democrática, que como se ha indicado, espera ampliarse de esa manera. En otras
palabras, esta debe presentarse ante el país con sus puertas abiertas para la
inclusión de todos en la lucha por el objetivo común y democrático, que no es
otro que concretar en primer término un proceso de elecciones primarias, que
sacará a la luz el candidato de la oposición que posteriormente enfrentará al
del régimen en unas elecciones presidenciales, que van a llegar. De eso no les
quepa la menor duda.
No
basta con decir todo lo anterior, porque el papel lo aguanta todo, como dicen.
Para lograr esa fusión, los partidos políticos no deben esperar sino ir al
encuentro de las organizaciones de la sociedad civil, como son, entre otras,
las encargadas en defender los derechos de los ciudadanos, que incluye el
derecho a la participación política, así como generar entusiasmo para que surja
un enorme voluntariado, todo en aras de construir una gran mesa social en la
que se puedan debatir ideas, propuestas e iniciativas, para luego pautar las
acciones a desarrollar, con base en los esfuerzos de ese amplio y variado
universo de personas, que emergerá unificado transformado en una poderosa
coalición.
El
reto, en consecuencia, es lograr esa fusión entre partidos políticos y la
sociedad civil, algo que no ha sido fácil en muchos países a través de la
historia. Sin embargo, las circunstancias frente a lo que sucede en Venezuela y
la urgente necesidad de un cambio político, aunque tienen su raíz en un factor
negativo, puede constituirse en el gran elemento aglutinador.
Al
final, reunida la Plataforma Unitaria Democrática y una gran mesa social, se
blindará la unidad y la organización, para alcanzar el objetivo supremo de las
elecciones libres, justas y verificables.
¡A eso apostamos!
Rafael
Veloz García
@Rafaelvelozg
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