PEDRO PABLO PEÑALOZA 11 de agosto de 2023
@pppenaloza
“¿La intervención de la Cruz Roja
Venezolana será un daño colateral, en medio de una operación más ambiciosa?,
¿guarda relación con la Ayuda Humanitaria? El cuestionario es largo y el
panorama confuso. Venezuela suma 24 años cargando una cruz roja-rojita. Las
preguntas de Adán Celis son pertinentes para evaluar la actuación de la cúpula
empresarial y el proyecto del propio Cusanno: ‘¿Por qué ahora y cuál es el
objetivo?’”.
Aunque no generó mayores comentarios, la elección del nuevo presidente de Fedecámaras fue noticia. Primero, por ser eso: una elección. Los veteranos recuerdan que “en sus casi 70 años de vida, en Fedecámaras la norma ha sido tener elecciones, algunas muy duras y peleadas”. Sí, pero desde hace 11 años se había impuesto una nueva modalidad: la aclamación. Sin mayores conflictos internos y apostando por la estabilidad, un líder sucedía al otro en el cargo. “Hasta este año, cuando se rompió la ‘paz electoral’”, reconoce un miembro de la patronal.
Al
romperse la paz, irrumpió la guerra. Sucia, además. Pocos días antes de la
votación, distintos medios digitales reseñaron que sobre Adán Celis pesaba
una acusación de “violencia psicológica” presentada por una antigua pareja ante
el Ministerio Público. Cualquier mal pensado podía conjeturar que el chavismo
estaba desempolvando un expediente para presionar al futuro presidente de
Fedecámaras. Un llamado de atención. Un ataque preventivo. Sin embargo, esta
versión fue descartada por algunos de los involucrados en la disputa. “El alto
gobierno no tuvo nada que ver, sabían que Celis sería el presidente de
Fedecámaras, las relaciones con él son buenas, eso vino de otro lado”,
afirmaron.
“El
discurso del chavismo en este caso es muy similar al empleado en el pasado para
justificar la expropiación y confiscación de empresas”
Sobre
la intervención de la Cruz Roja Venezolana
A
través de un gélido comunicado, el otro aspirante, Pedro Rivas, se
desmarcó de este hecho. “Hemos sido sorprendidos por una información
relacionada al dirigente gremial y candidato a la presidencia de Fedecámaras
para el periodo 2023-2025, en un asunto de su esfera privada del que confiamos
sabrá sobreponerse”. En el texto jamás se menciona a Celis. El afectado
respondió con otro comunicado, destacando que el año pasado la Fiscalía había
solicitado el sobreseimiento de la causa, denunciando que intentaban “dañar mi
reputación personal” y dejando caer estas interrogantes: “¿Por qué ahora
y cuál es el objetivo?”.
Mando
a distancia
“Hace
seis o siete meses, Celis no tenía adversario”, aseguran. Sin embargo, el
expresidente de Conindustria siempre despertó inquietudes y resistencias. ¿La
razón? Sus acerbas críticas al régimen chavista y sus posturas “radicales”.
Para colmo, Celis es muy amigo de María Corina Machado. De muchachos, iban de vacaciones
a esquiar. Celis llamaba tío al padre de la candidata favorita para ganar las
primarias opositoras. Todos esos antecedentes espantaban a quienes promueven el
acercamiento con el chavismo. Temían que se rompieran los puentes con
Miraflores que con tanto esmero construyeron, especialmente los dos últimos
presidentes, Ricardo Cusanno y Carlos Fernández.
Porque
en esta elección de Fedecámaras, más que saberse de memoria los principios
contenidos en la propuesta “Camino al futuro Venezuela 2035”, lo que realmente
pagaba era tener una foto con la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Y de hecho,
Celis se la tomó en el marco de la reunión del Consejo Productivo Nacional
celebrada el 26 de junio. Para sus detractores, una imagen no decía más que mil
palabras. Apostaban fuerte por Pedro Rivas, expresidente de Fedeagro. “Rivas
tiene una trayectoria gremial incuestionable, pero llevaba como tres años sin
pisar la sede de Fedecámaras”, observa otra fuente.
Entonces,
¿de dónde surgió esta candidatura? Responden: “Esta es una jugada impulsada por
empresarios importantes relacionados con el Gobierno que no forman parte de
Fedecámaras, entre los que se incluyen los famosos ‘optimistas’, que contaron
con el respaldo de operadores internos de peso”. Según esta versión, los defensores
del diálogo y los “optimistas” sacaron el pecho por esta opción.
Al
final, Celis ganó. Debe subrayarse que desde el principio tuvo el apoyo de
“casi” todos los expresidentes de Fedecámaras. Empero, Rivas obtuvo mucho más
votos de los esperados. Le calculaban unos 30 y totalizó 50, frente a los 100
del vencedor. Asumido el cargo, el flamante presidente de Fedecámaras
trata de despejar cualquier duda sobre su disposición al diálogo con el
oficialismo y se ha estrenado condenando a las sanciones.
Y sí,
las sanciones han afectado al sector privado. Y sí, el sobre cumplimiento de
las sanciones golpea a los empresarios. Pero también queda claro que ese
discurso es música para los oídos de Nicolás Maduro. “Celis aprendió, entiende
el momento, no meterá a Fedecámaras en el tema electoral y menos con María
Corina”, comentan. De seguro, vendrán más fotos.
Pesada
cruz
Tras
la elección de Fedecámaras, los empresarios relacionados con la patronal siguen
siendo noticia. Así cayó la renuncia a la vicepresidencia de la Comisión
Nacional de Primaria por parte de María
Carolina Uzcátegui, expresidenta de Consecomercio. Y ahora la escogencia -o
imposición, según se vea- de Ricardo Cusanno como presidente de
la junta reestructuradora de la Cruz Roja Venezolana. Ambos “moderados”.
Aunque casos aislados, se entiende.
Sobre
la intervención de la Cruz Roja Venezolana ya han fijado posición las
principales organizaciones de la sociedad civil del país. Prácticamente todas
reaccionaron de inmediato, condenando la acción del régimen chavista y
alertando sobre los peligros que entraña para las organizaciones sociales.
El Foro
Cívico se tomó un tiempo. En su comunicado repitió varios de los
argumentos que ya habían sido ventilados por otras agrupaciones y agregó un
detalle relevante: “El Foro Cívico quiere dejar asentado que no ha sido
informado ni formal ni informalmente en relación con este proceso, expresa
enfáticamente su compromiso de respeto a la autonomía de sus miembros (…)”. No
lo mencionó por su nombre, pero se refería a Ricardo Cusanno, miembro
principalísimo de esta plataforma.
Fiel
creyente del diálogo y el acuerdo, Cusanno habría fallado en la comunicación
interna. En su descargo, puede decirse que quizá no tuvo tiempo de consultar.
Ya eso le pasó a la plana mayor del Foro Cívico cuando se reunió con Maduro en
abril de 2022. La última línea del comunicado del Foro Cívico indica que Pablo
Zambrano salvó su voto, mas no ofrece los argumentos que expuso el dirigente
sindical y actualmente coordinador nacional operativo de Fuerza Vecinal.
Se intuye que hubo debate.
Cusanno
no es el único empresario ni tampoco el único miembro del Foro Cívico que está
en la junta reestructuradora de la Cruz Roja Venezolana. En la directiva
surgida tras la intervención del chavismo también figura Alberto Völlmer, dueño
de Ron Santa Teresa, cultor del entendimiento que mantiene excelentes vínculos
con el alto gobierno.
Las
dudas
En el
acto de fundación del Frente Amplio Venezuela Libre -instancia que
congrega a organizaciones de la sociedad civil y los principales partidos de
oposición- en 2018, Cusanno le cargó la mano a los políticos y enfatizó que el
país no podía repetir los errores del pasado. Al escucharlo, un viejo dirigente
susurró: “Tiene razón, no podemos volver a los tiempos en que los empresarios
tenían privilegios y hasta nombraban y removían ministros”.
Aquellos
con los que compartió mesa, ahora lo censuran y acusan de servir al chavismo.
Juicio sumario. Dictan sentencia cuando abundan las interrogantes y escasean
las certezas de una jugada que apenas comienza y que muestra, una vez
más, el enorme margen de maniobra que tiene Maduro y la capacidad de sacar
fichas hasta debajo de las piedras.
La
pregunta básica es: ¿Por qué intervienen la Cruz Roja Venezolana? Nadie
espera que sea para adecentar la institución. Si el oficialismo está preocupado
por el sistema sanitario, tiene tela que cortar con las misiones, el Ministerio
de Salud y el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, donde el recién
perdonado Carlos Rotondaro robó a placer.
No
basta con ser ladrón para ser destituido en la República Bolivariana. Al
defenestrado Mario Villarroel lo describen como un capo mafioso que controlaba
la Cruz Roja Venezolana con mano peluda -más que de hierro- desde 1987. Es
decir, que ese capo mafioso gobernó a sus anchas durante los 13 años del
gobierno de Hugo Chávez y los 10 que acumula Maduro. ¿Se enteraron hace dos
semanas de que era el peor villano de la comarca?
¿La
intervención de la Cruz Roja Venezolana será un daño colateral, en medio de una
operación más ambiciosa?, ¿guarda relación con la Ayuda Humanitaria?, ¿hasta
dónde llegará la licencia reestructuradora? Los que saben, no lo explican
en detalle. ¿Lo sabrá Cusanno? El discurso del chavismo en este caso es muy similar
al empleado en el pasado para justificar la expropiación y confiscación de
empresas.
Hasta
el 2000 siempre
Los
abogados de Cusanno asoman que el empresario se sacrifica por el diálogo. Ha
resuelto dar un paso al frente, predicar con el ejemplo, tratar de sembrar la
semilla democratizadora en esa tierra árida donde hasta la fecha solo ha
crecido la represión y el autoritarismo.
Pero también
surge otra hipótesis: un grupo de empresarios, políticos y miembros de la
sociedad civil ya tiraron a pérdida la elección de 2024, fijan su mirada en
2025 para los comicios regionales y parlamentarios, y creen que solo queda
esperar hasta 2030. Seis años más. Hay que acomodarse. Muy peligroso.
Retumban
las palabras de Delcy Rodríguez en el congreso anual de Conindustria: “El
pedido es que la economía no vaya al campo de la batalla política, porque
sabemos cómo ha resultado en el pasado. El sector empresarial ha salido
golpeado, el país y el pueblo venezolano se han visto perjudicados. No tiene
sentido. Se los digo de antemano, con humildad, no lo van a lograr”. El
presidente de Conindustria, Luigi Pisella, también se retrató con la
vicepresidenta.
Reza
el adagio popular: Lo que en el Mazo empieza, mal termina. Y agregan las
escrituras: Por sus frutos los conoceréis. El cuestionario es largo y el
panorama confuso. Venezuela suma 24 años cargando una cruz roja-rojita.
Las preguntas de Adán Celis son pertinentes para evaluar la actuación de la
cúpula empresarial y el proyecto del propio Cusanno: “¿Por qué ahora y cuál es
el objetivo?”.
PEDRO
PABLO PEÑALOZA
@pppenaloza
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