Pablo Pérez Lunes,
26 de marzo de 2012 en Analitica.com
La alcabala del gobierno
que de manera "bárbara y brutal" mata a Karen no es diferente de las
alcabalas que miles de madres, padres y hermanos de Venezuela han padecido al
ver cómo más de 150 mil hijos de esta tierra han sido asesinados por la
violencia a la que el gobierno ha decidido, definitivamente, no afrontar,
combatir y derrotar
Con la frecuente y
adjetivada verborrea con la que el presidente Chávez nos tiene acostumbrados a
verlo esquivar o deslindarse irresponsablemente de los grandes problemas del
país, esta semana señaló que la actuación de los funcionarios de CICPC involucrados
en el vil asesinato de Karen Berendique, hija del cónsul chileno en Maracaibo,
correspondía a un hecho "bárbaro y brutal".
Sin embargo, ni desde el imaginario presidencial ni desde el más mínimo sentido de responsabilidad institucional, escuchamos del Jefe de Gobierno afirmaciones en torno a las conductas de su ministro de Interior y Justicia o de los jefes de los organismos de seguridad del Estado. Sobre ellos, ni una palabra, para nada son responsables de lo ocurrido.
La alcabala del gobierno que de manera "bárbara y brutal" mata a Karen no es diferente de las alcabalas que miles de madres, padres y hermanos de Venezuela han padecido al ver cómo más de 150 mil hijos de esta tierra han sido asesinados por la violencia a la que el gobierno ha decidido, definitivamente, no afrontar, combatir y derrotar.
Quienes tenemos responsabilidades de gobierno y nos mantenemos cerca de la gente, con responsabilidad, sin manipular el honor y las necesidades de los más humildes, tenemos suficientes pruebas de cómo nuestra sociedad ya ha traspasado el límite de temerle tanto a la presencia de un agente policial como a la de un representante del hampa misma. Y esa es una alcabala que sólo y exclusivamente ha sido construida por la ineficacia, la ignorancia y la politiquería con que han sido concebidas las acciones oficiales responsables de garantizarle paz y seguridad a la población venezolana.
Es necesario que los responsables materiales de la alcabala que llevó a la muerte de Karen afronten la justicia. Pero también es hora de identificar los responsables tanto administrativos como políticos. Jubilando a jefes y veteranos no necesariamente se está actuando responsablemente. Estamos, simplemente, escondiendo la basura, más basura, debajo de la alfombra.
Sin convocar a los expertos, sin coordinación a nivel nacional entre el gobierno central, los gobiernos regionales y los gobiernos locales, sin la recuperación y respeto de los protocolos de rigor, estamos destinados a que alcabalas del gobierno como la que acabó con la vida de Karen sigan repitiéndose. Hoy ya somos el país que registra la tasa de homicidios más alta de Suramérica: 48 por cada cien mil habitantes para el año 2010. Esto sí es, de verdad, ¡bárbaro y brutal..!
La irresponsabilidad que muestra el gobierno nacional en esta materia desborda ya las fronteras nacionales. Las cancillerías de todos los países han emitido boletines de alerta respecto a visitar Venezuela. La violencia enluta los hogares venezolanos, y con dramática recurrencia los de nuestras familias más humildes o pobres. El alto Gobierno debe asumir sus responsabilidades, aceptando públicamente que de manera "bárbara y brutal" ha perdido la batalla ante la delincuencia, ante el hampa, ante la violencia.
Gobernador del Zulia
Sin embargo, ni desde el imaginario presidencial ni desde el más mínimo sentido de responsabilidad institucional, escuchamos del Jefe de Gobierno afirmaciones en torno a las conductas de su ministro de Interior y Justicia o de los jefes de los organismos de seguridad del Estado. Sobre ellos, ni una palabra, para nada son responsables de lo ocurrido.
La alcabala del gobierno que de manera "bárbara y brutal" mata a Karen no es diferente de las alcabalas que miles de madres, padres y hermanos de Venezuela han padecido al ver cómo más de 150 mil hijos de esta tierra han sido asesinados por la violencia a la que el gobierno ha decidido, definitivamente, no afrontar, combatir y derrotar.
Quienes tenemos responsabilidades de gobierno y nos mantenemos cerca de la gente, con responsabilidad, sin manipular el honor y las necesidades de los más humildes, tenemos suficientes pruebas de cómo nuestra sociedad ya ha traspasado el límite de temerle tanto a la presencia de un agente policial como a la de un representante del hampa misma. Y esa es una alcabala que sólo y exclusivamente ha sido construida por la ineficacia, la ignorancia y la politiquería con que han sido concebidas las acciones oficiales responsables de garantizarle paz y seguridad a la población venezolana.
Es necesario que los responsables materiales de la alcabala que llevó a la muerte de Karen afronten la justicia. Pero también es hora de identificar los responsables tanto administrativos como políticos. Jubilando a jefes y veteranos no necesariamente se está actuando responsablemente. Estamos, simplemente, escondiendo la basura, más basura, debajo de la alfombra.
Sin convocar a los expertos, sin coordinación a nivel nacional entre el gobierno central, los gobiernos regionales y los gobiernos locales, sin la recuperación y respeto de los protocolos de rigor, estamos destinados a que alcabalas del gobierno como la que acabó con la vida de Karen sigan repitiéndose. Hoy ya somos el país que registra la tasa de homicidios más alta de Suramérica: 48 por cada cien mil habitantes para el año 2010. Esto sí es, de verdad, ¡bárbaro y brutal..!
La irresponsabilidad que muestra el gobierno nacional en esta materia desborda ya las fronteras nacionales. Las cancillerías de todos los países han emitido boletines de alerta respecto a visitar Venezuela. La violencia enluta los hogares venezolanos, y con dramática recurrencia los de nuestras familias más humildes o pobres. El alto Gobierno debe asumir sus responsabilidades, aceptando públicamente que de manera "bárbara y brutal" ha perdido la batalla ante la delincuencia, ante el hampa, ante la violencia.
Gobernador del Zulia
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico