El próximo 8 de Marzo se celebrará el Día Internacional de la Mujer, fecha reconocida por la ONU para conmemorar la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona.
En Venezuela, las mujeres siempre tuvieron una participación importante en las actividades políticas, pero solo fue en la Constitución de 1947 que se reconoció el voto femenino. En la historia hemos encontrado muchos elementos que prueban esa presencia femenina en el ámbito público y actuando activamente como “sujetos políticos”.
En la saga independentista la mujer criolla fue un factor importante en el desarrollo de la gesta emancipadora, colaborando en las actividades conspirativas, organizando reuniones, entregando sus joyas y dinero como donativos; preparando pertrechos, actuando como correos y acompañando a sus hombres en las acciones bélicas; y algunas desempeñando hasta rango militar como Manuela Sáenz, primero capitana y luego coronela del ejército libertador. Otras mujeres venezolanas estuvieron opuestas a las propuestas independentistas y no compartieron ese proyecto; como María Antonia Bolívar a la que su hermano Simón llamó “turbulenta y temeraria”.
Pero la presencia de la mujer venezolana en la actividad política fue siempre destacada. Tenemos ejemplos como: Joaquina Sánchez, esposa de José María España, que fue condenada a ocho años de reclusión, por mantener escondido a su esposo en su casa. Josefa Rufina Acosta, mujer indígena que repartía propaganda política, fue condenada a pasear desnuda por las calles gritando su delito y luego fue recluida por seis años. Isidra Pedroza, esclava en la casa de doña Joaquina Sánchez y que también repartía propaganda a favor de la conspiración, fue condenada a cuatro años; al igual que Margarita España, “negra” liberta. Luisa Cáceres de Arismendi, esposa del prócer Juan Bautista Arismendi. que padeció torturas y calabozo por muchos años. Y Ana María Campos, heroína zuliana quien confrontó a Morales con la frase “si no capitula monda”, que fue flagelada públicamente a latigazos y desnuda sobre un burro por las calles de Maracaibo; suplicio que soportó heroicamente pero que al final le costó la vida.
En la actualidad, el papel femenino más importante en la política venezolana lo ha desempeñado María Corina Machado. Ella demostró un gran valor al lanzarse al ruedo político como candidata independiente, para enfrentar una autocracia inepta y corrupta, sin el apoyo de ninguna organización o partido político; sosteniendo sus ideas, sus principios y sus valores; luchando contra el machismo, el socialismo y el populismo, con su “Capitalismo Popular”.
María Corina posee un liderazgo abierto, franco, no competitivo, innovador, flexible, consultivo, comunicativo, colaborativo, persuasivo y cooperativo (más que impositivo o competitivo). Sabe compartir el poder y la responsabilidad, combina intuición y racionalidad; y posee elevadas habilidades interpersonales (como empatía y la capacidad de escuchar); asume riesgos para mejorar, se mantiene cerca del personal o del equipo del trabajo y entiende su diversidad. Y, una de sus cualidades más importantes, tiene capacidad para crear equipos de trabajo. Siente una gran pasión por Venezuela y tiene muchas ideas para hacer progresar a nuestro país.
No tengo ninguna duda que María Corina Machado está llamada a presidir a Venezuela, más temprano que tarde. Pero en estos momentos ha ofrecido todo su apoyo a Henrique Capriles Radonski, candidato de la unidad democrática y de las fuerzas progresistas.
Por estas y muchas otras razones, propondría que María Corina Machado dirija el frente de “Mujeres por el Cambio”.
*Abogado
jmcolmenares@gmail.com
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