POMPEYO MÁRQUEZ en Tal Cual 12/03/2012
Grandes metas, grandes tareas, nobles propósitos convocan a los venezolanos este año 2012. Si podemos, unidos, llevarlos a la práctica y colocar de nuevo a nuestra Patria entre los primeros países de América Latina y el Caribe, como lo fuimos antes, lo seremos mañana
Venezuela es y será democrática para
siempre. Ese postulado debe hacerse realidad en el 2012. No es fácil, pero no
es imposible. La más amplia unidad alrededor de Capriles, vista como una gran
necesidad en sentido histórico.
La tarea es titánica. No se trata de
sustituir un hombre por otro hombre. Hay que desmontar todo un régimen
construido al margen de la Constitución. Un régimen como éste no se desmonta en
días. Pero es de una importancia extrema el que se puede lograr la victoria
contra Chávez, que éste sea derrotado electoralmente, políticamente.
Están los poderes en manos del
autócrata, pero la toma de la Presidencia y del Poder Ejecutivo, eje del
Estado, puede conducir a que se haga el tránsito pacífico. Va a depender mucho
de los militares institucionalistas.
Este es un movimiento cívico, pero
que debe tener una fuerza militar que lo respalde. El juego político se hará
complejo, difícil...
En estas noches de insomnio, fruto
de dolencias personales, pensé mucho en estos temas. Y me acordé de Lenin: la
marcha de la historia no es como la Avenida Newski de Leningrado, larga, larga
y recta. No, tiene altos y bajos, curvas, avances y retrocesos.
Hay sorpresas, cosas no previstas,
cuando situaciones que aparecen al frente de pronto pasan a la retaguardia y se
crean nuevas realidades. La esencia de la política es manejar la situación
concreta que se presente.
Derrotar a Chávez no es una cosa
cualquiera. A mis 90 años avizoro el porvenir con confianza. En Venezuela se
formaron ya las fuerzas de relevo, que son las que están en marcha, y las que
vendrán, y las que gobernarán. De ello no me cabe la menor duda. Es el estudio
de la historia y lo vivido desde 1936 hasta el presente en mil acontecimientos
políticos.
Estas nuevas generaciones de jóvenes
y de mujeres, como el resto de la sociedad, crecerán en un ambiente totalmente
diferente al nuestro, que apenas salíamos de 36 años de la dictadura
Castro-Gómez y cerca de 80 por ciento de analfabetismo y que hoy en cambio se
gesta una Venezuela moderna, plural, democrática y con justicia social.
Una camarilla militar-civil aspira
adueñarse del poder en forma indefinida, como un reinado dominar
autocráticamente a Venezuela; manejar sus riquezas como una hacienda de su
propiedad y quieren hasta confiscar su alma y su historia, sueñan con el
pensamiento único: una sola versión y visión de la vida. No lo lograrán.
Lo decimos sin tono de magíster, sin
ninguna otra consideración que dejar constancia de mis sentimientos para con mi
patria. A Chávez se le quiere construir un pedestal de sal como es el perverso
culto a la personalidad que ante el primer empujón de repudio se desmorona.
Llamar apátrida a la mayoría de nuestros compatriotas es una grosería
inaguantable.
Como lo es el abuso de las cadenas,
de las paradas militares. Rebelarnos contra tal estado de cosas. Este personaje
intenta en sus manipulaciones de la historia presentar un cuadro según el cual
antes de él no hubo Patria. Sí, hubo y hay Patria Grande.
La lucha en Venezuela está planteada
entre una autocracia militarista con tendencias totalitarias que tiene 14 años
en el poder, que levanta el continuismo y el caudillismo, contra democracia,
libertad, justicia social.
Grandes metas, grandes tareas,
nobles propósitos convocan a los venezolanos y venezolanas este año 2012. Si
podemos, unidos, llevarlos a la práctica y colocar de nuevo a nuestra Patria
entre los primeros países de América Latina y el Caribe, como lo fuimos antes,
lo seremos mañana.
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