Por Luisa Pernalete
Año a año para agosto hay una
noticia que se espera con ansias. No son los muertes por la violencia, ni la
dictadura de estos tiempos… es gente de bien haciendo el bien… en San Félix,
donde también ocurren cosas muy buenas.
“¡Estamos muy contentas. Este
VII Plan Vacacional era un reto para nosotras. ¡Y lo hicimos!”. Esas fueron las
palabras de Del Valle, coordinadora del grupo de Madres Promotoras de Paz (MPP)
de la comunidad de La Victoria, en San Félix. Sí, es el séptimo año que lo
hacen. Si alguno de ustedes todavía no cree en los milagros, o es de los que
piensa que “todo está perdido”, pues lea estas líneas, que les juro, no son
producto de mi cerebro creativo.
“Hemos crecido. Este año
tuvimos 63 recreadores y 40 madres. Participaron 395 niños y niñas de 55
manzanas de la comunidad”. O sea: tienen sus registros, por eso pueden afirmar
que han crecido: más recreadores, más madres -que ahíjan niños- y más manzanas
censadas. ¡Siete años con planes vacacionales! Se
dice rápido y puede pensarse que es fácil, pero hoy nada en Venezuela es fácil,
de ahí parte de la grandeza.
“Tuvimos de todo: el domingo
comenzamos con la IX Caminata por la paz, que lo hacemos con la parroquia San
Pedro Claver, animada por los padres salvatorianos; el lunes bienvenida con
desayuno y presentaciones, y juegos cooperativos; el martes trabajos manuales
con valores para la convivencia; el miércoles pinta caras sabiendo que el fondo
tenemos en la mente la paz por Venezuela; el jueves cine; el viernes paseo al
Parque La Llovizna; el sábado una sorpresa: magos, un regalo de la señora
Mónica, que siempre coopera con nosotros, los niños estaban felices; el
domingo, misa de acción de gracias y entrega de reconocimientos”. ¡Todo eso!
No crean ustedes que La
Victoria está en la luna. Está en San Félix, tiene el asedio de bandas
armadas -los intercambios de balas entre pandillas enemigas son frecuentes-, la
semana pasada no tuvieron agua -que ironía, una ciudad entre el Orinoco y el
Caroní y sin agua para sus habitante-, muchos casos de malaria… pero este grupo
de MPP, una parroquia católica muy activa son luces en medio de este gran
apagón de la realidad venezolana.
“La caminata por la paz y las
actividades recreativas sanas son muy importantes. Logramos que los niños y
adolescentes pongan su mirada y su mente en otra cosa, y sepan que se puede hacer
el bien a pesar de las dificultades” y sigue Del Valle contando. “Tenemos
madres nuevas. Les dimos su curso y su certificado”. No se contenta con lo ha
caminado, hay que seguir por que la mies es mucha y los trabajadores pocos.
Generosa Del Valle, reconoce
que hay pequeños comerciantes que siguen apoyando, menos que otros años por la
cosa está muy dura, pero cooperan, las familias aportan cualquier cosita, las
MPP madrugan para hacer la merienda a sus “ahijados”, también particulares que
desinteresadamente colaban sin pedir reconocimiento de ningún tipo, los padres
Salvatorianos, la diócesis… Eso de Dios proveerá parece cumplirse en La
Victoria cada año.
El grupo de MPP de La Victoria
comenzó hace siete años con 22 madres. Se reúnen semanalmente. Les nutren la fe
cristiana y las acciones. Dan charlas en escuelas del sector, participan en
diversas actividades de la parroquia, ahora también cooperan con la escuela de
Fe y Alegría de la comunidad, la “mano extendida” es permanente. Hacer cosas
buenas por otros, con cable a tierra, les da energía para no cansarse”. ¡Son
grandes! Me alegra tanto esa perseverancia, esa siembra permanente de
esperanza… Yo me animo cuando sé de ellas, ¿Ustedes no?
27-08-17
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