TAMOA CALZADILLA y JOSÉ FERNANDO LÓPEZ
29 de octubre de 2018
@TamoaC
y @tubionotubi
Los ciudadanos de ese
país desplazaron a los chinos en peticiones de protección al país
norteamericano. Desde 2017 están en el primer lugar. En el año fiscal 2018 van
más de 21,000 aplicaciones. La prioridad para casos recibidos este año
decretada por el gobierno ha dado algunos frutos: el expreso político Gustavo
Sánchez acaba de recibir su estatus.
Gustavo Sánchez tenía 19 años cuando cayó preso en El
Helicoide, una de las sedes de la policía política en Caracas, Venezuela.
Gustavo Sánchez había cumplido 23 cuando salió por una trocha (camino de
tierra) y cruzó la frontera hacia Colombia. De ahí tomó tres vuelos que lo
llevaron a Washington a reunirse con Luis Almagro, secretario general de la
OEA. Pero la foto de ese encuentro fue usada por Diosdado Cabello –segundo a
bordo del gobierno venezolano– para acusarlo públicamente de conspiración, y ya
Gustavo Sánchez no pudo volver a su país.
Hoy, con 24 años, luego de dormir sobre alfombras en casa
de otros venezolanos en Miami, Gustavo Sánchez muestra un papel cuadrado con su
nombre, datos y un sello que en inglés dice "Estatus de asilo". De
estudiante de tercer año de Derecho en la Universidad Central de Venezuela pasó
a lavar inodoros y a hacer trabajos de todo tipo hasta llegar a las ventas.
"El venezolano ayuda, gracias a eso logré salir adelante. Estoy muy
agradecido", cuenta a Univision Noticias vía telefónica después de una
larga jornada de trabajo y llegar a su casa después de las 9 pm.
En junio de este año, recibió el documento que decide su
destino: asilado político en Estados Unidos y de esa manera se convirtió en uno
de los favorecidos por la orden del gobierno de resolver de inmediato las
aplicaciones de asilo político que se recibieran a partir del 1ro de enero de
2018.
Pero otros paisanos que llegaron antes no han corrido la
misma suerte y por lo menos hay acumulados 70,000 casos, entre 2015 y 2018,
equivalentes a unas 200,000 personas porque las aplicaciones se hacen por familia.
Su caso tardó tres meses en resolverse. Aplicó
formalmente en marzo de 2018 y forma parte de la cifra histórica que tiene a
los venezolanos como protagonistas de las peticiones en este país:
Nacionalidades con mayor número de solicitudes de asilo
en EEUU
Las solicitudes de asilo de venezolanos empezaron a
crecer en febrero de 2014. En 2015 estaban entre las siete nacionalidades con
más solicitudes y en 2017 llegaron al primer lugar.
El cerco
Gustavo Sánchez fue uno de los más de 300 jóvenes
venezolanos que se instaló en tiendas de campamento frente a la sede del PNUD
(Programa de la ONU para el desarrollo) en Caracas, en 2014, para exigir
pronunciamiento y ayuda "sobre la crítica situación que ya estábamos
viviendo, ya había muertos, presos políticos, represión", explica. Pero
una madrugada, a las 2 am, fueron sorprendiendos por efectivos de la Guardia
Nacional Bolivariana quienes los apresaron, golpearon y encarcelaron.
Él pasó cuatro días detenido en el Core 5, una
dependencia militar que usó el gobierno para esos casos, y luego tres meses más
en la sede de la policía política (Sebin), donde sufrió torturas y malos
tratos. "Cuando fui liberado, otros compañeros quedaron presos y fue
cuando decidí acompañar a los familiares y luchar por la libertad de ellos y
otros presos políticos". De esa forma, se ganó que el entonces presidente
de la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges, lo nombrara comisionado de Derechos
Humanos de la presidencia de la AN.
En esa condición de representante de víctimas de la
represión, recibió en 2017 la invitación del secretario de la OEA. Luis
Almagro, a Washington.
Por esos días ya el gobierno le había quitado el
pasaporte a varios de los trabajadores y allegados a la causa que Gustavo
defendía, cercanos a Lilian Tintori, esposa del líder opositor y preso político
Leopoldo López, con quien también se relacionaba Gustavo. "Por eso siempre
supe que no podía salir por el aeropuerto internacional de Maiquetía".
Cuando estaba en Estados Unidos y Diosdado Cabello mostró
la fotografía y lo acusó, él y su familia supieron que ya no podía volver.
"Me había traído solo una maleta pequeña con dos trajes, ni un bluyín y
muy pocas franelas, y con eso y 46 dólares empecé a rodar. Gracias a Dios el venezolano
te ayuda, la 'resistencia' en Estados Unidos (como denominan el movimiento
opositor activo contra el régimen chavista) me apoyó mucho. Poco a poco he
salido adelante, haciendo trabajos que jamás me imaginé hacer. Pero muy
agradecido con este país y la oportunidad que tengo", explica para
Univision Noticias.
La represión empuja
El incremento de la petición de asilos de venezolanos en
Estados Unidos coincide con un momento de represión y protestas en Venezuela en
febrero de 2014, según describimos en este reportaje.
Sin embargo, de las personas que fueron entrevistadas
hace tres años para esa investigación, ninguna ha recibido respuesta sobre su
asilo. Diego Arcaná, por ejemplo, recibió su permiso para trabajar pero no lo
han llamado para la entrevista. Él también fue víctima del abuso policial y
sufrió herida en un ojo y persecución.
Isabel Martínez (resguardamos su verdadero nombre), una
odontóloga que viajó con su familia a Miami desde 2016, se empieza a preocupar:
"ni siquiera nos llaman para la entrevista, pero conozco a alguien que
aplicó por asilo en 2014 y tampoco lo han llamado".
En las mismas condiciones está un militar retirado de la
Guardia Nacional Bolivariana que trabaja atendiendo un bar en Miami Beach y
aplicó para asilo en mayo de 2016. Dice haberse negado a reprimir a quienes
protestaban en Venezuela y comenzaron a ubicarlo en puestos administrativos y
de educación "pero me tenían fichado y tuve miedo. Así que cuando pude,
salí", cuenta. "A mi ni siquiera me han llamado para
entrevista".
70,000 casos
acumulados
Solicitudes de asilo en EEUU de ciudadanos venezolanos
Los venezolanos comenzaron a aparecer en la lista de las
diez nacionalidades con mayores solicitudes de asilo en febrero de 2014.
El asilo es una figura de protección contemplada en las
leyes estadounidenses y permiten darle refugio a cuidadanos de otros países que
pueden demostrar 'miedo creíble' por haber sido perseguido en su país de origen
–por estas razones– o mostrar evidencias de que lo será si regresa.
Hay dos formas: el asilo afirmativo y el defensivo. El
primero se hace frente al departamento de migración (Uscis) voluntariamente
durante el primer año después de la entrada a Estados Unidos. El segundo lo
procesa el departamento de Justicia y es cuando la persona debe defenderse de
una potencial deportación ante las cortes de migración.
En ambos casos, cuando una persona obtiene su condición
de asilado en Estados Unidos, puede obtener su permiso de residencia permanente
(green card) al cabo de un año y en cinco años más solicitar la ciudadanía.
Es un proceso que en vista de la cantidad de solicitudes
que recibe el gobierno de Estados Unidos se ha vuelto muy lento y no siempre
satisfactorio para el solicitante venezolano. De las cifras disponibles se
desprende que en 2014 se aprobaron 318 asilos de 1,844 peticiones; el año
siguiente solo 466 de 5,603 solicitudes y en 2016, cuando los casos
contabilizaron 14,727, el gobierno solo otorgó el estatus a 328 personas con
nacionalidad venezolana.
Aún no se tienen cifras de 2017 ni lo que va de 2018.
El abogado Julio Henríquez, director de la fundación con
sede en Boston 'Libertad pararefugiados' (Refugee Fredom Program), se
especializa en casos venezolanos y ha ganado por lo menos dos este año,
mientras espera la resolución de otros.
Explica que los lapsos de espera por una respuesta a caso
de asilo, de entre tres y cuatro años, se debía entre otras cosas a la
presentación de casos falsos que producían el atasco en el sistema
estadounidense, mientras que los solicitantes tenían el incentivo de lograr un
permiso de trabajo y emplearse por esos años para luego volver a casa o a otro
país con ese dinero.
El gobierno decidió entonces resolver las peticiones de
este año muy rápidamente y en caso de negarlas se inicia el proceso de
deportación.
"Esos procesos de deportación también son lentos,
todavía no estamos viendo grandes números de deportaciones inmediatas",
dice Henríquez y le sorprende que muchos no entienden "algunos
eufemismos" que usan en Estados Unidos para informar que la persona entra
en un proceso de esos. "Ellos no te dicen que te niegan el asilo, sino que
'tu asilo ha sido referido'. Eso significa que te inician un proceso de
deportación y te envían a una corte para iniciar un proceso judicial. Como es
un eufemismo, la gente no se da cuenta de que se lo negaron", explica el
abogado.
Cuenta además que recientemente un cliente le comentó que
cuando fue a su cita en la sede de la corte de migración en Miami, donde se
tramitan los asilos defensivos "eso estaba lleno de venezolanos".
Aún no hay disponibilidad de cifras públicas de
deportación de venezolanos.
Henríquez advierte que se siguen acumulando aplicaciones
y aunque mejoró el atasco no fue como pensaban. "Hace dos meses introduje
un caso y ayer (jueves 25 de octubre) tuve la entrevista, por ejemplo. A veces
tarda cuatro meses, con casos de este año cuando decicieron priorizar".
"Aún hay 70,000 aplicaciones de venezolanos que ni
siquiera las han escuchado", calcula.
La 'caravana'
silenciosa de los venezolanos
Lo que el mundo ha comenzado a ver en fotos y videos de
desplazamientos de venezolanos por la frontera con Brasil o largas caminatas de
familias enteras hacia Ecuador, Perú y destinos de suramérica ya se refleja en
números gruesos que presentó Acnur en su informe más reciente. La nacionalidad
venezolana es la cuarta en el mundo en el cuadro de solicitudes de asilo en
diferentes países, un registro que va desde 2008 hasta 2017 y que cambió su
configuración este último año.
Número de venezolanos que han solicitado asilo en
distintos países
En 2017 la venezolana se convirtió en la cuarta
nacionalidad con mayores solicitudes de asilo, por detrás de Afganistán, Siria
e Irak.
Sin embargo, ya Estados Unidos no figura en el primer
lugar de las preferencias de los venezolanos a la hora de pedir asilo. Fue
sustituido por Perú, país que ha mostrado una apertura en la documentación,
reconocimiento de títulos profesionales, estatus y otras medidas para facilitar
la acogida.
Henríquez cree que con los datos que hoy tenemos a la
mano se puede dibujar un mapa de la "solidaridad" con Venezuela en
América Latina. En él se podría identificar que suramérica ha abierto sus
puertas a los venezolanos que huyen de la represión política, los altos niveles
de criminalidad que suman más de 30,000 muertes violentas al año, la pobreza,
ausencia de atención médica y alimentos, entre otras.
Las cifras muestran cómo Perú acaba de desplazar
a Estados Unidos como destino más buscado por los venezolanos en su histórica estampida.
Países en los cuales solicitaron asilo los venezolanos en
2017
Perú superó el año pasado a Estados Unidos como el país
donde más solicitudes de asilo presentaron los venezolanos.
"Otros países que recibieron cifras considerables de
solicitudes de nacionales venezolanos fueron Brasil (17,900), España (10,600),
Panamá (4,400), México (4,000) y Costa Rica (3,200)", refleja el informe
de Tendencias globales 2017 de Acnur.
"En cuanto a los países de origen, el mayor aumento
en 2017 se debió a la situación en la República Bolivariana de Venezuela
(345.600). Allí, la difícil situación de seguridad, la pérdida de ingresos como
consecuencia de la actual situación económica y la escasez de alimentos y medicinas
impulsaron a un gran número de personas a abandonar su país durante el
año".
El documento también explica que algunos países de América Latina han introducido mecanismos al margen del sistema de asilo formal para que ciudadanos venezolanos residan durante un periodo prolongado (de uno a dos años), con acceso a trabajo y servicios sociales. Estos mecanismos incluyen permisos de residencia temporal, visados de migración laboral, visados humanitarios y acuerdos de visados regionales.
"Al final de 2017, los países de acogida que
comunicaron grandes números de venezolanos fueron Chile (84,500), Colombia
(68,700), Argentina (56,600), Panamá (48,900), Ecuador (41,000), Perú (31,200),
Brasil (8,500) y Uruguay (6,200)", se lee en el informe.
En Venezuela quedó la familia de Gustavo Sánchez y contra
ellos el acoso de la policía no cesa. "Cada vez que yo doy alguna
declaración en Miami, mi familia es acosada en Venezuela, pero no me voy a
callar", asegura.
Antes de terminar la entrevista, Gustavo Sánchez pide
decir algo: "tengo que agradecerle mucho a la congresista Ileana Ross
Lethinen (R-Fl), me ha hecho sentir en mi casa, no solo acobija a la población
cubana sino a la venezolana".
Pero también quiere dejar unos consejos para quienes
están pidiendo asilo: "cuenten la verdad, con detalles y cómo vivieron su
situación en Venezuela, y asegúrense de tener un buen traductor,
preferiblemente que sea venezolano y entienda bien cada frase, cada cosa que
queremos decir exactamente. Y buena suerte".
Nota: Para estandarizar las cifras se corrigió en el
sumario y en la primera gráfica el número de solicitudes de asilo por parte de
los venezolanos en el año 2018. Se cambio la cifra del año corrido (13,519) por
la cifra del año fiscal (21,722).
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