Fernando Camino Peñalver 23 de octubre de 2018
A un
poco más de dos meses de los anuncios “económicos” del régimen, lamentablemente
se ha cumplido el alerta que hicimos sobre el impacto social y económico que
tan desacertadas medidas tendrían sobre nuestra ya devastada nación. Señalamos
en su momento, que irían en contravía de mejorar la situación de crisis
humanitaria de la población y así está sucediendo.
Las
desafortunadas medidas “económicas” que implementó el gobierno luego del
anuncio fueron: aumentar el IVA hasta el 16%; devaluar la moneda en un 2.000%
al elevar el dólar oficial a una tasa de cambio de 60 Bs.S. (6.000.000 de Bs.f)
por unidad de la moneda norteamericana y subir el salario mínimo de 3.000.000
de Bs.f a 180.000.000 de Bs.f., el equivalente a: de 30 Bs.S a 1.800 Bs.S
respectivamente. La promesa de sincerar el valor de los combustibles se evaporó
en el tiempo, quizás por no tener la experticia técnica para implementar el
subsidio o por el temor a una violenta reacción de la población, uno no sabe.
El
aumento del IVA, tiene un impacto negativo sobre el costo de los bienes y
servicios que consume y usa el grupo familiar, porque al elevar este impuesto,
se suma un costo adicional sobre la estructura de precios en todos los
circuitos productivos.
El
régimen, después de tanto desconocer al dólar paralelo, terminó usándolo como
valor oficial para devaluar nuestra moneda. El gobierno afirmó en ese momento,
que esta tasa oficial anclaría el valor del dólar con respecto al bolívar,
haciendo desaparecer de esta manera el denominado dólar libre o paralelo. Lo
cierto es que de 60 Bs.S por un dólar en ese momento, el valor de la moneda
norteamericana en el mercado paralelo se elevó a más de 180 Bs.S al día de hoy
y sigue manteniendo una tendencia ascendente.
El
aumento salarial decretado por el régimen, creó por pocas semanas una
percepción positiva en gran parte de la población, pero luego se convirtió en
un espejismo al irse desdibujando su valor ante la arremetida del aumento de la
hiperinflación, alimentada por el gobierno. El pecado original del régimen fue
emitir más dinero sin respaldo para poder honrar el compromiso del aumento
prometido, más el regalo de un bono a una parte de la población. Es decir, más
dinero sin valor (no recaudado) el cual genera una oferta de bienes y servicios
que continúa estancada. Cuando el régimen anunció el aumento salarial, su valor
era el equivalente a 30 dólares mensuales del paralelo, al momento de escribir
este artículo el aumento salarial representa solo 10 dólares del paralelo.
El
impacto negativo que ha tenido tan absurdas medidas, ha destruido la economía
familiar. En septiembre, mes en que se empezó a implementar las medidas
económicas, la canasta básica familiar aumentó 111%, un monto de 23.261 Bs.S en
relación al mes anterior, teniendo un valor al cierre de ese mes de 44.079
Bs.S. En ese mismo mes, subieron de precio los ocho rubros de bienes y
servicios que conforman la canasta, entre ellos el de los alimentos.
La
canasta alimentaria por su parte, aumentó en 11.239 Bs.S sobre su valor del mes
de agosto, un 96% en solo un mes de aplicación de las medidas económicas
oficiales. En septiembre se necesitó disponer de 22.927 Bs.S para cubrir las
necesidades alimenticias de una familia de cinco personas y el salarió mínimo
fue de 1.800 Bs.S.
Lamentablemente,
el peso negativo de los desaciertos en materia económica del régimen, seguirán
sumiendo a nuestra población en la más cruel crisis humanitaria que haya
padecido, innecesariamente, país alguno sobre la tierra. Únicamente podremos
salir de esta pesadilla con la llegada de un Estado Democrático que genere la
confianza tanto interna como externa, que propicie el apoyo financiero y las
inversiones necesarias para desarrollar nuestro país. Estamos en el momento
propicio, el país se puede recuperar, más pronto de lo que algunos imaginan.
Fernando
Camino Peñalver
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