El Pitazo 17 de agosto de 2024
Walter
Mebane Jr, profesor de estadística de la Universidad de Michigan, publicó un
estudio basado en su método de auditoría forense.
Como
si se tratara de un médico forense, Walter Mebane Jr. es experto en hacer
autopsias a resultados electorales y eso hizo con las actas de la elección
presidencial del 28J publicadas por la oposición. En un estudio, publicado el
11 de agosto, este profesor de estadística de la Universidad de Michigan,
concluyó que sólo 2 de las 24.532 mesas de votación tenían indicios de fraude,
pero con un número total de votos fraudulentos tan escaso que puede que no haya
ninguno entre los que se dieron a favor de Edmundo González Urrutia.
Voceros del gobierno venezolano han cuestionado la legitimidad de las actas publicadas en el portal Resultados Presidenciales Venezuela y el Ministerio Público anunció, en un comunicado del 7 de agosto, que abriría una investigación penal a los responsables de su publicación. Pero este estudio académico, en cambio, valida la consistencia de sus datos, indicando que sus resultados se corresponden con la voluntad de los venezolanos expresada en las urnas.
Se
trata de un aporte académico que se suma al dictamen del panel de expertos de
la Organización de Naciones Unidas, que en su informe dado a conocer ayer indica
que revisó una pequeña muestra de las actas publicadas y que estas “exhiben
todos los dispositivos de seguridad de los protocolos originales de los
resultados”. Para el panel, esto sugiere que su publicación fue “una medida de
salvaguardia clave de transparencia (…) respecto a cualquier resultado
publicado oficialmente”.
¿Qué
es el método forense?
El
método empleado por Walter Mebane Jr. analiza resultados electorales estimando
los totales de votos generados en las mesas, clasificándolas en cualquiera de
tres categorías: “no fraude”, “fraudes incrementales” y “fraudes extremos”. Y
con fórmulas estadísticas, determina no solo en cuáles mesas pudo haber fraude
incremental o extremo, sino el número de votos fraudulentos. Es decir, evalúa
no solo la incidencia sino la magnitud.
Asimismo,
antes de ejecutar el estudio, el analista decide cuál sería el candidato que se
beneficiaría con los potenciales votos fraudulentos. En este caso, Mebane
eligió a González Urrutia por tratarse del candidato con más votos: 7.303.480
contra los de Nicolás Maduro obtuvo 3.316.142, según la información de 81,7% de
las actas de la elección.
“Los
votos son medidas válidas pero imperfectas de lo que yo llamo fraudes:
manifestaciones de distorsiones malévolas de la intención de los electores que
cambian o pueden cambiar resultados electorales”, explica en el paper.
“Estas manifestaciones de fraude electoral son muchas y variadas: más allá de
la manipulación de los recuentos de votos, se utilizan votantes y votos falsos,
intimidación de votantes, violencia electoral, supresión de votantes,
desinformación, etc.”. Puede haber, por ejemplo, votos transferidos de un
candidato a otro (robados) o que son tomados de no votantes (fabricados).
Los
hallazgos del estudio
“Sólo
en dos mesas de las n = 24.532 mesas en el análisis puede hablarse de fraude
forense. Ambos casos (…) constituyen fraudes extremos, lo que significa que es
muy probable que hayan surgido de distorsiones malévolas de la intención de los
electores, pero el número de votos forenses-fraudulentos asociados con estas
mesas es extremadamente pequeño”, indica el estudio.
Y
continúa: “El intervalo de credibilidad del 99,5% tiene un límite inferior de
cero. Un intervalo tan creíble significa que puede que no haya ningún voto
fraudulento entre los votos a favor de González (…) significa que los fraudes,
si existen, son mezclas desconocidas de malévolas distorsiones y
comportamientos estratégicos de los electores”. Un ejemplo de esto último puede
ser el voto nulo.
Más
adelante, Mebane informa que hizo un nuevo análisis con los datos actualizados
al 5 de agosto en el portal puesto en línea por la oposición (ya con las actas
de 25.073 mesas). Y concluyó que sólo en 1 de las 25.073 pudo haber fraude
categorizado como extremo, pero que “citando un intervalo de credibilidad del
99,5%, se podría decir nuevamente que puede que no haya votos forenses
fraudulentos entre los votos para González”. En una nota a pie de página, se
indica que esta mesa está ubicada en la parroquia Ticoporo, del municipio
Antonio José de Sucre, en el estado Barinas.
Para
ir más allá y ofrecer contexto, el académico analizó también los resultados de
cuatro elecciones venezolanas más: las presidenciales de 2000, el referendo
revocatorio de 2004, las presidenciales de 2006 y el referéndum constitucional
de 2007. Una a una va detallando la cantidad de mesas en las que encontró
distorsiones y concluye que en estas cuatro elecciones hay más indicios de
fraude y más votos fraudulentos que en las recientes presidenciales de
2024.
¿Quién
es Walter Mebane Jr.?
Nacido
en 1958, Walter
Mebane Jr. es profesor de los departamentos de Ciencias Políticas y de
Estadística de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, y experto en la
detección de fraudes electorales. Ha hecho análisis forenses de los resultados
de varias elecciones presidenciales, entre estas las de Turquía en 2023, Kenia
y Filipinas en 2022, Perú en 2021 e Irán en 2009. También fue el autor de un
artículo en el que cuestionó la afirmación de la Organización de los Estados
Americanos de que había habido fraude en las elecciones generales bolivianas de
2019.
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