SEBASTIÁN DE LA NUEZ 26 de agosto de 2024
La
cotidianidad de una mujer en El Guarataro, en Caracas, puede ser un buen
pretexto para echarle una mirada al país que ha quedado después del 28 de
julio: el país en donde WhatsApp puede ser tu pasaporte a Tocorón o Yare, y
donde la palabra «libertad» está poco menos que proscrita. El género del
testimonio, apenas con intervención del periodista, se presta para desnudar la
realidad tal como es después de la caída del autoritarismo, que es cuando el
autoritarismo da más patadas porque se convierte en una fiera herida
Lo que está sucediendo en Venezuela en estos días debe documentarse, registrarse. El día de mañana será memoria de un periodo convulso y aleccionador. La prensa no solo sirve para informarse hoy y tomar medidas sobre lo que sucede, tener una actitud determinada ante los acontecimientos; también ha de servir para mañana. Para eso es también la prensa, para el futuro. De allí la importancia del testimonio, un género periodístico que evoca o reproduce la voz del testigo en primera fila. El periodista pocas veces tiene la suerte de ser testigo privilegiado, o, si lo es, su presencia en el lugar de los hechos suele ser efímera ya que, probablemente, al día siguiente, o ese mismo día por la tarde, deberá cubrir otra pauta en otro lado.
El
testimonio es un excelente método para preservar el contexto y lo cotidiano
vivencial de las personas que están sufriendo las consecuencias de los hechos.
Eso es un testigo: por lo general, una víctima. Olga (nombre ficticio), cuyo
testimonio reproducimos, retrata a pequeña escala aquello que sucede en cada
rincón del país. Ella es exactamente y a final de cuentas eso: una víctima en
El Guarataro. Su voz suena con autoridad y autenticidad, sin interferencia
alguna. Es representante de un partido de la oposición en la zona, ha tenido y
tiene contacto con chavistas y con los testigos de mesa del 28-J. Es un sitio
cercano a la avenida San Martín; para quien no esté familiarizado con Caracas,
una de las zonas tradicionalmente más humildes de la ciudad.
***
Sí,
aquí hubo un fallecido por bala en el marco de la protesta, a raíz del 28 de
julio, en la avenida San Martín. Había colectivos allí y el disparo vino de uno
de esos colectivos. No tienen la misma fuerza de antes pero en algunos momentos
son activados y tienen armamento. En esa protesta no hubo disparos de la
Policía sino de los colectivos. No guardé el nombre del fallecido en el
teléfono, por la misma dinámica de lo que está sucediendo: cosa que tienes en
el teléfono, cosa que borras. Tú dices ahora la palabra «libertad»y para ellos
[las autoridades, la Policía, el chavismo] es incitación al odio. El día de la
elección aquí en el barrio había fiesta, antes de que el CNE sacara ningún
anuncio. Todo el mundo sabía que había ganado Edmundo y eso era la fiesta,
pues. Durante el día hubo un ambiente tranquilo, mucho más tranquilo de lo
habitual. El día 29, cuando salió la gente a protestar por esta zona, se
produjo una toma por parte de la Policía: unos de la PNB, todos encapuchados…
fue una semana de suma tensión porque hubo presencia policial de más, de más…
Con chalecos, con bombas; era como una medida de presión para que el pueblo no
volviera a salir, como para amedrentar.
Aquí
en este barrio no hay colectivos, los colectivos son del 23 de Enero, pero la
Policía no ha dejado de estar… sí, se llevaron a varios muchachos de los
edificios de la avenida [San Martín]; que yo sepa, esos muchachos no han
regresado. Más que represiva, la Policía es intimidatoria, no puedes gritar
¡libertad! porque te meten preso.
«Yo no
es que crea que el barrio votó masivamente por González Urrutia, ¡es que tengo
la certeza!»
Te
cuento la situación de los testigos: mucho miedo. No se han llevado, gracias a
Dios, a nadie por ser testigo de mesa pero sí está el miedo latente, inocularon
ese miedo con los rumores que corrieron, porque esto es una práctica, ¿no?,
para que te autolimites… A uno mismo le da miedo de expresarse después de haber
trabajado en ese proceso hasta ese día [se refiere al 28-J], pero es un miedo
real porque vi los primeros días, cuando rompieron puertas y ventanas; se le
metían a la gente y todo el mundo estaba en esa zozobra. De hecho, no hemos
salido de eso; pero gracias a Dios, no tengo ningún testigo [de mesa, de su
partido] que haya estado en esa situación. Eso que te digo es lo que venía por
las redes.
Yo no
es que crea que el barrio votó masivamente por González Urrutia, ¡es que tengo
la certeza! Por la recolección de data. Por supuesto, existe una base chavista
aquí en el barrio, pero ya no es no de confrontación, ni mitad y mitad, no; son
una minoría y están a nivel de consejo comunal o de las ubeché… de
esas cosas.
Vi las
actas ese día de todos los centros electorales, y te digo: el promedio en las
mesas era trescientos o trescientos cincuenta para González Urrutia, ciento
veinte o ciento cincuenta votos para Maduro. Era la media para todos… No, no
quiero que salga mi nombre, acá los venezolanos estamos en total indefensión.
La mejor defensa para nosotros los demócratas es no dejarnos agarrar. Aquí, si
te agarran en tu estado de WhatsApp que pusiste la bandera de Venezuela y la
palabra «libertad», es que estás en contra del gobierno, si pones «quiero que
regresen mis familiares», estás en contra del gobierno. Oye, acabo de ver una
noticia que me quedé loca: remolcaron un carro nada más porque decía «libertad»
en el vidrio.
Lo que
sí te puedo decir es que todavía aquí la gente tiene mucha fe y mucha esperanza
en que las cosas puedan avanzar. Aquí nada está totalmente escrito. En lo
personal te digo que a veces tengo unas horas bajas, en todo caso tenemos
muchas ganas de que los ciudadanos seamos tratados como ciudadanos, como merecemos.
Voy a seguir enfocada en eso.
Yo
hago mercado en Quinta Crespo… Mira, las cosas no están caras, lo que pasa es
que no ganamos suficiente pa’comprarlas [risas]. Cuando tienes un salario de
cuatro dólares a la quincena, o sea, ¡ni que me pongas a centavo de dólar te
puedo comprar algo! Sencillamente porque no me alcanza. Lo que sí te
puedo decir es que nosotros los venezolanos somos muy resilientes: vendemos
tortas, cortamos cabellos, hacemos uñas. Uno busca la manera. Te digo: no es
que nos acostumbramos, sino que le echamos pichón y así avanzamos. Pero es
difícil, ¿oíste?, gracias a Dios que uno está sano. Este es un país donde uno
no se puede enfermar.
Y
estás en un país donde tú no te puedes poner una franela con la bandera de ese
país, te pones esa camisa y te estás exponiendo a que te hagan cualquier cosa
en la calle. Nosotros ni tenemos derecho a ponernos la ropa que queramos. A ese
nivel estamos. Te prohíben que pases por ahí o por allá, no hay libre tránsito…
Bueno, tu teléfono: tienes que borrar el historial completo para salir a la
calle porque no sabes en qué momento te van a parar y te van a revisar el
teléfono. Me acabo de enterar que a la gente la están botando de los entes
gubernamentales por sus estados de WhatsApp. Es verdad. No es mentira. Si
tienes ahí la consigna VENEZUELA LIBRE te botan. Eso es así.
Yo soy
autoridad en mi partido, pertenezco a la junta regional, estoy en comunicación
directa con la parroquia, hemos tratado de sortear los inconvenientes y
hacemos la reunión por Zoom o buscas la manera, porque uno no es que se
acostumbre pero te tienes que ir adaptando.
En el
barrio, el agua llega dos días por semana. Pero no es que sean 48 horas
continuas, el horario cambia arbitrariamente. Hay sitios donde llega doce horas
a la semana.
A
nosotros no se nos va la luz, pero tiene muchos bajones, una inestabilidad. En
cuando al servicio de basura, aquí la comunidad se cansó de convivir con los
gusanos, la gente se organizó y nosotros mismos nos encargamos de bajar los
contenedores a la avenida.
―Y si
pudieras decirle algo a Maduro, ¿qué dirías?
―Que
respete al ciudadano, que respete a Venezuela. Que asuma. El compatriota tiene
que asumir, esto no significa que la vida se le acabó. Ellos saben que
perdieron, se han montado esa película pero saben que perdieron. Tu caminas y
te encuentras con dirigentes del PSUV por la calle y no te ven a los
ojos, te evitan la mirada porque saben lo que está haciendo Maduro
al desconocer la voluntad de todos los venezolanos que votamos en su
contra él. Te voltean la cara, no te la ven.
***
Se
está repartiendo un papel para que lo firmen los del barrio; el papel implica
la aceptación de que Nicolás Maduro ha ganado las elecciones. Olga me hizo
llegar copia de ese papel, una planilla encabezada por la frase «COMUNIDAD CLAP
URBANIZACIÓN SAN MARTÍN». Se trata, por lo que puede colegirse ya que la
redacción no ayuda, de una extorsión que debe firmar cada uno de los habitantes
del sector para poder seguir recibiendo las cajas CLAP. El texto consta de un
solo párrafo de once líneas y una sola coma; en fin, el texto quiere decir, con
su escasez gramatical, que el ciudadano Nicolás Maduro Moros ha sido reelecto
el 28 de julio de 2024 presidente de la República Bolivariana hasta 2031, y en
razón de tal cosa va a continuar con sus benefactores planes sociales en pro
del pueblo, entre ellos la caja CLAP, y por lo tanto desde la Misión
Alimentación debemos preguntarle «si está usted de acuerdo o tiene la necesidad
de seguir percibiendo el beneficio del CLAP».
Tomado
de: https://lagranaldea.com/2024/08/26/tu-dices-la-palabra-libertad-y-para-ellos-es-incitacion-al-odio/
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