Por Veneconomía.com, 22/08/2011
En diez días arranca en Venezuela el Censo de Población y Vivienda 2011. Se cumple así con la legalidad de censar a la población cada 10 años. Lamentablemente, contrario a otras oportunidades cuando el Censo era acogido con gran colaboración por parte de la población, el de este año ha recibido un gran rechazo.
Ese rechazo se debe principalmente a la desconfianza y al temor de la gente a que se vulnere su privacidad y que eventualmente la divulgación de datos privados atente contra sus derechos. Está muy fresco aún en muchos venezolanos, las consecuencias nefastas que les acarreó la Lista Tascón, contentiva de las firmas de la solicitud del Referendo Revocatorio.
Según analistas, las preguntas del Censo 2011 son esencialmente las mismas que las que se vienen formulando desde 1950, con dos importantes diferencias: 1) Que por primera vez se pedirá nombre, apellido y cédula de identidad de todos los habitantes permanentes de las viviendas. 2) Contiene preguntas de carácter étnico, otras que llevan a identificar quiénes pertenecen a las misiones del Gobierno y a conocer detalles de densidad de ocupación de la vivienda. Esta última toca un tema álgido en momentos donde la propiedad privada está en pico de zamuro. Otra diferencia de este Censo con los anteriores es que es exhaustivo a todas las viviendas del país y no un muestreo, lo cual podría sentar las bases del control del patrimonio del venezolano.
Otra aclaratoria importante se refiere a la obligatoriedad de responder o no a las preguntas. Al respecto cabe señalar que según la Ley de Función Pública Estadística, los ciudadanos tienen que dar respuesta veraz, completa, oportuna e imparcial a los funcionarios del Sistema Estadístico Nacional, so riesgo de multas para los infractores. Es más, el pago de las sanciones no exime a la persona de responder a las preguntas y, de no hacerlo, podrá ser multado de nuevo.
Sin embargo, la misma Ley en su artículo 9, indica que entre otros no son de suministro obligatorio datos referidos al origen étnico, las referidas al honor y a la intimidad personal o familiar. Además, de que en la Constitución Nacional está consagrado el derecho a la privacidad, el mismo está considerado un derecho humano universal en tratados internacionales suscritos por Venezuela.
Para finalizar se puede decir que el autoritarismo y la arbitrariedad demostrada por el régimen de Chávez serán los factores que determinarán si el temor y la desconfianza atentarán contra la fidelidad del Censo 2011. Por más que las autoridades insistan en que la Ley de Función Pública Estadística ampara el secreto estadístico, cuando se pide al encuestado nombre, apellido y cédula de identidad se muestra la vocación dictatorial férrea del Gobierno.
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