Por Olga, 02/09/2013
1) -Señor, dónde está el polvo de hornear?
-Noooo mija…ni lo busque, no hay.
2) -Tiene el medicamento XXXXXX?
-No hay
-Hay algún sustituto?
-Si lo hay, dice la farmaceuta, pero tampoco
hay.
3) El alboroto en el abasto al lado de la
panadería me hace acercarme. Me topo con una vecina y ante mi gesto
interrogativo me dice -Métete en la cola. Están dando 2 Harina Pan por persona.
Me niego. Sigo a la panadería.
4) -Hola María, dos canillitas porfa…
-No hay. Solo campesino.
-Dame uno pues.
Hace rato que no compramos lo que queremos,
sino lo que hay. La compra, desde medicinas hasta repuestos, se ha convertido
en una Gimkhana
5) Tengo que hacerme un TAC abdominal. En
Rayos X de la clínica a la que voy hay un cartel que reza
“Se informa a los pacientes que motivado a la
FALTA DE PLACAS a nivel nacional
1) Para los resultados de Rayos X solo se
entregará el informe médico y CD’s
2) Para estudios especiales de rayos X,
resonancia magnética y tomografía se entregará informe médico y CD“
Hace 4 días que mi médico, de otra clínica,
tiene el cd y todavía no ha podido abrirlo. Las clínicas tendrán que unificar
formato.
6) Doris, la señora que trabaja en mi casa
por días tuvo que correr de emergencia a Boconó porque iban a operar a su papá.
Se tuvo que regresar porque en el hospital le dijeron que no le podían hacer
los exámenes que hacían falta. El papá quedó sufriendo y en veremos. A la hija,
para poderse regresar le cobraron 350 bs un pasaje que usualmente vale 180.
Nadie explota más a los pobres que los pobres.
7) Me cuenta la misma Doris que estando allá,
el INDEPABIS cerró una carnicería. Los chavistas arreados para el evento
celebraron el cierre. La solución tan celebrada dio como resultado…que ahora no
hay carne.
8 ) Paso 35 minutos varada en una ”Y” porque
los vivos que quieren ir a la derecha, adelantan a la brava por la izquierda y
nos trancan a todos. La falta de ciudadanía nos castiga con igual entusiasmo
que el gobierno. A ratos les tengo más rabia a los mansos bolsas que les dan
paso que a los mismos abusadores. Éstos existirán mientras haya quien los deje
salirse con la suya. Yo no.
9) Le hago notar a la “supervisora” del
automercado que la única cajera habilitada está abollada por la cola que hay y
hay gente mayor con cosas en la mano que al rato les pesan. Leyendo el
periódico me dice altanera “A mí no me pagan para ser cajera”. Indignada le
digo “tampoco te pagan para leer el periódico”. Aunque sea pésima empleada, la
LOT no deja que la boten. Mis compañeros de cola me dicen “Por eso estamos como
estamos”…sin embargo los veo asumir con calma de yogi el karma que les impone
una mala empleada y una ley que la ampara. La rara soy yo por protestar.
10) Mi amiga Mecha escribe un mensajito al
grupo: “Voy saliendo de un Farmayor donde conseguí leche en polvo y primero me
sentí feliz (tengo 3 preadolescentes en casa) y luego casi me deprimo de pensar
a qué nivel basal estoy feliz por conseguir leche en polvo”
Estoy segura que mis lectores, chavistas u
opositores, podrían dar muchos más ejemplos de su semana. Muchos hablarán de la
luz que les falta, otros del chip que les imponen, otros tantos del atraco que
sobrevivieron, nadie, absolutamente nadie se salva del rol de víctima.
Y hete aquí que tanto lo que hace el gobierno
como algunos factores de la oposición, me vuela los tapones.
El gobierno habla de magnicidio. ¿Cuántos van
ya? No me rio. Me pregunto, en serio, si los chavistas que quedan y los
maduristas que aún hay, los mismos que pueden suscribir cualquiera de los
episodios relatados más arriba, e igualados en la condición de víctimas del “no
hay”, de las vivezas de otros y de la flojera de tantos, realmente le dan
importancia al anuncio “N” de magnicidio. Me pregunto si cuando buscan una
medicina para sus chamos, saltinbanqueando de farmacia en farmacia, les cruza
siquiera el pensamiento del bienestar de Nicolás o de Diosdado. Me pregunto si cuando
recitan “tenemos Patria” la letanía suple la leche y la harina que no hay, si
compensa la hora en cola, el maltrato del enchufado, la marca degradante de
ganado en el brazo, el bebé en caja de cartón.
Y por el lado de la oposición, veo a algunos
atacados del hipo Constituyente, hablando de partidas de nacimiento y de
bautizo, y dejando escurrir ese “dia-a-día” macabro y sórdido que victimiza sin
piedad y sin distingo. Que no tiene atenuantes. Que ocurre a todos, todos los
días. Implacable.
¿Cómo no lo ven? Tan a la mano que están los
argumentos para desmontar la polarización y algunos insisten en ella hablando
de entelequias que llevan a calles ciegas.
No señores… más que nunca en este momento
tenemos causas comunes.
El magnicidio no es una de ellas.
Conseguir leche y llegar salvos a casa sí.
Dejar de ser víctimas también.
Si quieren el medicamento “Ubicatex” en
gotas, grageas, infusión, loción e indovenoso, no hay tiendas especializadas.
Pero su aplicador está al alcance de todos: se llama “voto”.
Olga K
@olgak26
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