Por Cristina Sanchez, 13/11/2013
- "En
España se han derrumbado los referentes y siento que se está creando el caldo
de cultivo que puede degenerar en autoritarismo”
- "Es contradictorio que Obama hiciera una
campaña tan volcada en las redes y haya protagonizado uno de los mayores
escándalos sobre espionaje en la Red"
- "En Cuba nos están escuchando... para
denigrarnos, pero ya es un paso: nos tienen en cuenta"
- La filóloga, bloguera y periodista cubana
participa hoy en Madrid en las Jornadas sobre Democracia 2.0 organizadas por
dontknow.net
Fue una de las cien personas más
influyentes en el mundo en 2008 según Time. Si la influencia tiene que ver con
las redes sociales, la revista debería haber prolongado su permanencia en la
lista a esta cubana, filóloga, que, desde La Habana se emperra en desarrollar
su pasión: el “oficio de ser incómodo” –como define al periodismo- y en el fomento de las nuevas
tecnologías como herramienta de cambio en Cuba. En ellas se maneja como pez en
el agua a través de redes sociales como Twitter, donde cuenta con más de
medio millón de seguidores, o de sus blogs como el premiado Generación Y,
traducido a 17 idiomas, por el que recibió el Ortega y Gasset de periodismo. Yoani Sánchez está hoy en Madrid,
invitada por Dontknow.net, para participar en las Jornadas
sobre Democracia 2.0 en las que debatirá, junto a expertos
como Juan Verde, codirector de la campaña de
reelección de Obama, sobre la participación
ciudadana a través de las tecnologías sociales.
¿Qué es la Democracia 2.0?
Más que la democracia 2.0 como
concepto final o acabado, lo interesante es cómo las nuevas tecnologías ayudan
a democratizar; tanto para enderezar democracias torcidas -como es el caso de
tantos países- como para formar democracias en las que los ciudadanos
desconocen ese modelo. Entiendo la Democracia 2.0 como la participación a
partir de la tecnología; pero no es sólo el click, el “me
gusta” o el retuit, sino la presencia en el ciberespacio que
realmente influye en la vida real, en los políticos y en la toma de decisiones.
Pero ¿existe? ¿Escucha el político al
ciudadano a través de las nuevas tecnologías?
Los políticos son individuos que se
ponen de vez en cuanto el rostro de quien quiere complacer a sus electores
y-como quieren mantener la silla- está claro que les conviene escuchar a los
ciudadanos. De ahí, a que eso se convierta en un marco jurídico... va un largo
tramo. Pero sí; estamos viviendo los inicios de cómo puede ser la participación
a través de las redes sociales, aunque los políticos insistan en principio en
la vieja usanza y subestimen las nuevas herramientas.
En el caso particular de Cuba,
increíblemente nos están escuchando… para denigrarnos, para hacernos la
competencia con una contravoz oficial, pero ya es un paso: nos tienen en cuenta
Los gobiernos que han presumido de
contar con los ciudadanos a través de los llamados Open Goverment ¿son
de verdad gobiernos abiertos a la participación ciudadana? Hablo, por ejemplo,
de la Administración Obama.
En el caso particular de Obama es
bastante contradictorio que haya hecho una campaña tan volcada en las redes,
aparentemente tan transparente para los usuarios de la Red y sin embargo
haya protagonizado uno de los escándalos más sonados de espionaje, de control
de las redes y los contenidos virtuales de muchos ciudadanos. Los políticos
están dispuestos a usar estas herramientas para ganar apoyos, para conservar el
poder, pero cuando la herramienta misma les está acotando, molestando,
poniéndoles límites, entonces la descartan y vuelven al bureau. Es
el problema principal.
Ahora bien, siempre que un político
se atreve a pasar la delgada línea roja entre el mundo concreto y una presencia
virtual, se hace más vulnerable hacia la ciudadanía. Por mucho que quiera
cerrar la cuenta en Twitter, desconectar en Facebook, poner el cartel de
“ocupado” en Skype, ya ha emprendido un
camino en el que está más a la mano, a golpe de un tuit; ya no puede decir que
no escuchó, que no sabía, que no se había enterado o que no conocía la opinión
de la población.
¿Existe algún modelo en el mundo de
Democracia 2.0 o, al menos, que se acerque a lo que debería ser?
No hay patrones a seguir. Estamos en
los inicios y se están dando pasos adelante y pasos atrás. Yo he seguido
durante bastante tiempo al alcalde de Jun; me parece muy simpático lo que hace.
Pero también he conocido casos desfavorables de políticos en Twitter
que han cerrado sus cuentas por supuestas amenazas y otros, como el
de Fidel Castro en mi país, que tiene una cuenta en la que habla de sí mismo en
tercera persona.
No, no me quedaría con un modelo
político pero sí en el caso de la ciudadanía. Un ejemplo es la sociedad
venezolana. Frente a un gobierno que está cerrando puertas en una cruzada
contra la libertad de prensa o las posiciones divergentes, los venezolanos
están dando una batalla en la web ejemplar. No es Democracia 2.0 porque no está
asumido por el poder, pero sí es ‘Civismo 2.0’
¿Y España? ¿Por qué teniendo las
posibilidades de cercanía al político que ofrecen las redes, cada vez es mayor
la desafección ciudadana hacia la política?
No creo que esté tan vinculado a que
la ciudadanía no quiera responsabilizarse en la vida real con lo que dice en el
mundo virtual. Lo que ocurre es que ustedes están en un punto en el que las
columnas, los referentes, se han derrumbado. Y eso es muy peligroso porque
siento que se está creando el caldo de cultivo que puede degenerar en
autoritarismo. Sé cómo funciona y cuando dejo de creer en todo puede ser muy
peligroso para una sociedad.
Y ese descreimiento se percibe. La
gente da el click pero en el corazón siente que eso no va a
cambiar nada. La gente se une a través de etiquetas, de Facebook,
pero en el fondo piensa “esto no va a cambiar nada; ellos van a seguir
gobernando”. Eso no tiene ninguna efectividad.
Cuba: a pesar del control que pueda
ejercer el Gobierno sobre internet ¿se ha producido algún tipo de cambio
social con la generalización de las redes?
Sí. Uno de los cambios más evidentes
que yo percibo es que el Gobierno ha tenido que hablar de temas que antes jamás
hubiera mencionado. La población se entera a través de estos mecanismos y si el
poder no habla se queda “como el Rey está desnudo”; todo el mundo habla de lo
mismo y el poder no habla. Incluso la prensa oficial ha tenido que moverse
hacia áreas más críticas para competir con la tuitesfera y la blogospera alternativas.
Es un pequeño cambio, pero es un cambio
Te puedo asegurar que ha habido tuits
en mi país que han marcado decisiones políticas. Y pongo Twitter como
ejemplo porque nosotros tuiteamos sin acceso a internet, por SMS. Esa
característica técnica de no necesitar internet para actualizar ha convertido Twitter en
una herramienta poderosísima.
Ahora bien: yo soy una apasionada de
las nuevas tecnologías pero tampoco soy ciega. Las tecnologías no tienen ética.
Una grabadora no es buena ni mala, tomará la ética de quien la usa. Y la
tecnología puede servir para liberar pero también para reprimir. En mi país, el
gobierno utiliza las redes para vigilarnos, graba nuestras conversaciones,
tiene sus soldados en la Red. Existe la Democracia 2.0, pero la Represión
2.0 también existe.
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