Henrique Capriles 24 de noviembre de 2013
@hcapriles
Recorrer Venezuela es encontrarse con
gente que necesita, exige y merece soluciones. Y eso es lo mismo que decir que
recorrer Venezuela es escuchar de la boca de la misma gente que quiere un
cambio, que necesita un cambio, ¡que merece un cambio y no la ineficacia de
quien está hoy en Miraflores! Nuestro país no tiene un gobierno nacional: lo
padece.
Y esa gente que pide un cambio no son
los fantasmas que se imagina Nicolás en su retórica delirante, paranoica y
absurda. Son madres y padres de familia que saben que ni ellos ni los suyos
pueden cumplir sus metas ni desarrollar sus capacidades en medio de la crisis
en la que nos ha hundido la incapacidad de él y sus cómplices. Y es un derecho
que tiene cada una de esas personas de levantar su voz, protestar y manifestar
que existe un país que está dispuesto a ponerle la mano en el pecho a quien
pretenda pasarle por encima al pueblo.
Ellos saben lo que pasa cuando
cruzamos el país, así no dejen que lo pasen por televisión. Y se desesperan.
Ellos saben que hemos logrado revivir la esperanza de la gente. Y entonces amenazan.
Se asustan. Ellos saben que cada familia conoce muy bien el nombre de los
responsables de la crisis, de que los venezolanos estemos pasando más trabajo
que nunca. Y por eso pretenden que la verdad no salga a flote. Pero no saben en
lo que se están metiendo: su censura lo único que ha logrado es fortalecernos.
A mí, a quienes tengo el honor de tener en mi
equipo de trabajo y a todos los venezolanos que estamos buscando un país de
progreso, las acciones de Nicolás y su combo nos demuestran, cada vez más, que
merecemos una Venezuela donde las acciones de gobierno estén dirigidas a
mejorar la vida de la gente, y no este desastre que persiste a realazo limpio.
Por eso estamos en cada protesta de cada hermano y hermana, sin importar el
color de su camisa ni su tendencia política.
Porque ésa es otra: ya ni siquiera dejan que
dentro de sus filas se hagan los reclamos justos que cada trabajador y cada
ciudadano merece. Le tienen miedo al pueblo porque saben que lo perdieron. Y
sin pueblo, ni una ni mil leyes habilitantes capacitan para gobernar a quien no
sabe cómo hacerlo. Pero a nosotros, que sí contamos con la gente, porque
siempre hemos trabajando junto al pueblo, ¡ni una ni mil habilitantes nos
detendrán!
La cantidad de desmanes y equivocaciones en
las políticas públicas que han cometido desde Miraflores no se ocultan
sacándonos de los medios. Pero en eso, se pelaron. Es imposible que los
venezolanos no se den cuenta de cómo el sueldo no alcanza y los mercados están
vacíos. O peor aún: con la gente que más necesita haciendo colas interminables,
demostrando que este gobierno no ha podido resolver la producción nacional y
que no tienen confianza en ellos. Y por eso la gente protesta y se organiza y
entiende que es necesario un cambio. Un cambio dentro de la Constitución y a
favor del futuro, no los delirios de quien está en Miraflores que no sabe para
dónde mirar cuando el miedo lo acorrala al no saber qué hacer con el precipicio
por el cual conduce al país.
Desde hace rato el pueblo no le compra los
embustes. Y quieren meter miedo, pero ya no tienen con qué, porque nosotros,
junto al pueblo, ya logramos vencer el miedo. Los números del pasado 14 de
abril todavía les arden y saben que la ineficacia y el tiempo récord en el cual
Nicolás ha hundido a Venezuela en una crisis sin antecedentes, sólo ha hecho
una cosa: hacer que más venezolanos abran los ojos y se den cuenta de que su
modelo caducó.
Y que lo sepan de una vez: a nosotros no van a
meternos miedo con discursos de bravucones ni pegando gritos enloquecidos. Por
más bulla que hagan, no pueden ocultar que ni Maduro ni ninguno de los
cabecillas del partido de gobierno representa lo que la gente reclama. Fíjense
lo que pasa en las colas: en un país como el nuestro, acosado por la
inseguridad y la violencia desbordada, nuestros Guardias Nacionales han tenido
que convertirse en vigilantes de las víctimas de la escasez producida por este
gobierno corrupto, que es el único responsable de la crisis.
No es justo que venezolanos, quienes podrían
estar cumpliendo sus metas y desarrollando sus capacidades, estén perdiendo su
vida en unas colas que sólo demuestran que ya nadie cree en las medidas que
pueda tomar este gobierno.
Venezuela no se puede poner de rodillas, así
que nosotros, sus verdaderos líderes, la vamos a sacar adelante. El pueblo no
es pendejo Nicolás. El pueblo quiere soluciones y tú has demostrado bastante
bien que no puedes dárselas y que sólo te interesa mantener el poder. Se te
notan todas las costuras. Ahora paga las consecuencias de la farsa que armaste
a tu alrededor y mira cómo el pueblo reclama algo que tu ineficacia impide
lograr: un buen gobierno.
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