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lunes, 11 de agosto de 2014

Los retos de la Unidad

Omar Barboza Gutiérrez agosto de 2014

Hoy más que nunca, fortalecer la Unidad es fundamental para el mejor futuro de Venezuela

El tamaño de la crisis que vive el país en lo ético, en lo institucional, en lo económico, y en lo social, no puede ser resuelta por un gobierno con una visión excluyente de quienes piensan distinto, y que además intenta imponer el modelo fracasado que representan al resto de la sociedad, utilizando para ello el control partidista de los diferentes poderes del Estado; la hegemonía comunicacional complementada por la autocensura; la represión a todas las expresiones críticas de la sociedad, basada en la negación del estado de derecho a través del control de las instituciones del Estado; la partidización creciente de algunos sectores de las Fuerzas Armadas en violación a la misión constitucional que le corresponde a quienes tienen el monopolio de la violencia; una corrupción generalizada, origen del enriquecimiento de personeros oficialistas y de mecanismo para torcer la voluntad popular con la anuencia cómplice de los organismos que deberían controlar el gasto público.

Es por todo ello que estamos convencidos de que la solución a la grave crisis que nos afecta, es que previamente se produzca un cambio político en el poder, y planteamos como alternativa un gobierno de Unidad capaz de incluir y respetar a los que piensan distinto, que tenga el doble propósito de la reconstrucción del país en todos los sentidos, y lograr la reconciliación entre los venezolanos, sólo un gobierno de esas características podrá con el esfuerzo y el apoyo de todos los ciudadanos de buena voluntad, por encima de las diferencias ideológicas, lograr evitar que continúe el camino hacia el abismo del fracaso y del sufrimiento al cual nos conduce el proyecto que hoy gobierna al país.

Para lograr ese objetivo de trascendental interés nacional, es necesario que quienes representamos y apoyamos la alternativa de cambio, pongamos por encima de las aspiraciones personales, o de los intereses partidistas, el interés de las futuras generaciones de compatriotas, y convirtamos a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) en el mejor instrumento para el cambio.

Por tanto, es importante que con motivo de las discusiones que estamos desarrollando y que se han acelerado con la lamentable renuncia de Ramón Guillermo Aveledo a la Secretaría Ejecutiva, tomando en cuenta objetivamente los aciertos y errores cometidos hasta ahora, utilicemos esta oportunidad para actualizar la plataforma unitaria y tomar las decisiones que nos permitan conducir al pueblo venezolano hacia el triunfo del cambio que la mayoría quiere, pero que necesita acuerdos fundamentales que le den la coherencia y la eficacia que requiere la alternativa unitaria.

Para la discusión que estamos dando en representación de Un Nuevo Tiempo (UNT), hemos elaborado propuestas orientadas a lograr los siguientes objetivos básicos: En primer lugar, una Estrategia Común partiendo del principio de que la única manera de que un liderazgo colectivo como el de la MUD cumpla con el requisito esencial de Unidad de Mando, es acordando esa estrategia respetada por todos, ya que el desarrollo de estrategias particulares es la garantía del fracaso; en segundo lugar, proponemos un Plan Político de Acción que ponga en las calles de Venezuela, que es el espacio natural de la política, nuestro mensaje concientizador del fracaso del modelo que nos gobierna, y las denuncias de los elementos constitutivos de ese fracaso; en tercer lugar, nuestro propósito es producir el cambio político por la vía democrática, Constitucional y electoral, para lo cual debemos aglutinar a la mayoría social y política que quiere un cambio profundo en Venezuela, y a partir de allí el triunfo será indetenible. Esta vía es la más complicada por el gran obstáculo que es luchar en contra del ventajismo sin escrúpulos del Estado-Partido, pero es nuestra convicción de que es la única vía que permite un cambio sustentado en una mayoría indiscutible para garantizar la estabilidad, un clima de paz interna, y el reconocimiento internacional necesario para avanzar hacia la reconstrucción del país con el apoyo de la comunidad internacional; y en cuarto lugar, proponemos el cómo reorganizar la MUD, tanto en su funcionamiento como en su organización, abierta a la participación de sectores no partidistas, aun cuando los partidos mantengan la conducción política, para hacerla más eficiente en el logro de sus objetivos, y capaz de reunir a su alrededor a todo el liderazgo social que en el país quiere participar en la construcción del cambio político. Todos los que queremos que las cosas cambien debemos contribuir a superar esos retos, por el bien de Venezuela.


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