Marina Silva, tras reunirse con un grupo de médicos en Sao Paulo |
VERÓNICA GOYZUETAGOYZUET4 / CORRESPONSAL EN SAO PAULO 07
de septiembre de 2014
Dilma Rousseff, que
aspira a la reelección, se enfrenta a la exministra de Medio Ambiente Marina
Silva, en la reñida primera vuelta del 5 de octubre
Como en las mejores tramas de las
telenovelas, la campaña para las elecciones presidenciales del 5 octubre en
Brasil está tomando un rumbo capaz de sorprender al más hábil de los
guionistas. La fría disputa que hace un mes apuntaba hacia la segura reelección
de la presidenta Dilma Rousseff en una primera vuelta, dio un viraje impensable
con la trágica muerte del candidato socialista Eduardo Campos en un accidente
aéreo y la insólita entrada en escena de Marina Silva: la política ecologista
que en 2010 conquistó 20 millones de votos y que se había quedado sin partido.
Ambas candidatas son herederas
políticas del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Rousseff, aspirante del
Partido de los Trabajadores (PT), fue el brazo derecho del sindicalista que
gobernó en Brasil entre el año 2002 y 2010. Silva, candidata del Partido
Socialista Brasileño (PSB), fue como Lula una de las figuras más importantes
del PT, con una trayectoria social que recuerda a la del obrero que se
convirtió en presidente.
Historiadora, conocida
internacionalmente por su política ecologista, Marina fue ministra de Medio
Ambiente de Lula y una de las figuras más reconocidas de su primer Gabinete.
Antes de dejar la Amazonia fue recolectora de caucho, empleada doméstica y casi
monja. En su larga trayectoria política ha llegado a ser senadora y diputada.
Insatisfecha con el rumbo que estaba
tomando el PT, abandonó el gobierno de Lula en 2008 y se convirtió en una opositora
del partido. También en una alternativa para los jóvenes y los descontentos con
el intercambio de cargos y favores entre políticos y empresarios, que
provocaron el estallido de las protestas en junio de 2013.
La ecologista negra tiene carisma y un
discurso cautivador que ha encontrado eco entre los que buscan una «nueva
política». Silva también es una opción para los que están cansados de la
polarización entre el PT y su principal opositor, el Partido de la Social
Democracia Brasileña (PSDB), formación que gobernó el país entre 1996 y 2002
con el sociólogo Fernando Henrique Cardoso.
Las encuestas ya vaticinan que
Rousseff y Silva se enfrentarán en una electrizante segunda vuelta, en la que
por ahora la ecologista aventaja a la actual presidenta. Pero el verdadero
desenlace sólo podrá conocerse el 26 de octubre.
Mauro Paulino, director de la firma de
encuestas Datafolha, asegura que a pesar de la volatilidad del electorado en
las dos últimas semanas, provocada por el protagonismo de Silva, el último
sondeo muestra que «es menor el espacio para grandes variaciones» cuando se
acercan las elecciones. Los últimos sondeos pronostican un empate entre las dos
candidatas con el 34% de los votos en la primera vuelta. Silva ganaría la
presidencia en una segunda ronda, pero es imposible aventurar el desenlace
cuando la campaña del PT está mejor financiada, cuenta con mayor tiempo de
propaganda y tiene la maquinaria del Gobierno a su disposición.
Batalla
de Sao Paulo y Río de Janeiro
Por ahora, ambas aspirantes se
disputan el territorio palmo a palmo. Marina Silva tiene una ventaja de 19
puntos -42% de los votos frente al 23%- en el estado de Sao Paulo, el mayor
distrito electoral, que representa un 22% del electorado. En Río de Janeiro, el
segundo distrito electoral, están técnicamente empatadas, con Silva al frente.
En cambio, Rousseff aventaja a Silva en el noreste, donde residen el mayor
número de beneficiarios los programas sociales del Gobierno. En esa región
Rousseff ganaría por un 48% frente al 32%.
La lucha entre ambas apartó de la
carrera electoral a Aecio Neves, candidato del PSDB. Si se confirma el tercer
lugar de Neves, con un 15% de respaldo, será el peor resultado en la historia
de los socialdemócratas. La expectativa es que Neves apoye a Silva en una
segunda vuelta frente al Partido de los Trabajadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico