Por Rubén Contreras, 01/12/2014
A pesar del esfuerzo que ha desplegado la
gobernación del estado Vargas, por presentar un corredor vial agradable a los
ojos de visitantes y viajeros, es decir a pesar del adorno de las fachadas de las vías principales, el gobierno
no ha desplegado la misma fuerza y tesón,
en mostrar las zonas interioranas o paralelas
de las vías principales y ocultas ante los ojos de los habitantes de Caracas o de sus zonas
aledañas, quienes cada fin de semana, utilizan a Vargas como escape de sus
intemperancias, producidas durante la semana en sus puestos de trabajo o la
vida de stress, que se origina entre otras cosas, por el hacer las largas colas
para poder comprar un kilo de harina pan o de leche, para alimentar a sus crías.
Si, ha sido viva o muy bellaca la política del
gobernador de Vargas, de adornar la vía principal del estado con matas y
palmeras, algunas obras de esparcimiento en las playas y embellecimiento; Al
extremo que ya adornaron las paradas de autobuses con motivos navideños, lo
cual hubiese servido para dotar de medicamentos a los centros de salud. La
tragedia esta en las partes altas del estado y en los cientos de barrios a los cuales no
accesan los visitantes ni los cuerpos de
seguridad y en los cuales, la generación de malestares por la falta de servicios básicos como es la
recolección de basura, de agua, de transporte en las rutas troncales, a la
caída de energía eléctrica, que se repite con mayor rapidez, y también a la escasez
congénita tanto de alimentos como de medicinas, el mal estado de los centros
educativos, así como las deficiencias que presentan los servicios en los
centros dispensadores de salud, en los cuales no atienden a los infectados de
Chikungunya, sino que les dan un récipe escrito para que se mediquen.
Hace algunos años, la gobernación compro unas
lanchas ambulancias, lo cual fue bien visto por algunos habitantes de poblados
como Chuspa o Chichiriviche, quienes consideraron que las mismas serian destinadas para socorrer a
algún enfermo de dichas localidades, pero el caso es que todavía dichas lanchas
duermen en estaciones de bomberos como la ubicada en Naiguatá, ante la
indiferencia e indolencia del experto planificador que promovió su compra, y
ante el cumulo de actividades que ocasionan la planificación de fiestas y saraos
por parte del gobernador, este posiblemente no se ha enterado del destino de
dichas embarcaciones.
Esto nos
da una idea de cómo se maneja la gobernación de Vargas y como se administran
sus recursos, dado que los 600 chaguaramos que se sembraron paralelos a la vía Bicentenaria,
que es la nueva carretera norte al aeropuerto de Maiquetía, corrieron la misma
suerte a los sembrados en las adyacencias de las paradas de autobuses en las
cercanías a Los Silos Trigueros y en Punta de Mulatos, es decir se secaron y
nadie responde por ese gasto. A quien le duele eso, pudiera ser la pregunta,
pero es vox populi entre la gente del pueblo, que las siembras de palmeras y
demás plantas por parte de la comisión de embellecimiento, que ahora dirige el
prefecto ante la salida del Pastor, su hermano del alma, pertenecen a un
negocio muy particular, y según corrillos del soberano, es un negocio de
familiares del ciudadano gobernador.
Otro caso paradójico de esta tierra arrasada
esta en los emblemáticos autobuses chinos y otros, que duermen el sueño de la
ignominia, de la indiferencia y de la planificación chavista y socialista, los
cuales a pesar de ser muy nuevos ya forman parte del arruinado parque automotor,
producto de la falta de repuestos para los mismos, debido a que con el
emblemático fondo chino, el gobierno acepto como parte del préstamo otorgado
por China, que este fuese en autobuses,
enseres variados de línea blanca y otras baratijas, al mismo estilo de la
colonización española, sin una dotación
de repuestos para ambos, y ahora vemos los resultados de los habilidosos
negociadores venezolanos. Y para que no se dude de la veracidad de la compra de
dichos autobuses, afortunadamente estos tienen todavía los rótulos escritos que
expresan frases como las siguientes: “Ruta Municipal Socialista”, “Palante
Comandante” y Ayúdame a Gobernar”, las cuales han sido en mal momento, los slogans de estos comunistas
arrasadores de Venezuela en este siglo XXI.
Pero la cosa no se queda ahí, debido a que
similar situación presentan los camiones recolectores de basura, tanto de la
gobernación como de la alcaldía los cuales también dañados y parados por falta de repuestos,
debido a el riguroso control de cambios ejercido por estos comunistas, el cual
tiene 4 tipos de cambio y no permite la evolución de una economía de mercado, cuestión
que ha incidido en que la generación de basura, este llegando a los niveles del
coque acumulado en el Criogénico de José, en Piritu, dado que el esparcimiento
de la basura en todos los sectores y
barrios del estado es de proporciones colosales. Esta acumulación de la basura,
según médicos epidemiólogos de la región, es la causante de tantas enfermedades
infecto contagiosas, como la chikungunya, en la cual nuestro estado presenta
uno de los mayores índices en todos el país.
Y para cerrar este articulo y no hacerlo tan
tedioso ante el lector quiero dedicarle
unas líneas al problema de la vialidad, como es el caso de las carreteras
de Catia La Mar a Carayaca, la cual lleva 4 años
interrumpida, sin que se concluyan los trabajos y la de Los Caracas-Chuspa con innumerables lozas
partidas y más de 100 fallas de borde,
al igual que las vías de penetración agrícola, totalmente intransitables, tanto
en la parroquia Carayaca, como en Caruao, las cuales según los productores agrícolas de La
Macanilla, La Piedra de La Campana, Media Legua, Cataure, La Florida, El
Raizudo, Oritapo, Osma, La Virginia, San
Jorge, entre tantos asentamientos de campesinos, están desesperados y no tienen
ya adónde acudir a solicitar una máquina
para abrir y emparejar las vías, dado que el burocratismo parasitario de estos
comunistas hace caso omiso a estos llamados, lo que incide en que el tomate y la zanahoria, entre tantos rubros
alimenticios estén en 140,00 Bs por Kilo, dado la perdida de la cosecha y
producción, por no poder sacar los campesinos sus productos a los diversos
mercados de la región y del país.
Estas son algunas de las situaciones que
padecemos los habitantes del litoral, producto de la incompetencia e
ineficiencia de unos burócratas, que demuestran una total indiferencia ante los
problemas más sentidos por la ciudadanía. Pero esto debe acabarse, hay que
hacer un esfuerzo para detener esta plaga y el DDT para fumigarlos lo tenemos
el año próximo con las elecciones parlamentarias, y quienes fuimos formados en
democracia debemos aunar esfuerzos para ir unidos a las mismas, a objeto de
cambiar desde el parlamento el curso de las cosas y retomar el camino del
progreso.
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