Por Soledad Morillo B., 15/10/2015
Como todos los domingos, usted el 6 de diciembre va a madrugar para
hacer colas. Porque los domingos usted y yo hacemos colas junto con millones de
venezolanos en procura de los productos más elementales. El mercado. La
farmacia. La venta de repuestos. Y cuanto Dios crió. Pero el 6 de diciembre
toca hacer la cola más importante en mucho tiempo: la de votar.
Tal como usted y yo y millones de venezolanos hemos aprendido a juro
todas las técnicas para hacer las colas para conseguir los productos
indispensables para nuestra vida cotidiana, esa cola especialísima supone
también táctica y estrategia.
Haga su tarea. No vaya al “examen” sin estudiar. Comience ya por
buscarse en el REP y asegurarse que usted sigue apareciendo en el centro de
votación donde supone le toca. El registro le permite saber varias cosas: la
mesa, los miembros de mesa, el número de electores por centro y por mesa. No
vaya a ciegas. Con antelación, busque y revise el tarjetón electoral.
Familiarícese con él; atento a las conchas de mango para que no las pise. Están
por todos lados, desde las tarjetas que lucen como pero no son hasta candidatos
con el mismo nombre. Si los equipos de promoción electoral de su circuito no le
han facilitado una chuleta, pídala o hágase una. No es ilegal llevarla en su
bolsillo.
No hay razón alguna para que los centros electorales presenten colas
interminables. Pero imaginemos que sí. No se vaya. Es exactamente lo que
“usted-sabe-quién” quiere que usted haga, que tire la toalla, que no vote.
Porque una elección es como la lotería: nadie puede ganarla si no compra el
ticket para jugar. Si usted no vota, gana el otro.
No crea en cuentos de caminos y leyendas urbanas fabricados y
esparcidos para espantarlo. Desde los trágicos sucesos de elecciones de hace
años hasta ahora, es mucho el terreno que hemos ganado en cuanto a evitar las
trácalas. Cuando entre en el centro de votación asegúrese que él o los testigos
de su opción están presentes. Es más, averigüe ya cómo se llama(n) y de ser
posible contáctelo(s) con anterioridad. Seguramente usted lo(s) conoce de vista
y/o trato, pues suelen ser de su comunidad. Averigüe su email y celular. Tómese
todo el tiempo que necesite antes de pulsar el “vote” final. Él tarjetón ha
sido diseñado para generar confusiones en el elector. Demuestre que usted no es
un idiota. Revise el papelito y asegúrese que concuerda con su voto. Si no es
así (lo cual estadísticamente ha sido circunstancia ínfima en las últimas dos
elecciones), antes de depositarlo en la urna, manifieste su inconformidad con
los miembros de mesa y él o los testigos de su parcialidad política. No se quede
con el refunfuñó por dentro.
No permita que ningún miembro de mesa, funcionario electoral o
integrante del Plan República lo ningunée. Lo cortés no quita lo valiente, pero
ellos no están por encima de usted y no tienen competencia alguna para
pisotearlo o vejarlo. No hace falta pegar gritos para hacer valer sus derechos.
Pero hay que mostrar carácter si se presenta un abuso o irregularidad. No
existe título o cargo más importante que el de “ciudadano” y usted lo es. Nadie
tiene derecho a faltarle los respetos. Usted no es “camarada”. Así se esfuercen
por tratarlo a usted como tal, deje sentado, en voz clara e inteligible, que el
trato debe ser de “ciudadano”. Ah, el Plan República no puede estar en el
recinto electoral. Pero no los trate como “el enemigo”. Buena parte de quienes
integran el PR son jóvenes que sufren las mismas calamidades que usted y muchos
son virtualmente abandonados por varios días en los centros sin tan siquiera
comida y suministros.
He sido miembro de mesa, testigo, coordinador electoral de mesa y
centro, etc. En muchos comicios a lo largo de mi vida he visto mucha agua
correr bajo el puente. Es cierto que nos abundan las razones para la
desconfianza, que las dudas se nos han montado en el espinazo y no de gratis.
Usted está en todo su derecho a fruncir el ceño. El oficialismo se llena la
boca repitiendo que ganan elecciones pero se cuidan mucho de contar cómo han
ido perdiendo apoyos hasta finalmente llegar a donde hoy están.
Estamos a escasas semanas. En poco tiempo estarán disponibles las
mediciones de encuestas por estado y circuito. Los números que usted lee hoy en
los medios y redes son nacionales. Son bastante negativos para el oficialismo.
Se asombrará usted cuando vea esos números con el microscopio puesto en las
regiones y circuitos.
A última hora, en un esfuerzo desesperado por intentar salvar la
situación, el oficialismo botará la casa por la ventana. ¿Que le dan algo?
¿Sabe qué? Lo necesite o no, tómelo. Lo que sea que le estén regalando, lo
pagan con el dinero de los ciudadanos. Es decir, en realidad usted ya pagó por
ese perol o esa bolsa de comida.
El oficialismo jura que los venezolanos somos imbéciles. Lo que
buscamos y necesitamos la inmensa mayoría de venezolanos es un Poder
Legislativo Nacional DDD, decente, diligente y democrático. El 6D usted y yo y
millones de venezolanos tenemos la oportunidad de decirle que quien ríe de
ultimo, ríe mejor.
@solmorillob
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