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lunes, 21 de diciembre de 2015

Triunfó la esperanza, por @OmarBarbozaDip



Omar Barboza Gutiérrez 20 de diciembre de 2015

A partir del año 2006 un grupo de venezolanos convencidos de la inviabilidad e inconveniencia para el país del llamado Socialismo del Siglo XXI, y de sus pretensiones de imponer un modelo autoritario contrario a la vocación libertaria y democrática del pueblo venezolano, iniciamos una cruzada en dos principales direcciones: en primer lugar, en la necesaria unidad de la sociedad democrática para tener la capacidad de impedir la imposición de ese modelo; y en segundo lugar, utilizar la vía democrática, la del voto ciudadano, para lograr el triunfo preservando la paz y la posibilidad de unir a los venezolanos en la lucha por un mejor futuro para todos. El pasado 6 de diciembre se demostró lo acertado del camino escogido, y que la victoria siempre premia a la constancia cuando está acompañada de la razón.


A partir de que el pueblo sintió las consecuencias negativas del intento de imponer un modelo contra natura al modo de ser del venezolano, y a lo que espera de su democracia, la necesidad del cambio político, económico y social, se convirtió en un clamor nacional y se concretó en el triunfo contundente de quienes planteamos la necesidad de una nueva Venezuela muy distinta a la que representa Nicolás Maduro y los que lo acompañan en los diferentes poderes del Estado.

El oficialismo en la pasada campaña parlamentaria, leyendo muy mal el sentir del pueblo buscó conseguir su apoyo sin rectificar, utilizando la amenaza como argumento para imponer su modelo, sin tomar en cuenta que los ciudadanos en su gran mayoría estaban cansados de tanta inconsecuencia y humillaciones, que además actuaron conscientes de que en esta oportunidad lo que estaba en juego era el futuro de Venezuela, amenazado por la posibilidad de que triunfe el continuismo. Por eso, la campaña del miedo dirigida por el gobierno nacional fue derrotada por un pueblo consciente de su responsabilidad con su país y preocupado por el futuro de las nuevas generaciones.

Mientas eso pasaba del lado oficial, la unidad democrática propuso un cambio para rescatar la esperanza de una mejor Venezuela. No hay dudas de que la esperanza derrotó al miedo en la pasada campaña electoral.

Hoy nos toca, a los electos propuestos por la unidad democrática, trabajar sin descanso para convertir esa esperanza en realidad. Tenemos una responsabilidad histórica inmensa. No le podemos fallar a la confianza que el pueblo venezolano depositó en nosotros. Debemos actuar con humildad para administrar el triunfo, y con firmeza para cumplir con el mandato de cambio que hemos recibido.

Cuando se aproxima la navidad y estamos por celebrar el año nuevo, debemos hacer propicia la oportunidad para agradecer el apoyo y ratificar nuestro compromiso trascendental con el pueblo que nos eligió de no defraudarlo, aún cuando para ello pongamos en riesgo lo que sea necesario para construir un mejor futuro en paz, con desarrollo y oportunidades para todos, sin renunciar nunca a la libertad de pensamiento que es la diferencia fundamental entre el hombre libre y los otros seres.

Nuestro adversario ya no es el actual gobierno que está de paso; nuestros adversarios reales son los mismos del pueblo venezolano, como son: la escasez, el alto costo de la vida, la inseguridad ciudadana y la corrupción. Por eso nuestra gestión debe estar orientada a combatir esos males, que hoy más que nunca están presentes y amenazan la calidad de vida de todos ciudadanos. El control del gasto público, el apoyo a la producción nacional, la protección de los más necesitados, son instrumentos fundamentales para avanzar hacia el progreso con justicia social.

Le exigimos al gobierno nacional que oiga la voz del pueblo claramente expresada, y rectifique el rumbo de sus políticas públicas rechazadas por los electores. No estamos motivados por una intención de revancha, sino por la reivindicación de los derechos de todos los ciudadanos; por lo que un eventual Referendo Revocatorio, depende de la capacidad del Presidente Maduro para reconocer sus errores, y no de un propósito de venganza política de nuestra parte.

Ahora nos corresponde pasar de ser la Unidad de la oposición a convertirnos en la Unidad Nacional para el Cambio.

Omar Barboza Gutierrez

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