Por Por Lau Solórzano
1
El diputado Miguel Pizarro
maneja sus propias redes sociales, pero la estrategia la hace con su
equipo. La jornada de trabajo del lunes 4 de enero terminó a las 00:25 am
del martes 5 de enero, cuando su WhatsApp registra los últimos
mensajes enviados al equipo de comunicaciones. Repasa cuidadosamente el minuto
a minuto. Plan A. Plan B. Plan C. Revisa los escenarios y cada una de las
fallas que puede haber al día siguiente en la instalación de la nueva Asamblea
Nacional.
Pizarro y el diputado
Stalin González son los responsables de la comisión de enlace entre la vieja
Asamblea Nacional y la nueva. Están encargados de esto desde hace dos
semanas. Estuvieron asistiendo a reuniones de horas con distintos actores:
equipo administrativo, partidos políticos, Guardia Nacional, equipos de
seguridad.
A las once de la noche del
lunes, antes de salir del Palacio Federal Legislativo, le informó a los
representantes de los partidos cómo eran los accesos al edificio. Terminó de
coordinar con el equipo administrativo y ayudó a los encargados de ordenar
el acceso y las condiciones para los medios de comunicación. Al salir
se paró en una arepera para comprar una pechuga de pollo. Y cuenta que al
llegar a su casa se la comió sentado en el sofá donde se quedó dormido.
A las cuatro de la manaña se
despertó, se bañó y, mientras se vestía, buscó en YouTube un tutorial para
hacerse el nudo de la corbata. No lo logró.
2
Stalin González y Miguel
Pizarro son amigos desde la infancia. Los padres de ambos militaban en la
izquierda. Estudiaron en la Universidad Central de Venezuela y formaron parte
del movimiento estudiantil. Llegaron juntos a la Asamblea Nacional hace cinco años.
En su primera elección, el diputado Miguel Pizarro obtuvo 44.056 votos. Era
suplente. Ésta fue su primera elección como principal por Petare. Ganó con
144.727 votos.
No desayunaron. No tomaron
café. No tomaron agua. Entran al edificio de la Asamblea Nacional y les
informan que cambió la mitad de la guardia de seguridad. Todo el trabajo que
hicieron la noche anterior y que los obligó a salir tarde debe comenzar
desde cero.
Miguel Pizarro retratado por
Laura Solórzano para el trabajo especial de #Prodavinci5E // 2016© [05/01/2016]
Globovisión quería
transmitir desde el hemiciclo, pero para evitar problemas con otros medios se
instalaron afuera. El día anterior la coordinadora de prensa de la Asamblea
Nacional saliente no le permitió instalar microondas a ningún medio. Ya
son las seis y media de la mañana y comienzan a llegar otros medios de
comunicación.
Pizarro no se ríe. No hace
chistes. Camina de un lado al otro hablando por teléfono. Habla. Tranca.
Atiende de nuevo.
Vuelve a entrar al Palacio
Legislativo a las 8:34 de la mañana. Y entonces desaparece.
3
Hace tres horas, en el
estacionamiento de la Asamblea, Miguel Pizarro y Stalin González volvían a
encontrarse. Lo mira con el cuello todavía desabotonado y Pizarro le
explica que había seguido el consejo de alguien de su equipo: “Busca un tutorial
en YouTube. No debe ser complicado”. Han pasado por esta misma escena en
varios viajes que han tenido que hacer como diputados. González abrió
la puerta de la camioneta y agarró la corbata. Como un hermano mayor, lo
ayuda a hacer el nudo. Ya saliendo, se cruzan con el jefe del estacionamiento
quien, luego de saludarlos, termina de arreglarle la corbata al diputado
en un gesto paternal y los despide. Les desea éxito a ambos mientras va a
cumplir con sus tareas del día.
4
Medios nacionales e
internacionales están a la espera. Se acumulan en
la misma entrada que está destinada para los trabajadores de la
Asamblea Nacional y los diputados que van a juramentarse. Un bullicio
cercano distrae a quienes ya llevan horas esperando.
El diputado Miguel Pizarro
reaparece. Viene con los diputados de Primero Justicia. Fue a
buscarlos hasta la Av. Bolívar porque el autobús que los trajo no logró pasar
el piquete de la Guardia Nacional. Pizarro fue junto al Jefe de Seguridad y el
Jefe del CORE. Fueron y vinieron caminando.
Era momento de comenzar el
proceso de verificación de los diputados para que pudiesen entrar al
hemiciclo. Antes de volver a entrar, Pizarro se aseguró de que el proceso
se agilizara y entraran todos los diputados sin ningún altercado más.
Miguel Pizarro retratado por
Laura Solórzano para el trabajo especial de #Prodavinci5E // 2016© [05/01/2016]
Pizarro todavía no se
ríe. No hace ningún chiste. No habla con nadie de su equipo, más allá de
algunos mensajes de texto. Todavía falta por llegar el resto de los
diputados.
Mientras tanto, los
periodistas que siguen afuera están sedientos, acalorados y ansiosos. Comienzan
a presionar para entrar. Empujan a los Guardias Nacionales. Intentan quitar la
baranda, saltarla. Se suman más efectivos al piquete. Hay más gritos. Más
empujones. Amenazan con no dejarlos entrar y Pizarro sale a hablar con alguien
de seguridad. Minutos después le piden a los periodistas que cambien de puerta
y los medios de comunicación.
Fotografía tomada por Laura
Solórzano para el trabajo especial de #Prodavinci5E // 2016© [05/01/2016]
Después de varios años,
vuelven a entrar los medios de comunicación al Palacio Legislativo. Sin
embargo, no podrán hacerlo desde la Sala de Prensa. El estado actual del
espacio que fue destinado durante un tiempo a alojar a los periodistas que
cubrían la fuente hoy no tiene las condiciones mínimas para alojar a los
reporteros. “Cortaron cables y se llevaron algunos equipos”, dijo uno de los
trabajadores del área de Prensa del Palacio Legislativo.
5
En medio del agite atiende
una llamada ajena al trabajo. “Es mi vieja”, dice. La mamá de Miguel Pizarro
trabajó con la fracción de izquierda en la Asamblea Nacional en la década de
los ochenta. No era una llamada para echarle la bendición: le dijo que tres
personas que habían trabajado con ella en la Secretaría del Senado estaban en
el Palacio esperándolos para abrir a la oficina y guiarlos en lo que hiciera
falta. La escucha. Y luego de recibir el mensaje.
Miguel hace silencio. Eso que escucha lo hace tragar grueso. Y
entonces el diputado Pizarro sonríe y le hace un chiste a su vieja.
termina con la llamada: ya es hora de entrar al Palacio Federal Legislativo. Comienza la
sesión.
Miguel Pizarro retratado por
Daniel Lara para el trabajo especial de #Prodavinci5E // 2016© [05/01/2016]
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Al darse por culminada la
sesión de instalación de la nueva Asamblea Nacional, el reloj del diputado Miguel Pizarro
confiesa que el martes 5 de enero de 2016 ha caminado 9.507 pasos, un poco
menos de 9 kilómetros. Son las tres de la tarde y apenas están saliendo del
hemiciclo para tomarse
la foto oficial. “La sesión no termina a las tres: a mí ahora me
toca hacer otro par de llamadas porque hay dos personas detenidas. Se
equivocaron de ruta y se pelearon con unos guardias. Tenemos que ir a
ayudarlos”. Agarra el teléfono de nuevo, se aleja un poco y empieza a
hablar mientras camina dando vueltas en el jardín del Palacio
Legislativo. El lugar ya está casi vacío. Todavía no han comido, pero el
nudo de la corbata del diputado Miguel Pizarro sigue intacto.
05-01-16
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