TULIO ALVAREZ 07 de febrero de 2016
Si alguno
sueña con mejorías que coincidan con la pervivencia de este régimen nefasto y
destructor, mejor no continúe la lectura de este artículo. Indudablemente, el
6-D y el 5-E constituyen momentos estelares en el camino a la recuperación de
nuestra patria; pero, mientras sigan los depredadores traicionando la soberanía
nacional desde el poder, el pueblo venezolano no tendrá redención.
La
Bestia nos marcó como animales para permitirnos comprar lo más imprescindible
para la subsistencia de nuestras familias. Donó nuestras riquezas naturales,
desmontó el aparato industrial, saqueó a los productores agropecuarios, se
endeudó en el momento de mayores ingresos del país, transformó a Pdvsa en
importadora de comida podrida y desvió su verdadera misión, nos llevó a una
inflación inusitada y máxima en el orbe. Ahora pretende que confiemos en que
revertirá la situación con un decreto.
Estamos
indefensos frente a la guerra económica que ahora sí se avecina. Durante este
primer mes del año 2016 la caída del precio del petróleo se ubica en 10$. Y aún
falta mucho ya que el Banco Mundial prevé la desaceleración de las economías
emergentes lo que llevó a bajar el pronóstico de precios de las materias primas
en todo el mundo. Se trata de un descenso cercano al 75% con relación al precio
de julio de 2014, en los tiempos de 108$ por barril. Y es factible que el
precio del barril baje 25 y 30 %, en lo que queda del año; lanzado al vacío por
el reinicio de exportaciones de Irán antes de lo que estaba calculado, la
solidez de las reservas de Estados Unidos y el invierno atenuado del hemisferio
septentrional.
Nuestro
enemigo, calificación que le da la Bestia a los Estados Unidos, se preparó
debidamente. Sus reservas comerciales de crudo aumentaron en 8,4 millones de
barriles, para alcanzar 494,9 millones, el nivel más alto desde 1982. Y como la
Bestia amenazó durante años con cortarles el suministro de combustible, no
podemos esperar que su decisión de protegerse cambie aunque se derrumbe este
régimen. ¿Quién puede explicar tamaña imbecilidad y ese trato a nuestro mejor
cliente? Salvo que sea una estrategia antinacional alineada con las fuerzas que
creíamos extintas y que hoy pretenden recuperar el poder perdido.
La
producción de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) es más del 80% de la
capacidad mundial. Las que fueran exitosas políticas de cartel para subir los
precios del petróleo, desde 1974, reiteradas hasta la década del 80, también
tuvieron sus consecuencias negativas; entre ellas, la multiplicación del
esfuerzo productor de países no alineados y la inversión en otros tan
relacionados con nosotros como Estados Unidos, Canadá, Brasil y Colombia. Y
ahora Venezuela pide aminorar la producción OPEP, entre otras cosas porque no
cumple con su cupo y sigue siendo el peón en muchos tableros menos el del interés
nacional.
Bajar
la producción OPEP le tiraría un salva vidas a Putin en una Rusia que fijó el
precio de 50$ por barril para calcular su presupuesto. Para él, resulta
esencial proteger la fuente de financiamiento de su proyecto de poder. En 1996,
la producción en Rusia fue 6,1 millones de barriles al día frente al máximo de
11,4 millones al día en 1987 previo al derrumbe del muro comunista. En 2015,
produjeron 10,73 millones de barriles al día de petróleo y condensados de gas.
Como aquí, Putin financia su tiranía disfrazada con el maquillaje que le
proporciona el Petróleo.
Hoy su
proyecto está en riesgo por la misma causa que caerá irremediablemente el
régimen rojo en Venezuela. Sufren las sanciones que Estados Unidos y Europa le
han impuesto por su ambición imperial. Le han bloqueado el financiamiento de
exploración en el océano Ártico y de explotación de las formaciones de esquisto
en Siberia. El monstruo petrolero OAO Lukoil ya no tiene el poder económico de
un año atrás. La estrategia es apoyarse en los chinos, aliarse con Arabia
Saudita e Irak para reducir la producción de forma coordinada yutilizar a
Venezuela como ha hecho hasta ahora, siguiendo el ejemplo cubano.
La
guerra comenzó ya y sorprendentemente la Bestia la declaró primero. La ruina
del país solo puede ser revertida por un Gobierno que reconstituya las
relaciones humanas en la sociedad venezolana, creíble en el plano
internacional, dispuesto a enfrentar la corrupción de los capos rojos aliados
con sus socios boliburgueses, dispuesto a fomentar los factores productivos
sobrevivientes y reconstruir lo que tanto costó levantar. Sin que salgan estos
delincuentes no habrá solución. Mateo 24 2,11.
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