Por Marino Alvarado
Betancourt
El debate realizado sobre la
situación de Venezuela el pasado 23 de junio 2016 en el Consejo
Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) es sin duda un
triunfo para todos aquellos que desean se conozca más a nivel internacional la
grave crisis económica, social y política que padecemos.
Millones de personas en el
Continente escucharon o han podido leer el Informe presentado por el Secretario
General Luis Almagro y con ello se contrarresta la propaganda que difunde
el gobierno a nivel internacional donde se difunde la idea que acá todos
vivimos bien. Con dicho Informe se contribuye a que se incrementen las voces
solidarias y posiblemente una mayor receptividad en otras instancias
internacionales.
Los Estados de la OEA
exhortaron a que los problemas del país sean resueltos mediante el diálogo, por
mecanismos democráticos y de conformidad con la Constitución y se comprometieron
a dar sus aportes para que así ocurra. El resultado por lo tanto es muy
positivo. Nuestro pueblo no quiere más violencia de la que ya sufre diariamente
por la delincuencia y padece con los abusos de las fuerzas policiales y
militares. Tampoco quiere que la angustia con la que vive se continúe
prolongando.
El gobierno se empeña en
descalificar a la OEA y define como intervención que se discuta lo que ocurre
en Venezuela. Pero ocultan, que fue el gobierno del ex presidente Chávez siendo
el presidente Nicolás Maduro Canciller, quien propuso activar la Carta
Democrática ante la violación del orden constitucional en Honduras en el año
2009. Fue en buena parte la actuación oportuna y acertada de la OEA la que
permitió que ese Estado regresara a la normalidad. Se evidenció que la
solidaridad y preocupación por lo que ocurre en un país y los sufrimientos que
el pueblo padece, no puede considerarse una acción negativa.
Por eso estoy convencido que
así como ocurrió en Honduras en 2009, la actuación de la OEA será favorable
para restituir el estado de derecho en nuestro país y además, el organismo
internacional saldrá fortalecido.
La OEA, con la acertada
actuación de su Secretario General más la mediación que vienen realizando
los ex presidentes José Luis Zapatero de España, Martín Torrijos de
Panamá y Leonel Fernández de República Dominicana puede contribuir a que se
trace la ruta del revocatorio sin dilaciones.
La activación del
Revocatorio surgió como una propuesta de la Mesa de la Unidad Democrática, sin embargo,
ya trascendió los partidos y se convirtió es una aspiración y opción ciudadana.
El Revocatorio es la
alternativa pacífica, democrática, constitucional a la crisis. Queda en
manos del soberano la decisión del futuro del país.
Con la colaboración y
supervisión internacional de la OEA, Unasur y los tres ex presidentes se puede
establecer un cronograma que permita su realización en el 2016. Dicha
supervisión internacional le daría más transparencia y más seguridad que el
resultado sea respetado.
Existe consenso en el
país en cuanto a que debe evitarse escenarios de violencia. Igualmente
que la solución a la crisis debe darse en el marco de la Constitución. En tal
sentido, la intervención, supervisión y seguimiento sobre la situación del país
que haga la OEA y los ex presidentes Zapatero, Torrijos y Fernández
en los meses venideros con seguridad contribuirá a que la respuesta a la crisis
sea en esos términos.
Por ello debemos apoyar toda
iniciativa y acción que contribuya a garantizar la paz, la vigencia de los
derechos humanos y la participación protagónica de la población.
30-06-16
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