Por José Guerra
Hoy Venezuela luce como un
país en ruinas. Su gente deambula por las calles buscando comida y medicinas
para sobrevivir. Los niños pierden talla y peso debido al hambre que los azota.
Varios enfermos han muerto a la espera del fármaco salvador que no llega
a tiempo. Entretanto, se generalizan las protestas callejeras asociadas al
hambre y el gobierno recurre a la represión, utilizando a la Guardia Nacional
Bolivariana, institución esta que luce desgastada y desprestigiada por agredir
a su propio pueblo que exige el derecho a comer. Todos estos elementos se
expresan en los más recientes estudios de opinión realizados por encuestadoras
calificadas donde la aprobación y confianza en el presidente Maduro amenaza con
bajar de 20,0%. En su caída, Maduro está arrastrando al PSUV a niveles de
impopularidad no vistos anteriormente y también al TSJ, CNE y a la misma FAN.
El PUSV pasó de tener el respaldo del 53,0% al fallecimiento de Hugo Chávez en
marzo de 2013, a contar hoy con apenas 22,0% y con tendencia a seguir bajando.
No hay atenuantes: la
bancarrota de Venezuela obedece al fracaso de un modelo llamado socialismo del
siglo XXI que tuvo en sus manos la mayor riqueza petrolera con la que ha
contado el país en toda su historia y la pulverizó en medio de una política
económica disparatada, una fuga de capitales fenomenal estimulada por el mismo
gobierno con aquella insensatez de los ministros de Finanzas de Chávez de
colocar deuda en dólares adquirida con bolívares y por una corrupción rampante
donde están involucrados algunos oficiales de la FAN para deshonra de este
cuerpo castrense. Actualmente Venezuela está acosada por pagos de deuda externa
por más de US$ 10.000 millones anuales que no tiene cómo pagar pero lo hace al
costo de sacrificar las importaciones.
Es por todas estas razones
que la opción del referendo revocatorio aparece como la única válida para
comenzar a enderezar el rumbo y a la vez trazar un norte que permita recobrar
la gobernabilidad, estabilizar la economía y reanudar el crecimiento con baja
inflación para de esta manera mejorar la capacidad adquisitiva de los salarios
y el bienestar de los venezolanos. Cerrar la vía del referendo revocatorio
significa abrir un espacio donde cualquier cosa puede pasar y se corre el
riesgo cierto de sumir a Venezuela en una ola de violencia no conocida en su
historia más reciente.
La alternativa para la
gobernabilidad de Venezuela la representa hoy la Unidad Democrática, la amplia
mayoría de la cual goza y su liderazgo, ante el desgaste del PSUV y sus socios
de infortunio. En ese sentido, desde la Asamblea Nacional, la Unidad
Democrática promovió la presentación al país el documento titulado 10
Propuestas para Superar la Crisis Económica, donde se plasma un visión del
nuevo país que debe florecer superada esta tragedia y las principales acciones
y medidas para darle a la economía un nuevo sendero de progreso e inclusión
social.
03-07-16
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