Por Chefi Borzacchini
Desde París, el maestro del
cinetismo habló en exclusiva para Contrapunto. Inevitablemente Venezuela le
arranca frases dolorosas como esta: "En mis tiempos muchos éramos pobres,
pero nunca pasamos hambre ni miserias como los venezolanos de hoy"
“Jejejé… Me siento muy bien a
mis 94 años, ya soy un viejito pero estoy muy bien... y otra cosa: estoy
estupefacto por la cantidad de solicitudes que recibo a diario y a esta edad.
Imagínate Chefi, me llaman desde Yakarta, desde Los Ángeles, de Alemania para
exponer mis obras en múltiples ciudades de todo el mundo, y eso me hace sentir
y pensar que soy un hombre y un artista muy privilegiado”.
Así, con una carcajada, como
si fuera un niño que vive y celebra un nuevo cumpleaños, con un buen humor que
solo se quiebra cuando habla de Venezuela, escuchamos al maestro Carlos
Cruz-Diez este miércoles 16 de agosto desde París y a través del hilo
telefónico, en vísperas de arribar a sus 94 años de edad, este jueves 17 de
agosto (nació en Caracas en 1923).
Es verano en la "ciudad
luz" y Cruz-Diez ha regresado a la capital que le acogió hace más de 50
años, no solo para otorgarle la residencia, sino para apoyarle, considerarle y
premiarle como uno de sus ciudadanos más emblemáticos del arte mundial. Los
últimos meses estuvo residenciado en Panamá, donde tiene su otro gran taller.
El músico venezolano Florentino Mendoza, nos facilitó la comunicación y el
maestro conversó unos minutos para Contrapunto luego de concluir una
sesión de grabación de un documental (¿película?) sobre su vida y su obra, una
"sorpresa" que muy pronto será revelada.
Una foto de Cruz-Diez en París
tomada en vísperas de su cumpleaños / Cortesía: Florentino Mendoza
Cruz-Diez inagotable
–Indudablemente que a un
hombre que ha vivido casi un siglo, y siendo más aún un artista que ha transitado
por la tierra casi un siglo de creaciones e inventos, hay que hacerle una
pregunta de rigor: ¿cómo ha sido su vida, maestro? ¿Cómo la calificaría?
–He vivido 94 años de
aventuras, pero debo confesarte algo ahora: viví sin las esperanzas de que mi obra
artística se comprendiera, pero ahora estoy recibiendo el regalo de que las
nuevas generaciones disfrutan y comprenden lo que hace tantos años atrás yo me
propuse comunicar al mundo.
–¿Cree que fue un adelantado a
su tiempo?
–Tal vez, pero puede ser también
que esa comprensión de la que te hablo tenga que ver con los cambios de
paradigmas… Pero lo más importante que te quiero señalar es que lo que más me
satisface ya a estos 94 años, es que los públicos disfrutan mis obras, es
decir, exactamente ese era y es mi objetivo: sigo haciendo arte en gran parte
para que el espectador se divierta tanto como yo cuando las sueño y cuando
logro hacerlas y materializarlas.
–Usted tiene muchos rincones y
esquinas del mundo llenos de Cruz-Diez, desde Europa hasta China pasando por
América, su lenguaje es y será inconfundible, sus colores, sus juegos de líneas
y composiciones... sigue creando, sigue dirigiendo todo, su gran empresa
artística... ¿Cómo puede mantenerse viva esa creatividad?, ¿qué obra acaba de
terminar?
–Sí, puedo decir que esta ha
sido una vida de inagotable creación, una existencia vivida intensamente en la
que todos los días se me ocurre algo nuevo… acabo de inaugurar una muestra en
Panamá, esta semana, con obras que he llamado “Transcromías” con las que invado
el espacio de color.
–Me llama la atención que diga
que vivió "sin esperanzas" de que su obra fuera comprendida por los
públicos de los años de 1970, 80, 90... ¿Por qué tiene esa apreciación, si los
públicos de todo el mundo, expertos, museos, galerías, han reconocido el valor
de su obra desde hace más de 50 años...?
–Es que nunca pensé que mi
discurso creativo, mis propuestas que vienen de tantos años atrás, pudieran ser
tan bien comprendidas y aceptadas por las generaciones del nuevo milenio, por
los llamados milenians que se la están disfrutando tanto… Obras que expuse en
los años de 1970, 1980, parecían no decirle nada a los públicos de antes, era
algo así como si esos espectadores estuvieran ciegos ante las propuestas que yo
creaba. En Grenoble expuse una obra en 1967, era “Cromosaturación”, y el
público pasaba frente a ella como si nada, prácticamente no se detenían, y
ahora algo sucede porque los visitantes a mis exposiciones, sobre todo los
jóvenes y los niños, interactúan con ellas, las disfrutan, entran en ellas, se
apoderan de mis obras como si fueran suyas, y hacen exactamente lo que les
planteo: se divierten viendo cómo se hace y cómo se deshace el color en el
espacio... mi sueño y mi meta.
Al país con respeto
Pero desde París, desde el
mundo y el entorno que él construyó, trabajo a trabajo, un tema, el tema de la
crisis en Venezuela, es también inevitable tocarlo, más aún cuando se habla con
un venezolano pleno de sabiduría. Porque Carlos Cruz-Diez lleva a Venezuela en
la piel, en su nombre, en la empresa que ha levantado junto a su familia... hoy
día son tres generaciones que están dedicadas al oficio del arte producido por
este venezolano ícono de nuestro aporte cultural y artístico al mundo.
En abril de este año, el
maestro escribió una carta a los venezolanos, principalmente dirigida a los
jóvenes, titulada "En Venezuela hay que inventarlo todo".
En su introducción, su primer
párrafo, decía: "Escribir este mensaje a todos los venezolanos y en
especial a los jóvenes que arriesgan sus vidas diariamente en las calles de
Venezuela, nace del dolor y la angustia ante los trágicos sucesos que están
agobiando a mi país. Además, quiero manifestar la admiración por la decidida
actitud que les ha llevado a enfrentar a un régimen construido sobre un modelo
agotado y obsoleto que se ha empeñado en destruir los valores humanos que son
la única garantía para construir una sociedad basada en la dignidad, el
progreso y la justicia social. También quiero decirles que están viviendo una
oportunidad única, la de cambiar su propio destino y el del país".
Y finalizaba esta carta:
"A mis 94 años, les digo con sinceridad que les ha tocado vivir una época
extraordinaria porque todo está obsoleto y hay que inventarlo de nuevo, hay que
inventar un nuevo lenguaje político que hable de democracia, de valores éticos,
de libertad, progreso y justicia social, hay que inventar la educación y crear
un país de emprendedores, artistas e inventores, un país digno y soberano en el
contexto global, en fin, en Venezuela hay que inventarlo todo. ¡Qué
maravilla!".
–¿Cómo se siente Venezuela
desde lejos, maestro?, aunque sé que no quisiera usted hablar del tema...
–Estamos a la expectativa, no
sabemos qué va a pasar ni a suceder allá, y no quiero hablar desde afuera
porque me parece un irrespeto frente a todos mis compatriotas venezolanos que
están viviendo esa situación tan difícil.
–Pero, ¿qué es lo más duro que
siente usted que le está pasando a los venezolanos en estos momentos?
–Siento mucha angustia por la
precariedad en la que viven los venezolanos. Siento mucha angustia por el
hambre que padecen hoy día los venezolanos y por lo que les falta para tener
buena salud. En mis tiempos muchos venezolanos éramos pobres pero nunca pasamos
hambre ni miserias como los venezolanos de hoy.
Vea y escuche esta entrevista
realizada por Julio César Pineda al maestro Cruz-Diez, transmitida a través
de Globovisión, y por considerarla una de las más recientes y completas la
insertamos hoy.
17-08-17
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