Julio César Arreaza 19 de noviembre de 2017
Aparece
de nuevo el diálogo en el horizonte. Hasta hoy los varios intentos sólo han
servido para una burda manipulación por parte del régimen, seguir ganando
tiempo e incumplir con lo que se compromete. Coincidimos que la unidad de la
oposición es un bien inestimable en estos momentos y apostamos por una unidad
con propósitos. Quienes pretenden representarnos no tienen nuestra
representación, se la arrogan por cuenta propia, son autonegociadores que han
servido de trompos servidores al régimen forajido. Negocian en secreto y así no
nos sirve. Queremos ver allí a gente que nos represente como María Corina
Machado, Diego Arria y André Velásquez. No hay simetría, por el lado
oficialista una línea dura encabezada por los hermanos Rodríguez y Jaua, y de
este lado una línea blanda que terminan utilizados. Hablemos claro, nos negamos
a reconocer a la Prostituyente, ni mucho menos vamos a abogar para que le
levanten a los forajidos las sanciones.
Eso no
depende de nosotros, sino de sus crímenes y robos. No vamos a mediar por un
narco régimen. Insistimos que hasta ahora el diálogo ha sido pura manipulación,
secretismo, un mecanismo fracasado y
vuelto a fracasar con las mismas pautas; un diálogo con efecto gatopardiano
para que todo siga igual y el régimen siga ganando tiempo. Quién es Maduro para
darnos instrucciones de que intercedamos para que le quiten las sanciones y de
paso suelta que no va a cambiar el sistema electoral. Otra burla es que el
ministerio del poder popular para elecciones, decidió crear la condecoración 30
de julio, para conmemorar el día en que perpetraron el fraude más grande en
Latinoamérica.
Creemos
en un diálogo transparente que conduzca al camino de la transición democrática,
mediante elecciones limpias. Nuestro faro es el mandato emitido por la
soberanía popular el 16-7, en el que rechazó la Prostituyente fraudulenta,
exigió la liberación de los presos políticos y decidió abrir el canal
humanitario, ratificado por el TSJ designado con arreglo a la Constitución por
la Asamblea Nacional.
La
fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, denunció ante la Corte Penal
Internacional de La Haya a Maduro, para quién pidió orden de captura, por la
comisión de crímenes de lesa humanidad. En la denuncia aparecen envueltos
Padrino López; Reverol, Gonzalez López, Benavides Torres. Se les acusa por
asesinatos, torturas, encarcelamientos, ataques a la población civil y
violaciones sistemáticas de los DDHH. Acompaña la fiscal más de 1000
evidencias. Deben pagar por el hambre y la miseria a la que han sometido al
pueblo de Venezuela. Tiene la palabra la AN para decidir el antejuicio de
mérito y declararse cuantos antes en sesión permanente. Hagan valer su
legitimidad como poder público.
¡No
más prisioneros políticos, torturados ni exiliados!
Julio
César Arreaza
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico