JORGE FLORES RIOFRIO 04 de enero de 2018
Mientras
el Gobierno nacional celebra los siete incrementos del sueldo mínimo durante 2017,
como uno de sus mayores logros para proteger al “pueblo”, políticos de
oposición, economistas, sociólogos y gremios empresariales señalan que los
aumentos, aunque necesarios, se diluyen ante la hiperinflación.
Esta,
que según cálculos de firmas financieras alcanzó 2.700% en doce meses, anula
las alzas del sueldo mínimo, que fueron de 511% durante el año que acaba de
terminar.
Pese a
ello, el presidente Nicolás Maduro, destaca y utiliza en su propaganda, que el
sueldo mínimo arrancó hace doce meses en Bs. 104. 358 y terminó en Bs. 797.
510. Aumentos nominales e insuficientes, porque no se combate “el problema de
raíz”, afirman especialistas.
Cestaticket
no es salario
Andrés
Velázquez, exgobernador del estado Bolívar y quien fuera líder
sindical, afirmó en su cuenta de Twitter, el pasado martes 2 de enero, que es
incorrecto decir que aumentó el “sueldo mínimo integral”, que resulta de la
suma del salario mínimo más el Cestatiket, como lo hace el Gobierno de Maduro,
porque “el bono de alimentación no es parte integrante del salario y
no se considera para prestaciones”, explicó el dirigente.
Para
octubre de 2015, un trabajador cobraba mensualmente Bs. 6.750 en bonos de
alimentación (1.5 UT por día trabajado), mientras que el salario mínimo era Bs.
9.649.
Desde
el 17 de febrero de 2016, el cestatiket superó al salario mínimo, lo que le
permite al trabajador poder comprar más alimentos, pero no recibir mayores
prestaciones.
El
Estado venezolano, mayor proveedor de empleos en el país, reduce sus pasivos
anuales pagando a sus trabajadores más bolívares en bonos que sueldos realmente
integrales. Solo hasta el 2011, el Estado Venezolano contaba con 2.463.759
empleados lo que representan el 19,6% de la fuerza laboral del país, según
cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La hiperinflación es el problema real
El
exgobernador del estado Miranda y dirigente nacional del partido político
Primero Justicia, Henrique Capriles, escribió, en su cuenta de
Twitter, que los ajustes del salario mínimo son, “un ejemplo de la incapacidad
y nefasta política económica de Maduro para con los trabajadores. No
pudo ni podrá defenderlos de la hiperinflación que él mismo ha generado. Que
sea el 2018 el adiós del desastre”, expresó.
Así
mismo, el diputado de la Asamblea Nacional (AN), Miguel Pizarro,
señaló en su cuenta de Twitter, el pasado lunes 1° de enero, que el incremento
salarial no mejoraría la situación económica, sino que más, bien agravaría la
crisis.
“Este
régimen pretende seguir disfrazando los problemas. Aumentar el salario mínimo,
una vez más, en medio de la crisis económica que vivimos, sin ninguna medida o
estrategia que permita detener la hiperinflación, solo va a
seguir hundiéndonos en la pobreza”, indicó el parlamentario.
El
Estado macrocefálico
El
sociólogo y excandidato presidencial, Claudio Fermín, dijo en
una entrevista para Globovisión, el pasado martes 2 de enero, que “mientras
exista control de cambio y de precios, mientras haya coerción sobre la empresa
privada y su producción, el salario mínimo seguirá siendo insuficiente ante la
inflación”.
El
dirigente político explicó que “el diseño de Estado es macrocefálico,
con miles de organismos y unidades de producción, que interviene de tal manera
que no tiene dinero para financiarse… Ese Estado, no tiene dinero, por lo que
imprime el papel moneda inorgánico y para hacerlo inunda el
mercado con billetes que no tienen ningún valor”.
Según
los economistas, parte de la hiperinflación en Venezuela se debe a que hay
más dinero circulante que productos que comprar, lo que
aumenta la demanda sobre los artículos, cuyo precio aumenta por la ley de
oferta y demanda. A mayor demanda y menor oferta, el valor de los productos
sube.
El
perro se muerde la cola
El
presidente de la encuestadora Datanalisis, Luis Vicente
León, explicó este miércoles 3 de enero, por medio de su cuenta de
Twitter que, “en una hiperinflación se producirán (y deben
producirse) incrementos salariales grandes y frecuentes. Es absurdo pretender
que los precios se muevan y no los salarios. El problema es que sin atender la raíz
del problema (el modelo) esto será un perro mordiéndose la cola”.
El
analista, expresó por la mima red social que, “el aumento salarial es un analgésico
clavepara el dolor. Pero no resuelve para nada la enfermedad que lo
origina. El problema no es la pastilla que te tomas (aumento salarial). Sino la
que no te estás tomando (liberar y racionalizar la economía y promover la
producción privada)”, ejemplificó el también profesor universitario.
El
economista y director de la firma Ecoanalítica, Asdrubal Oliveros, señaló este
miércoles por medio de su cuenta de Twitter, que, “la mejor política salarial
(y de protección al trabajador) que puede proveerse hoy es una política
económica centrada en la reducción de la inflación, es decir, resolver de raíz
el problema de la hiperinflación. Lamentablemente, eso no se ve en el
horizonte”.
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