Por Mabel Sarmiento
Este lunes, vecinos,
políticos, líderes de las comunidades y gremiales, organizaciones no
gubernamentales, profesionales, sectores como el transporte y ex presos
políticos, formaron 11 mesas de trabajo, en las cuales no solo hicieron el
diagnóstico de la situación de los servicios públicos, los Derechos Humanos y
la seguridad social; sino que además plantearon acciones a corto y largo plazo,
entre ellas articular las protestas.
En una ciudad donde no hay
agua, falla constantemente la luz, no hay una adecuada recolección de desechos
sólidos, no hay transporte público, no hay efectivo, no hay comida, los
hospitales no sirven y la calidad del sistema educativo entra en tela de
juicio, ya no sirven las promesas gubernamentales.
“Es necesario que nos
accionemos, que demos el paso y nos organicemos. De nada sirve que cada quien
proteste todos los días por el agua, si eso no tiene eco. Debemos articular las
acciones para lograr un cambio sustancial”, dijo Alfredo Graffe, dirigente de
Primero Justicia.
La presencia de Graffe en
medio de más de 100 líderes comunitarios, educadores, ingenieros,
organizaciones no gubernamentales, transportistas, médicos, ex presos políticos
y dirigentes sindicales, no fue en el marco de una actividad de un cuadro
político, aunque con él estuvieron los concejales metropolitanos José Gregorio
Caribas y Adriana Aguilera; los municipales Jesús Armas y Kadary Rondón, así
como los diputados Winston Flores y José Guerra, y el analista político Nicmer
Evans, quienes formaron parte de las mesas de trabajo.
La presencia de estos líderes
obedeció a que las comunidades decidieron alzar la voz, llevar sus quejas al
espacio político y darle cuerpo, de manera institucional, a propuestas y
soluciones a largo y corto plazo, para mejorar su entorno.
Este lunes se reunieron en el
salón de usos múltiples del Colegio de Ingenieros y bajo el lema “no dejemos
que ningún dirigente político nos ordene qué hacer”, se comprometieron a no
dejar a que el país colapse más.
Diagnóstico con soluciones
Sin protagonismo alguno,
armaron mesas de trabajo: Mujer, Familia y Ciudadanía; Salud, Ambiente y
Desechos Sólidos; Educación; Derechos Humanos; Empresarios y Comercios.
Seguridad Ciudadana; Alimentación; Transporte, Electricidad y Agua.
En todas, los vecinos
coincidieron en fallas generalizadas. Jesús Vázquez, ingeniero civil, habló del
factor corrupción y sobre la falta de mantenimiento de los embalses de agua,
crisis que, a su juicio, no se supera con las lluvias.
“Hay una escasez estructural de agua,
empeoraron los sistemas de distribución y no hay suministro de calidad. Por
tanto, la idea de este encuentro es que la gente se empodere del problema y
tome conciencia de que es un derecho humano”.
A tal efecto, informó
que se van a realizar protestas creativas —ya hay una agenta para esta
semana—; también organizarán un frente institucional para consignar las quejas
y reclamos ante los organismos competentes.
Cada mesa hizo un diagnóstico
de un sector.
Winston Cabas, presidente de
la Comisión de Energía Eléctrica del Colegio de Ingenieros, y quien formó parte
de la mesa de Electricidad, destacó que la crisis de energía en este país llegó para
quedarse, debido a la falta de mantenimiento, de inversión y producto de la
desprofesionalización.
Consideró que no habrá
cambio a los problemas, si no sale el gobierno de Nicolás Maduro.
Los profesionales se fueron,
lo mismo pasó en la Cantv, en el Metro de Caracas, en las empresas
básicas. El país se quedó sin profesionales y esa diáspora afectó los
servicios públicos. Sin electricidad no es posible mejorar la calidad de vida.
Por tanto, ante la falta de soluciones por parte del Ejecutivo, debemos evitar
el avance de la crisis y acompañar las protestas vecinales, como una primera
acción”.
Comunidades: una sola voz
Las comunidades no están
dormidas. Cada una, por separado, se activa de acuerdo a sus necesidades: si
les fallaba el agua, si no llega el Clap, si no recogen la basura, si no hay
luz, si matan a alguien en el barrio, si no hay transporte.
Son problemas similares en
todas las parroquias. Pero no están articuladas. “Si sufrimos lo mismo, por qué
no nos unimos”, dijeron los vecinos.
Sucede que, según Mario
Acosta, relator de la mesa de Salud, el Gobierno desmoralizó y sometió a
la población.
Y en materia de salud caotizó
todo. Sacaron a los médicos integrales que no tienen formación, que tienen
muchos desaciertos y errores en los diagnósticos. Además, este Gobierno se
niega a recibir la cooperación internacional y en esta mesa coincidimos en que
sin organización no hay avance. La política desde arriba es mantener la
zozobra, por eso en el sector salud hay un paro técnico por la incompetencia
gerencial, por el bachaquerismo de medicinas, entre otras malas políticas”.
De allí que, para salir
adelante no debe haber ataduras políticas y desde la mesa de Salud
propusieron crear una red en las comunidades, con el reconocimiento de las
bases, para mantener informados a los diversos sectores.
Lo mismo, planteó, se debe
hacer en los hospitales, constituir comités de salud y propulsar las asambleas
de ciudadanos, precisamente para facilitar la aplicación de medidas eficaces.
Los que integraron la mesa de
Alimentación se mostraron a favor de la articulación de la protesta frente a la
hiperinflación y exigieron la apertura de un canal humanitario. Para ello, Luis
Franco, en representación de su grupo, consideró que la victoria se consigue si
todos trabajan en pro de un fin. Puso como ejemplo la lucha que desde el pasado
25 de junio mantiene el gremio de enfermería.
Y la de Eduación no se quedó
atrás. Quienes hicieron un diagnóstico de este sector manifestaron que hay un
desplome que se expresa en los niveles de desnutrición tanto de docentes,
alumnos, como de la comunidad en general; en la desalarización de los
profesionales y en la total falta de seguridad al gremio docente.
Elizabeth Guerrero, quien
habló por esta mesa, dijo que acordaron iniciar una campaña de denuncia;
acercarse más a las comunidades; organizar una campana de solidaridad con los
más desfavorecidos, con énfasis en los niños escolarizados; conformar una gran asamblea
de ciudadanos para articular las luchas sociales y pidieron que todos los temas
sociales suban al debate del Frente Amplio Nacional.
En esa misma onda se enfiló la
tónica del diagnóstico del sector Transporte. Los líderes, además de pedir
un sistema de pago único, que evite confrontamiento
entre pasajeros y choferes; plantearon la necesidad inmediata de hacer
denuncias de forma permanente, por el pasaje, por la falta de unidades, por la
escasez de repuestos.
“De parte de la ciudadanía
debemos recupera los espacios y empoderarnos. Nos comprometemos a darle fuerza
a la escuela de conductores para mejorar el servicio”, completó Andrew
Quintero, relator.
Cambiar política actual
En Ambiente fueron incluso más
allá. Dijeron que la calle se debe movilizar para pedir la reactivación
del Ministerio de Ambiente.
De otra forma no se podrá
mejorar la calidad del agua, evitar la destrucción de los parques nacionales
con el plan de viviendas que maneja este gobierno; acabar con el Arco Minero y
restituir un programa de fiscalización en el ámbito nacional.
Además de las acciones de
calle, los líderes se concentraron en propuestas que pasan efectivamente por
una transformación en las políticas gerenciales, son soluciones estructurales
en el Ejecutivo, incluso lo plantearon cuando tocaron el tema de la Seguridad
Ciudadana y los Derechos Humanos. Hablaron del desarme de los grupos
paraestatales y de formar a las comunidades en materia de Derechos Humanos.
Las mujeres, que conformaron
la mesa Mujer, Familia y Ciudadanía, pidieron unir a este sector, que ha
sufrido la diáspora, la escasez de alimentos, de medicinas. Este es un segmento
estratégico y se debe crear un frente con todas las organizaciones de mujeres,
una especie de capítulo Caracas, e incluirlo en el Frente Amplio Nacional,
propuso Pilarica Romero.
De este encuentro —que se
inició pasadas las 8:00 a.m. y se extendió, con las relatorías por mesas, más
allá del mediodía— salió como conclusión aprobada por unanimidad la
articulación de las protestas en las 22 parroquias del municipio Libertador y
la necesidad de establecer redes para mantener la lucha social.
Los acuerdos, a corto plazo,
esta misma semana se empezarán a aplicar específicamente con el tema del agua.
Habrá asambleas en La Pastora, una concentración el miércoles en la
avenida Victoria, con el apoyo de varios gremios, el jueves hay manifestaciones
en las comunidades y el viernes irán a la Contraloría.
Las zonas y horas, las
acordaron, pero por estrategia no ahondaron en detalles.
Se espera que las mesas se
reúnan en un tiempo prolongado y recurrente en aras de lograr los objetivos y
restituir la calidad de los servicios.
Fotos cortesía: Julio César
Reyes, parte del comité organizador del evento
16-07-18
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