TEÓDULO LÓPEZ MELÉNDEZ 05 de diciembre de 2018
La
semana pasada fue la de un fin de año. El cúmulo de temas pasó desde el arroz
con mango que este régimen hace de la economía con los desastrosos resultados
que todos conocemos, hasta la cumbre del G20 y la toma de posesión de un nuevo
presidente latinoamericano.
Pensamos
en hacer descansar un poco a los lectores, celebrar el arribo de diciembre,
pero recordamos el pasado año cuando respondíamos a los amigos regados por el
mundo sus saludos de Navidad y siempre poníamos “aquí hace un silencio
espantoso”. El de este año será aún más agudo, dado que los silencios también tienen
tonos.
Decido,
entonces, divagar sobre la semana, contar cómo vienen las temáticas a los
escritores. Lo primero ha sido Cumbres borrascosas, la novela inicialmente
incomprendida de Emily Brontë, con su desgarrador juego de matryoshkas y hoy
convertida en un clásico de la literatura inglesa. Apropiada para un encuentro
de guerra económica, de desavenencias y de desplantes. Pero he aquí que de
golpe todo se distiende, la cumbre fluye, los acuerdos aparecen. Una excelente
cumbre. El encuentro del presidente Macron con el príncipe heredero saudí en un
pasillo, despachado diplomáticamente por Francia con un “hablaron de petróleo”,
pero en realidad un juego de advertencias.
Me
detengo a ver la gala ofrecida en el inmortal Teatro Colón a los visitantes (Merkel
directa de Ezeiza hasta allí, luego de sus premonitorios percances) y quedo
deslumbrado. El presidente Macri no aguanta la emoción y deja correr las
lágrimas. Si no lo hubiese hecho ante tal muestra, no sería argentino.
Mucha
gente no entiende que cuando proclama días cruciales siempre hay días
anteriores cruciales. El 10 de enero no anda por allí suelto, al desgaire, como
fecha exclusiva de un almanaque en blanco. Antes está, con una presencia que
sólo los ciegos no ven, el 5 de enero, día de la instalación de la Asamblea
Nacional.
He
dicho, al respecto, que es el día del desafío. Corresponde a Voluntad Popular
la presidencia y, como los acuerdos se respetan, deberá ser de ellos, y de
todos, el nombre que surja. Debería ser el de Freddy Guevara, asilado en la
embajada de Chile. Esto es, elegir a un perseguido asilado en una embajada, uno
al cual ir a buscar todos en bloque.
TEÓDULO
LÓPEZ MELÉNDEZ
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