AFP 13 de mayo de 2019
Calificado por organizaciones de derechos
humanos como “instrumento de persecución política”, el servicio de inteligencia
del gobierno de Nicolás Maduro comanda la ofensiva contra parlamentarios
venezolanos acusados por el fallido levantamiento militar que encabezó el líder
opositor Juan Guaidó.
Oenegés
y organismos de defensa de los derechos humanos denuncian detenciones arbitrarias,
torturas e incluso homicidios vinculados al organismo. ¿Qué es el Servicio
Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN)?
¿Cuáles son sus objetivos?
La Tumba |
Fue
creado el 1 de junio de 2010 por el presidente Hugo Chávez en reemplazo de la
Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP). El mandatario,
fallecido en 2013, prometió que sería “vital” contra la inseguridad.
El
pasado miércoles, agentes del SEBIN arrestaron de forma cinematográfica a Edgar
Zambrano, vicepresidente del Parlamento de mayoría opositora, por la rebelión
que el 30 de abril lideró Guaidó, reconocido como presidente encargado de
Venezuela por medio centenar de países.
Interceptaron
su camioneta en Caracas y la remolcaron con una grúa ante su negativa a
entregarse. Otros nueve legisladores son procesados por la rebelión.
El 13
de enero, en un confuso incidente, funcionarios del organismo detuvieron
durante una hora a Guaidó cuando se dirigía a un mitin. Tras la liberación,
Maduro dijo que eran “traidores” al servicio de un “show mediático”. Cuatro
agentes fueron destituidos.
El
SEBIN también ha estado involucrado en la detención de periodistas como los
franceses Pierre Caillé y Baptiste des Monstiers o el alemán Billy Six, ya en
libertad.
Según
sus estatutos, la principal atribución del SEBIN es “ejecutar
actividades de inteligencia y contrainteligencia para la neutralización de
amenazas reales o potenciales para el Estado”.
Su
área de influencia abarca la lucha antidrogas y contra el crimen organizado.
Sin
embargo, desde su creación “ha sido un instrumento de persecución por motivos
políticos”, dijo a la AFP Gonzalo Himiob, directivo de la ONG Foro Penal,
que cifra en 857 los “presos políticos” en Venezuela.
Durante
protestas en 2014 y 2017, que dejaron unos 170 muertos, los calabozos del SEBIN
fueron el principal destino de manifestantes detenidos.
Su
número de agentes es confidencial. La ONG Una Ventana a la Libertad, defensora
de derechos de reclusos, estima que tiene unos 2.000 funcionarios entre
personal policial y administrativo.
Documentos
de la vicepresidencia, a la que está adscrito, fijaron como línea de acción del
ente “garantizar la continuidad” de la “Revolución
Bolivariana”.
¿Quién lo dirige?
El
mismo día de la fracasada insurrección, Maduro anunció que el general Gustavo
González López -sancionado por Washington- retomaba la dirección del SEBIN. Ya
lo había dirigido entre 2014 y 2018.
Cristopher
Figuera, quien ocupaba el cargo desde el 31 de octubre pasado, participó en la
rebelión y desertó. El mandatario socialista lo tilda de “topo”de
la CIA.
El fin
de la anterior etapa de González López estuvo marcado por la muerte el 8 de
octubre del concejal opositor Fernando Albán, detenido por la explosión de
drones cargados de explosivos en un acto que presidía Maduro.
Albán,
según el gobierno, se suicidó lanzándose del piso diez de la dirección general
del SEBIN; pero la oposición denuncia que fue arrojado tras fallecer durante un
interrogatorio.
¿Qué es El Helicoide?
Ubicado
en Caracas, es el cuartel operativo y mayor centro de detención del
SEBIN. “Era el infierno”, declaró a la prensa el exiliado activista
Villca Fernández, quien estuvo preso allí dos años y medio.
Ideado
en 1956 como un centro comercial, con hotel de cinco estrellas y helipuerto, El
Helicoide es un monumental edificio piramidal construido sobre un morro. El
proyecto se exhibió en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).
Pero
las obras se paralizaron en 1961. Tras décadas de abandono, la DISIP se mudó
allí en 1986.
“Un
centro comercial convertido en cárcel”, señaló a la AFP Carlos
Nieto, director de Una Ventana a la Libertad.
Según
esa ONG, en el pico de las protestas de 2017 El Helicoide tuvo 340 detenidos en
celdas con capacidad para 80.
Nieto
denuncia torturas que incluían golpizas, choques eléctricos o asfixia con
bolsas impregnadas de insecticida.
Rodolfo
González, un piloto detenido en las manifestaciones de 2014, se ahorcó allí en
marzo de 2015.
El
gobierno, que niega tener presos políticos, impulsó en los últimos años la
liberación de decenas de opositores como un gesto de “reconciliación”.
Un
grupo de expertos designado por la Organización de Estados Americanos (OEA)
documentó el año pasado 1.300 “presos políticos” y -desde
2013- unas 12.000 “detenciones arbitrarias”, en un informe que
asegura que en Venezuela se han cometido “crímenes de lesa humanidad” desde
2014.
¿Qué es La Tumba?
La
dirección general del SEBIN funciona en una torre diseñada para albergar
oficinas del metro, en Caracas.
Aunque
el gobierno niega que exista, activistas y presos liberados denuncian que en
sus sótanos está un pequeño centro de detención, con siete celdas, conocido
como La Tumba. Según Nieto, los presos allí son sometidos a aislamiento sin luz
solar y a baja temperatura.
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