EFE 13 de diciembre de 2019
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El
diagnóstico se encuentra en el Balance Preliminar de las Economías de América
Latina y el Caribe 2019 dado a conocer este jueves en Santiago de Chile por la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Las
crecientes demandas sociales y las presiones por reducir la desigualdad en
América Latina y el Caribe acentúan el complejo contexto que vive la economía
de la región, que apenas crecerá un 0,1 % en 2019 y que en 2020 completará su
peor septenio en siete décadas.
A
las turbulencias sociales y políticas de algunos países se suman la
desaceleración en la demanda interna, una baja venta agregada externa y
mercados financieros internacionales más frágiles que conducen a una
“desaceleración económica generalizada y sincronizada a nivel de países y de
sectores”.
El
diagnóstico se encuentra en el Balance Preliminar de las Economías de América
Latina y el Caribe 2019 dado a conocer este jueves en Santiago de Chile por la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El
2019 es el sexto año consecutivo de bajo crecimiento para las economías de la
región, con una tasa casi nula (frente al 1 % de 2018), mientras que para 2020
la proyección se sitúa en torno al 1,3 %, lo que conforma al período 2014-2020
como el de menor crecimiento en las últimas siete décadas.
“Algo
no está funcionando”, aseveró la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia
Bárcena, en la presentación del documento, al tiempo que detallaba que el PIB
per cápita se ha contraído 4 % entre 2014-2020 en la región, lo que implica una
caída promedio anual del -0,5 %.
Además,
ilustró que la desocupación nacional aumentará de 8,0 % en 2018 a 8,2 % en
2019, lo que implica un alza de un millón de personas, llegando a un nuevo
máximo de 25,2 millones. A ello se suma un deterioro en la calidad del empleo
por el crecimiento del trabajo por cuenta propia (que superó al empleo
asalariado) y de la informalidad laboral.
También
cayeron la inversión, el consumo per cápita, las exportaciones y la calidad del
empleo.
“Hemos
visto crecientes y urgentes demandas sociales para aumentar inclusión social en
ingresos y bienes públicos. La región no aguanta políticas de ajuste y requiere
políticas para estimular el crecimiento y reducir la desigualdad”, comentó
Bárcena.
“Las
condiciones actuales necesitan que la política fiscal se centre en la
reactivación del crecimiento y en responder a las crecientes demandas
sociales”, abundó.
Finalmente,
llamó a un mayor gasto público en inversión y políticas sociales para reactivar
la economía, algo que conlleva presiones al endeudamiento público que debe
enfrentarse según las capacidades diferenciadas de los países.
DESACELERACIÓN
GENERALIZADA
Según
el informe, 23 de 33 países de América Latina y el Caribe (18 de 20 en América
Latina) presentarán una desaceleración de su crecimiento durante 2019, mientras
que 14 naciones anotarán una expansión de 1 % o menos al finalizar el año.
Por
subregiones, la actividad económica de América del Sur pasará de un crecimiento
del -0,1 % en 2019 a uno del 1,2 % en 2020, mientras que la tasa de crecimiento
de Centroamérica aumentará dos décimas en 2020 (2,6 %) respecto a 2019.
En
las economías del Caribe de habla inglesa y neerlandesa el crecimiento mostrará
un fuerte aumento y llegará al 5,6 %, más de 4 puntos porcentuales sobre el
registrado en 2019.
El
Balance Preliminar prevé que en 2019 el país con mayor expansión será Dominica
(9,0 %), seguido por Antigua y Barbuda (6,2 %), República Dominicana (4,8 %) y
Guyana (4,5 %).
Por
el contrario, Venezuela anotará el mayor retroceso, con una contracción de
-25,5 %, seguido por Nicaragua (-5,3 %), Argentina (-3,0 %) y Haití (-0,7 %).
Para
el próximo año 2020 las proyecciones de la Cepal indican que las naciones del
Caribe seguirán liderando el crecimiento regional (con un promedio subregional
de 5,6 %), encabezadas por Guyana (85,6 %, debido al comienzo de la producción
de petróleo que tendría lugar en 2020).
En
la parte baja, Venezuela, Nicaragua y Argentina moderarán sus tasas de
contracción económica (con -14 %, -1,4 % y -1,3 %, respectivamente).
CONTEXTO
INTERNACIONAL
Los
desafíos de reactivación económica para la región se dan en un entorno global
de bajo dinamismo económico, que en 2019 crecerá solo un 2,5 %, ante la
desaceleración generalizada tanto de las economías desarrolladas como de las
emergentes.
Desde
la perspectiva de América Latina y el Caribe, destaca la desaceleración de sus
dos socios comerciales principales, los Estados Unidos y China.
Al
igual que en 2019, en 2020 se espera un crecimiento del 2,5 %, con un leve
repunte de las economías emergentes distintas de China.
REDUCIR
LA DESIGUALDAD ES UN IMPERATIVO
Para
enfrentar la situación y reactivar la economía, la Cepal hizo una serie de
recomendaciones, entre las que se encuentra la reducción de la desigualdad como
un imperativo para que haya mayor crecimiento y productividad.
“La
sostenibilidad fiscal precisa de reformas estructurales en los sistemas
tributarios para desmantelar la cultura del privilegio: mejorar la
progresividad, fortaleciendo los impuestos a la riqueza para que pague más el
que más tiene”, señaló el organismo.
Llamó
también a una mayor coordinación en política macroeconómica entre los Bancos
Centrales, la política fiscal y las autoridades financieras, y a que la
macroeconomía priorice políticas de desarrollo sostenible.
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