Lester Toledo 19 de enero de 2020
@LesterToledo
Más
muerte, caos y miseria es el futuro inmediato de Venezuela de continuar Maduro
en el poder. Así lo hizo saber en su prédica de simulación y burla de Memoria y
Cuenta expresada ante una ilegal ANC. Fue una sátira más, cargada de mentiras,
errores, burla, excusas, tapadera, evasión y engaños.
Un
acto que no fue ni de Memoria ni de Cuenta, que no contó para los efectos
legales, una triste y burda representación de un dictador que, en su afán de
perpetuarse en el poder, mintió descaradamente y plasmó un país de mentiras, un
país donde el único que luce obeso es él, mientras los ciudadanos luchan en las
calles para poder comprar y rendir para su familia un cuarto de kilo de
mortadela o de queso económico, porque a diferencia del dictador y sus
cómplices, a ellos, no les no le alcanza para más.
Un
país que si se ha convertido en potencia, pero una potencia de hambre, miseria
y muerte, donde según la Fundación Bengoa en el año 2019, el 30% de los niños
registraban desnutrición crónica, que según la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) 6,8 millones de venezolanos
estaban subalimentados, mismo país en el que aumentó la mortalidad neonatal e
infantil, esto fue lo que no contó Maduro.
Tampoco
contó sobre el incremento de muertes violentas que se ubicó en 16.506
venezolanos registrado por el Observatorio Venezolano de la Violencia, y que la
tasa de muertes violentas superó el 60%. Mismo año y mismo país en el que se
registraron 16.439 protestas según cifras del Observatorio Venezolano de
Conflictividad Social, eso tampoco lo contó.
Maduro
en su sarta de mentiras no refirió a que gracias a su nefasta gestión la
inflación en el 2019 llegó a 7.374,4%, de eso no habló. Mucho menos refirió a
la forma como han negociado las reservas venezolanas, de cómo someten a los
ciudadanos a una criminal escasez de combustible mientras mantiene el
suministro de petróleo y combustible a Cuba y de cómo actúan, en connivencia
con grupos irregulares colombianos y con el narcotráfico, para saquear las
riquezas minerales del país. De eso no contó nada.
Tampoco
habló de los 4.769.498 de venezolanos que, según la Coordinación de Refugiados
y Migrantes de ACNUR, han partido del país huyendo de la crisis humanitaria cuyo
causante ha sido el mismo.
Y
es que mientras persista el dictador en Miraflores, el panorama de Venezuela
empeorará, de eso no tenemos dudas.
Porque
hablar de Maduro es referir a un mentiroso compulsivo, un criminal que ha
erigido un Narco Estado, que cercena la democracia y hace uso de la fuerza, la
corrupción y el chantaje para imponerse y perpetuarse, que ordena a grupos
paramilitares arremetan impunemente en contra de periodistas y parlamentarios,
que encarcela y asesina a cientos de venezolanos, solo por pensar distinto, que
pretende aniquilar a la Asamblea Nacional, el único poder legítimo que queda en
el país, de eso hablamos. Eso tampoco lo contó en su memoria.
Lo
que sí está registrada en la memoria colectiva de Venezuela son todas y cada
una de las atrocidades cometidas por Nicolás Maduro y su régimen. El venezolano
de a pie tiene claro quién es el verdadero responsable de sus desgracias, y
este es Nicolás Maduro Moros, algo de lo que ni habló el dictador en sus
cuentos que ya se sabe de memoria.
Más
temprano que tarde la historia será otra y la justicia se impondrá en nuestro
país, y eso si lo contaremos todos los venezolanos.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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