JOSÉ MARÍA IRUJO y JOAQUÍN GIL 08 de abril de
2020
@IrujoJose y @joaquingilr
El
gobernador del Estado venezolano de Carabobo, Rafael Lacava, ocultó fondos en
Suiza y Andorra, un país entre España y Francia blindado hasta el pasado año
por el secreto bancario.
El
dirigente, que pertenece al Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), la
formación de Nicolás Maduro, manejaba en mayo de 2009 una cuenta en la Banca
Privada d’Andorra (BPA), según la documentación de esta institución financiera
a la que ha tenido acceso EL PAÍS.
El
representante de Carabobo, que es el tercer Estado más poblado de Venezuela con
2,2 millones de habitantes, participó en 2009 en Suiza en una Sociedad de
Inversión de Capital Variable (SICAV), un instrumento al que recurren las
grandes fortunas para pagar menos impuestos, según la BPA.
A través del banco de Andorra, el mandatario intentó
mover en 2009 los honorarios que cobró presuntamente de una empresa por
supuestos “servicios de intermediación” por la construcción de una refinería de
petróleo, según la entidad financiera.
Los informes de la BPA, que no precisan la suma que
transfirió Lacava en estas operaciones, fueron redactados cuando el político
era alcalde de Puerto Cabello, un municipio de 200.000 habitantes donde se
encuentra el puerto más importante de Venezuela.
Para camuflar el rastro del dinero, según el banco, el
mandatario recurrió a una alambicada estructura mercantil: colocó tras su
cuenta de Andorra una sociedad (Iberoamerica Assets Corporation) y, tras ella,
un testaferro.
Los empleados del departamento de cumplimiento (compliance)
de la BPA, la unidad interna antiblanqueo dedicada a rastrear el origen de los
fondos de los clientes, se desplazaron en 2009 a Milán, donde residía G. B.,
representante legal de la cuenta bancaria andorrana de Lacava, para averiguar
la identidad del verdadero propietario.
“Hemos ido a Milán para informarnos sobre la cuenta y
quién es su beneficiario final. [El representante]… nos ha dicho que es un
político, exembajador de Venezuela en Roma, actualmente es alcalde en Venezuela
y de origen italiano. Sr. Rafael Lacava Evangelista”, recogió el banco en un
informe secreto redactado en catalán, el idioma oficial de Andorra.
Para los gestores de la BPA, el político planeaba usar
su cuenta en el Estado pirenaico como pasarela para transferir su capital desde
Venezuela a Suiza, donde en mayo de 2009 participaba en una sicav, según la
entidad financiera.
Junto a los pagos por intermediar supuestamente “en la
construcción de una refinería”, el gobernador de Carabobo también percibió
ingresos hasta 2009 por “permutas de bonos con una casa bolsa”, siempre según
la versión de la BPA.
Visita al testaferro en Milán
Los empleados de la BPA mostraron al testaferro de
Lacava su negativa a que la cuenta de Andorra se convirtiera en un “puente”
para mover el dinero entre Venezuela y Suiza.
“En la reunión explicamos al cliente que no
permitiríamos una cuenta puente y que, además de conocer al beneficiario final,
necesitamos información sobre las operaciones”, zanjaron los agentes de la
institución financiera. El acta del banco, fechada el 29 de mayo de 2009, añade
también la decisión de mantener entre un 30 y un 50 por ciento de los fondos
en BPA.
La estructura off shore de Lacava
incluyó cuatro empresas que canalizaron el dinero que llegó a Suiza, según el
banco. El circuito del entramado arrancaba en la sociedad South Greece, seguía
con On Time Overseas, continuaba con Hadar Management. Y terminaba en
Iberoamerica Assets Consulting, según la BPA.
El acta de la entidad financiera recoge la resistencia
inicial de G. B., representante de la sociedad Iberoamérica, la última del
circuito, a revelar la identidad del propietario de la cuenta al entender que
el gestor del banco Antonio Salvador ya la conocía. Salvador fue uno de los
principales empleados y captadores de clientes de la institución andorrana en
Caracas.
Este periódico ha intentado reiteradamente y sin éxito
recabar la opinión de Rafael Lacava.
Por otra parte, la firma que -según el banco- abonó el
dinero a Lacava por su supuesta intermediación para levantar una refinería
coincide con el nombre de una empresa radicada en Carabobo, International
Procurement Services. Esta compañía rechaza su implicación en el caso. “Ni
siquiera conocemos al señor Lacava. No hemos tenido trato con él. No estamos
relacionados con ningún negocio suyo. No le hemos pagado nunca por nada. Ni
siquiera para que se compre un café”, indica por teléfono su responsable, Rubén
Castrillo.
El directivo añade: “Se ha utilizado el nombre de
nuestra compañía. Nunca hemos pagado a nadie. Vamos a llegar hasta dónde haga
falta para defender la imagen de nuestra empresa".
Según esta firma: “El nombre exacto de nuestra
compañía es International Procurement Services, IPS, C.A., tal y como consta en
el registro mercantil del Estado de Carabobo, y no International Procurement
Services […]. Ambos nombres no coinciden”. Y añade: “Además, en el acta interna
de la BPA no se indica la nacionalidad de la sociedad denominada International
Procurement Services".
Las autoridades de Andorra, de 78.000 habitantes,
intervinieron en marzo de 2015 la Banca Privada
d’Andorra (BPA) por un presunto caso de blanqueo de capitales. Los
dueños del banco, que alcanzó los 9.000 clientes y un volumen de negocio de
8.000 millones de euros, niegan estas acusaciones. El Gobierno del pequeño país
pirenaico anuló el año pasado el secreto bancario.
EL EXCÉNTRICO POLÍTICO QUE INVENTÓ EL 'CARRO DE
DRÁCULA'
De origen italiano, Rafael Lacava desembarcó como
gobernador de Carabobo en octubre de 2017. Antes, este economista con tablas de
presentador de televisión se fogueó en la cosa pública como parlamentario,
embajador de Venezuela en Italia y alcalde de Puerto Cabello (2008-2016).
Considerado como un hombre de confianza del presidente
Nicolás Maduro y de su predecesor, el fallecido Hugo Chávez, Lacava se mueve
como pez en el agua entre las masas. Pasa por excéntrico y populista. Y sus
apariciones públicas son un reclamo para los medios. Incluyen desde un intento
frustrado de entrar en la opositora cadena Globovisión a lomos de un burro a la
puesta en circulación del carro de Drácula. Un vehículo que emula
la estética del coche del vampiro de Bram Stoker para peinar las
calles de Carabobo de bachaqueros, especuladores que revenden
productos de primera necesidad aprovechando la escasez que atenaza el país.
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