Lester Toledo 30 de junio de 2022
@LesterToledo
La
discusión de la situación de los derechos humanos en Venezuela ha estado sobre
la palestra en los últimos días. Basta dar una revisión al Informe sobre el
cumplimiento de las recomendaciones de ACNUDH en Venezuela, que recientemente
actualizó este organismo, y leer con detenimiento el documento presentado por
la Alta Comisionada, Michel Bachelet, ante las Naciones Unidas, para llegar a
la temida conclusión: Nicolás Maduro y su régimen en pleno, han resultado
nuevamente reprobados en Derechos Humanos.
El informe de 88 páginas presentado por el ente veedor de los derechos humanos ante este ente internacional retoma las 43 recomendaciones que se han emitido hacia Venezuela desde el año 2019 a la actualidad.
Por
ejemplo, en materia de derechos económicos sociales y culturales, la ACNUDH ha
recomendado al Estado venezolano adoptar todas las medidas necesarias para
garantizar la disponibilidad y la accesibilidad de alimentos, agua,
medicamentos esenciales y servicios de atención de la salud, incluidos
programas amplios de atención de la salud preventiva, prestando especial
atención a los servicios maternos e infantiles. Solo hay que asomarse a la
calle, abrir un grifo, intentar encender un bombillo, entrar a un hospital cualquiera
o intentar abastecerse de gasolina, para darse cuenta de que tal recomendación
y tales derechos son violados a diario.
Sobre
el derecho a la vida, las primeras recomendaciones apuntadas indican que se
deben adoptar de manera urgente medidas para cesar, subsanar y prevenir las
violaciones de los derechos humanos, en particular las violaciones graves, como
la tortura y las ejecuciones extrajudiciales. Piden además la disolución de las
FAES, que se investiguen de forma transparente las ejecuciones extrajudiciales
llevadas a cabo en el curso de operaciones de seguridad y asegurar que sus
responsables rindan cuentas, así como que las víctimas sean reparadas. Pues
respecto a estas indicaciones, es obvio, que el régimen no ha cumplido ninguna.
Pero
sigamos con el examen. En el ítem que refiere al espacio democrático y cívico,
la ACNUDH recomienda que se respete, proteja y haga efectivos los derechos a la
libertad de opinión y de expresión, de reunión y de asociación pacífica, así
como los derechos de acceso a la información y de participación en los asuntos
políticos. Basta con recordar la detención, persecución y acoso a activistas de
derechos humanos, de líderes comunitarios y políticos, a disidentes, así como a
periodistas, para determinar que tampoco en este rubro ha habido avances.
El
ente internacional pide también que se garantice que se den todas las
condiciones para la celebración de elecciones libres, justas y pacíficas. Y a
la fecha, ¿acaso existen?
El
informe aborda otro punto álgido que es la independencia del poder judicial, en
este apartado pide, nada más y nada menos, que se adopten medidas efectivas
para restablecer la independencia del sistema judicial y garantizar la
imparcialidad de la Fiscalía General y del Defensor del Pueblo; lamentablemente,
en estos casos, evidenciando las actuaciones del TSJ chavista, de Tarek William
Saab en la Fiscalía General, y del defensor del “puesto”, hay muy poco que
podamos decir, salvo que acá también el régimen está más que reprobado. Sin
mencionar la indicación que pide se desarme y desmantele a los grupos armados
civiles progubernamentales, llamados “colectivos armados” y se garantice la
investigación de sus delitos.
Respecto
a la persecución a la disidencia se ha exigido, por tres años consecutivos, se
detenga, condene públicamente, castigue y prevenga todos los actos de
persecución y represión selectiva por motivos políticos, incluidas la retórica
estigmatizadora y las campañas de desprestigio. Para esta revisión no hay que
hacer un gran esfuerzo, miremos las cárceles venezolanas, analicemos los
expedientes montados, como mi caso, y tengamos a mano la lista de los exiliados
políticos para determinar, que para nada esta petición ha sido atendida.
Sobre
los derechos contemplados en la libertad individual, la ACNUDH ha recomendado
se pongan en libertad a todas las personas privadas arbitrariamente de su
libertad; se detenga y prevenga el uso excesivo de la fuerza durante las
manifestaciones; y se garanticen los derechos a la alimentación, el agua y el
saneamiento, la salud, la seguridad y la dignidad de todas las personas
privadas de libertad. Petición engavetada e ignorada por el régimen.
Al
tocar el crítico punto de la integridad personal, el ente internacional de las
Naciones Unidas ha pedido se adopten medidas para cesar, subsanar y prevenir
las violaciones de los derechos humanos, en particular las violaciones graves,
como la tortura y las ejecuciones extrajudiciales; punto que todos sabemos que
también el régimen de Maduro incumple y hasta se ha burlado del ACNUDH y de
todas las víctimas.
El
informe al que hemos hecho referencia examina de manera exhaustiva la actuación
y los retrocesos del régimen de Nicolás Maduro en el período del 1 de mayo de
2021 al 30 de abril de este año, mismo que fue solicitado por el Consejo de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas para ser presentado durante su
quincuagésimo período de sesiones.
Hablamos
de 43 recomendaciones incumplidas por un régimen que además está siendo
sometido a un juicio mayor, el de la Corte Penal Internacional, que investiga a
Nicolás Maduro por crímenes de Lesa Humanidad, entre otras indagatorias y
expedientes llevados adelante por distintos órganos de justicia internacional.
Nicolás
Maduro no cumple ni años, pero la justicia internacional si cumple, y más
temprano que tarde, le tocará la puerta a este violador de los derechos de los
venezolanos y a todo su régimen.
Lester
Toledo
@LesterToledo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico