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viernes, 2 de diciembre de 2022

6 cosas que nuestros bisabuelos hacían mejor que nosotros, por @EcoInventos


A pesar de lo avanzados y modernos que nos gusta considerarnos en nuestra sociedad, en algunos aspectos estamos mucho peor que nuestros bisabuelos. Puede que tengamos más tecnología y hay que estar agradecidos por ello, pero lamentablemente, hoy en día hay más personas que carecen de habilidades y de un sentido de orgullo por su trabajo en comparación con las generaciones pasadas. (Esto no es cierto para todo el mundo, de hecho, si estás leyendo esto, lo más probable es que no se aplique a ti).

El problema del «estilo de vida apresurado».

Estamos inmersos en un mundo de prisas, de estar al día con lo más nuevo y lo más grande, de buscar ese elemento que nos va a dar una ventaja, de tener una lista de tareas kilométrica y de hacer varias cosas a la vez como si fuéramos un pulpo con ocho brazos.

No estoy juzgando, porque soy culpable de todas estas cosas de una forma u otra. Y si eres sincero contigo mismo, estoy dispuesto a apostar que tú también lo eres, en un grado u otro.

Hay muchas cosas que tenemos a nuestro favor hoy en día, pero hay algunas áreas en las que tenemos que echar un vistazo y reconsiderar volver a nuestros bisabuelos (o abuelos, dependiendo de su edad) y aprender de ellos.

Aquí están las seis cosas que creo que nuestros bisabuelos hicieron mejor que nosotros.
  • Compra y usa lo local. Aunque no hay nada más local que cultivar uno mismo, lo siguiente mejor es comprarlo a alguien que conoces. Durante los años de las grandes crisis, si no lo criabas tú mismo, conocías a la persona a la que se lo comprabas. Muchos de nuestros abuelos tenían animales en casa, pero para los que no la tenían, había una lechería y un lechero local que repartía la leche. Podías pasar por la lechería, ver las vacas o las cabras y hablar con la persona que te vendía la leche. Conocías a la gente a la que ayudabas comprando directamente. Si necesitabas madera, ibas y hacías el pedido al carpintero local. Nos hemos separado mucho del proceso de nuestros bienes.
  • Habilidades dedicadas. Hace cien años, la gente se dedicaba a la costura, el acolchado, la cestería o a la carpintería. La gente se enorgullecía de las cosas que hacía con sus manos. Nuestros abuelos y bisabuelos tenían habilidades y sabían cómo utilizarlas. No dependían de las tiendas y de las grandes cadenas para satisfacer sus necesidades. Aprendieron a hacer las cosas ellos mismos, o a comerciar o hacer trueques por lo que no tenían. Eran maestros del bricolaje y, muchas veces, sus vidas dependían de ello. Su trabajo se convirtió en su forma de arte.
  • Coser. La mayoría de las familias se hacían su propia ropa y sabían cómo remendarla, coser un botón o hacer el dobladillo de un pantalón si era necesario. Me doy cuenta de que todavía hay bastante gente que sabe coser, pero ya no se enseña en casa ni en las escuelas como antes. Mira en tu armario o en el de tus hijos. ¿Cuántas prendas están hechas a mano? ¿Cuántas veces tiras una prenda porque se rompe en lugar de remendarla o arreglarla? Una prenda comprada en una tienda era algo muy importante para nuestros abuelos. La mayoría de la gente llevaba ropa cosida en casa, muchas veces hecha con los sacos de harina cuando los tiempos eran de vacas flacas. O cuando la camisa de papá ya no se podía remendar o el vestido de mamá estaba demasiado deshilachado, se recortaba en un pequeño vestido o camisa para el miembro más joven de la familia. ¿No se podía aprovechar más la ropa? Entonces iba a la bolsa de trapos para hacer una colcha o una alfombra de trapos para el suelo. Puede que no te conviertas en tod@ una costurer@, pero es una buena idea aprender lo básico. Esos conocimientos básicos te permitirán hacer mucho más de lo que crees.
  • Cocinar. Antiguamente no había de todos los alimentos que necesitabas en los supermercados. Tenías una despensa llena. Intercambiabas recetas con tu vecina. Transmitiste a tus hijos tus mejores platos y les enseñaste, ya que estaban allí contigo, aprendiendo y ayudando a poner la comida en la mesa. Aprende a cocinar con alimentos de tu región.
  • Autosuficiencia. Puedes guardar tus propias semillas cada año, puedes plantar árboles frutales o tener un pequeño huerto si tienes espacio, incluso un jardín de hierbas medicinales donde cosechar y conservar todas las hierbas que necesitamos cada año.
  • Ayudarse mutuamente. Había una razón por la que nuestros bisabuelos tenían mucha relación con la familia y los vecinos. Sabían lo importante que era la suficiencia comunitaria frente a la autosuficiencia, porque cuando necesitaban ayuda, era a ellos a quienes recurrían. Las comunidades se unían para ayudar a los que se encontraban con alguna necesidad. ¿Necesitas una taza de azúcar? Corre a casa de tu vecino para pedírselo prestado, porque tú harías lo mismo por él. Muchas veces, estos favores eran devueltos con productos horneados, flores y, sin duda, una nota de agradecimiento escrita a mano. Hay muchas formas de ayudar a la gente, a veces es simplemente ser un amigo o vigilar su casa cuando no están. En caso de emergencia, tu vecino bien podría ser la persona que te salve la vida.
Y tú, ¿Qué crees que nuestros abuelos y bisabuelos hacían mejor que nosotros?

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