Banca y Negocios 12 de diciembre de 2022
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Para
el próximo año, Focus Economics espera que esa tasa de inflación ronde el 130%,
alimentada por una mayor devaluación del bolívar, la persistente insuficiencia
de oferta interna (derivada de la limitada capacidad productiva de Venezuela) y
el encarecimiento del costo de vida.
Venezuela
se proyecta como la segunda economía «más miserable» del planeta en 2023, según
el más reciente reporte del Índice de la Miseria, un indicador internacional
desarrollado por el economista Arthur Okun con base en indicadores de
inflación, pobreza y empleo, con el fin de determinar cómo las poblaciones son
concretamente afectadas por los desequilibrios económicos.
Este
índice es utilizado como referencia en importantes instituciones
internacionales y empresas, aunque ha sido objeto de revisiones y críticas a lo
largo del tiempo. Los economistas Robert Barro y Steve Hanke desarrollaron
ajustes de este indicador, al incorporarle más datos y hacer variaciones en las
ponderaciones.
En todo caso, cuando parecía que los países empezaban a recuperarse tras el impacto de la pandemia de covid 19, estalló la guerra en Ucrania y, con ella, apareció la crisis energética, la inflación, las subidas de tasas de interés y el miedo a caer en una recesión. Este es un escenario que muy pocos previeron y que ha trastocado todos los planes para este 2022.
De
cara al próximo año, la situación mejorará para algunas naciones, aunque no
para otras. En concreto, estas son las cinco economías que saldrán peor
paradas en 2023, según el Índice de la Miseria, que suma la tasa de inflación
y de desempleo, citado por el portal español El Economista.
La
lista de los más pobres
- El primer puesto en el Índice de Miseria
lo ocupará Zimbabue con una puntuación de 206.
El
rápido crecimiento de su masa monetaria -el dinero emitido- y el hundimiento
de su moneda local impulsará su inflación hasta 187%, mientras
que la tasa de desempleo se situará en el 19,3% en el primer trimestre del año.
También
contribuirán a su deterioro económico unas tasas de interés por las nubes y el
hecho de no contar ni con un entorno empresarial fuerte ni con estabilidad
política, así como no tener una buena relación con las potencias occidentales.
- Venezuela será
la segunda economía más miserable en 2023 con 164 puntos.
Lo
cierto es que la presencia del país en la lista no es ninguna novedad, ya que
la nación lleva tiempo conviviendo con una inflación alta y persistente. En
2018 incluso marcó un récord al alcanzar el 1.698.488%, según
cálculos de la Asamblea Nacional venezolana.
Para
el próximo año, Focus Economics espera que esa tasa ronde el
130%, alimentada por una mayor devaluación del bolívar, la persistente
insuficiencia de oferta interna (derivada de la limitada capacidad productiva
de Venezuela) y el encarecimiento del costo de vida.
Por su
parte, el desempleo alcanzará el 34%, uno de los más altos
del mundo. En el supuesto de que EEUU suavice las sanciones impuestas al
Gobierno de Nicolás Maduro, estas cifras podrían reducirse.
- La tercera economía más miserable del
próximo año será el Líbano.
El
país lleva desde 2019 sumido en una crisis financiera, monetaria y
política, donde los bienes escasean y los servicios básicos han colapsado. Todo
esto, combinado con un debilitamiento del tipo de cambio del mercado paralelo
-a cuántas libras libanesas equivale un dólar en la calle-, un encarecimiento
de los servicios públicos y un recorte de las subvenciones, disparará su
inflación hasta el 87%, mientras que la tasa de desempleo podría
superar el 14%.
- Al igual que pasa con Venezuela, tampoco
sorprende encontrar a Argentina en el top 5 de este
ranking.
El
pasado mes de noviembre, las previsiones apuntaban a que la inflación en el
país latinoamericano se acercará al 100% interanual en 2022, algo
que no sucedía desde hace casi 30 años.
La
falta de confianza de los inversionistas en el peso seguirá brillando por su
ausencia, lo que hará que la moneda se deprecie cerca de un 45% en 2023 y
dejará el Índice de Precios al Consumo (IPC) en el 91%. A esto se
sumará, además, la desaceleración económica, que llevará la tasa de
desempleo a 9%.
Para
revertir esta situación, será necesario que la nación ponga en marcha profundas
reformas macroeconómicas que «eliminen el sistema de tipos de cambio múltiples,
reduzcan la interferencia del Gobierno en la economía, estimulen las
exportaciones y la inversión y pongan fin a la financiación monetaria del déficit
fiscal», señala Forum Economics.
- El quinto puesto lo ocupará Siria con
74 puntos.
Tras
más de una década de guerra civil, el panorama en este país es desolador: tiene
un suministro de bienes básicos muy limitado, su moneda está sumamente
debilitada, no cuenta con apenas infraestructuras, el entorno empresarial es
extremadamente deficiente y su gasto público es muy reducido.
Y, por
si todo esto no fuera suficiente, también tiene que hacer frente a las
consecuencias económicas del conflicto. Pese a todo esto, la inflación
se reducirá a la mitad en 2023 -hasta el 63%-, principalmente gracias al
alivio de las presiones internacionales sobre los precios.
Sin
embargo, la inestabilidad será especialmente aguda, dado que las medidas que
puede adoptar el presidente sirio, Bashar Háfez al-Ássad, serán limitadas y la
nación seguirá sin tener acceso a la financiación exterior, según Economist
Intelligence Unit. Como resultado, la tasa de desempleo alcanzaría el
11%.
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