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lunes, 5 de diciembre de 2022

La política y los valores / Ramón Guillermo Aveledo @aveledounidad

 



¿Es posible una política sin ideas? Es pregunta que me hago repetidamente, más cuando se nos dice que un supuesto pragmatismo que me parece miopía nos dice que al combate político hay que ir ligero de equipaje, sin pesos que enlentezcan o atrasen. La respuesta corta es que depende de qué política quiera hacerse y de si se quiere dejar una huella perdurable y positiva en la vida social. La verdad es que las ideas por sí solas no garantizan el éxito, pero su ausencia le quita a una vocación tan exigente su sentido esencial, reduciéndola a una guerra sin cuartel por llegar y permanecer que se agota en sí misma.

He vivido suficiente, tanto en años de vida como en experiencia de práctica, estudio y docencia de la política, como para comprender la dificultad, sobre todo actual, de comprender la vigencia de esa pregunta como de responder con coherencia en la teoría y el ejercicio político, sea partidista, representativo o gubernamental a la pregunta inicial. Por eso recién he publicado un libro que pensé escribir por largo tiempo y al cual he dedicado muchas horas de los últimos dos años.

La Política y los Valores es su título y se trata de una Carta a jóvenes políticos sobre Humanismo Integral en las ideas y la experiencia. Es mi intento por dialogar con las nuevas generaciones, desde una perspectiva testimonial, acerca del valor que los valores tienen en la política. La dirijo, como asumo, principalmente a los políticos jóvenes que ya saben que son políticos, pero no sólo a ellos. También a los jóvenes que aspiran serlo, a los que lo son y no lo saben y a quienes comienzan una vida que será inevitablemente influida, posiblemente condicionada por la política, así que es inútil y más bien contraproducente, empeñarse en estar tan lejos de ella como para librarse de sus efectos. Por eso mismo está dedicado a mis nietos que son, naturalmente, la parte del futuro que más me importa.

La política necesita ideas en el propósito de lograr la armonía social. A la militancia llegamos temprano, animados por el mensaje social de la Iglesia Católica que contribuyó a nuestro sueño de un país y una América Latina diferente. La fragilidad de la democracia requiere una relectura actualizada y futurista de aquella Carta Democrática Común, aquel consenso básico de valores de la libertad que proponía Maritain en la mitad del siglo XX.

Pero, como creo, las buenas ideas no son suficientes para obtener buenos resultados, como puede apreciarse en las retadoras dificultades que la unidad europea ha tenido que enfrentar. Por eso me adentro en el análisis de trayectorias políticas concretas.

Aquí mismo, nuestro compatriota y mi compañero fraterno el zuliano Guillermo Yepes Boscán, me anima a conversar de la relación entre pensar y hacer. Martin Luther King, el apóstol norteamericano de la lucha no violenta por la igualdad, nos muestra cuán poderosos pueden ser la paz y el amor. Angela Merkel llama la atención por su equilibrada ecuación de valores y pragmatismo. Joe Biden, en ejercicio del gobierno en su enorme, complejo país, nos asoma a las dificultades de buscar equilibrio y encuentro en medio de la división.

El prólogo y el epílogo, encargados a dos profesores amigos, Julio Rodríguez Berrizbeitia de Filosofía del Derecho y Víctor Guédez de ética y responsabilidad social empresarial. Que Julio sea ignaciano y Víctor lasallista como quien escribe, no es sino otra muestra de mi incorregible propensión a buscar los equilibrios. Sus páginas completan la visión de este trabajo animada por el interés pedagógico, cuyo objetivo es promover en la juventud una participación política fundada en valores.

El libro puede descargarse gratis en www.fermintoro.net.

https://www.elimpulso.com/2022/12/03/opinion-la-politica-y-los-valores-3dic/

                                 http://aperturaven.blogspot.com/p/contactanos.html?m=1

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